Las siglas del Partido de Conciliación Nacional (PCN), el color azul oscuro y las manos entrelazadas desaparecerán, según confirmaron dirigentes y diputados del partido, resignados a obedecer la sentencia de la Sala de lo Constitucional que determinó que la sobrevivencia del partido después de no alcanzar el mínimo de votos requeridos en la elección presidencial de 2004 violaba la Constitución.
El PCN renunció a buscar un decreto legislativo que le permitiera, por un lado, inscribirse en un tiempo breve y, por el otro, mantener los mismos emblemas y colores. Para eso necesitaba reformas al Código Electoral, pues los pecenistas aspiraban a recortar hasta a una cuarta parte algunos de los plazos que establece la ley electoral, y eliminar la prohibición a una organización partidaria nueva de usar los mismos emblemas y símbolos de un partido recientemente cancelado.
Los pecenistas habían intentado hace cuatro semanas este decreto, cuando preliminarmente las dos grandes potencias legislativas, FMLN y Arena, le prometían su apoyo. El decreto iba a permitir también salvar al otro partido que con modificación de las reglas de juego posterior a la elección de 2004 logró su salvación: el Partido Demócrata Cristiano. Repentinamente, sin embargo, FMLN se echó para atrás, y eventualmente también Arena.
Los pecenistas aseguran que fundarán un nuevo partido y que recolectarán 75 mil firmas, o sea, 25 mil más de las que exige actualmente el Código Electoral a los partidos nacientes. “Somos un partido con suficientes bases para hacerlo”, dijo Mario Ponce, diputado del PCN. Otros pecenistas explicaron, bajo el anonimato, que renunciar a un decreto de salvataje -que recuerda al de 2005 que le permitió sobrevivir- apoyado por otros partidos al final es positivo porque así no le deberán favores a nadie. A pesar de que el decreto de salvataje no sigue en pie, el PCN sí pedirá algunas reformas al Código Electoral. Pedirá, por ejemplo, que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no les suspenda el proceso de inscripción como partido si encuentra anomalías en cierta documentación que presenten.
La Sala de lo Constitucional sentenció la muerte del PCN y del PDC en abril y se basó en que ambos partidos no alcanzaron los votos mínimos requeridos en las elecciones presidenciales de marzo de 2004 y que, por tanto, debían desaparecer e inscribirse nuevamente mediante los procedimientos legales actuales. Desde 2004, el PCN y el PDC echaron mano de cuanto recurso tuvieron a mano para mantenerse con vida, pero la Sala, con su sentencia de abril, declaró inconstitucional el decreto legislativo de enero de 2005 y ordenó al TSE la cancelación de ambas organizaciones.
La primera reacción de PCN y PDC fue de rechazo. En boca del secretario general pecenista, Ciro Cruz Zepeda, el segundo partido más longevo de El Salvador no podía ser desinscrito por orden de unas personas que quizás ni siquiera habían nacido cuando fue fundado el PCN en 1961.
Ahora los pecenistas aspiran a que se acorte los plazos de inscripción, especialmente el período dado al TSE para que este verifique la genuinidad de las 50 mil firmas de respaldo con que una organización solicita su inscripción como partido. El Código habla de 60 días para ese trámite, pero el PCN pide que se obligue al TSE resolver en 15 días. Asimismo, que si en ese plazo encuentra firmas falsas o alguna otra anomalía, que siga el proceso de inscripción mientras el partido en organización intenta subsanar las observaciones. La reforma también permitiría declarar válidas las firmas si el TSE incurre en 'silencio administrativo', que significa que la institución no se pronuncie en el plazo de 15 días hábiles.
Manos tomándose las muñecas
La justificación al trato preferencial que buscan los pecenistas se fundamenta en que ya otros actuaron así. 'No estamos pidiendo nada que no que no le hayamos dado a otro partido en esta legislatura, con la diferencia de que ahora quedará para todo el mundo, no será un decreto transitorio”, explicó Antonio Almendáriz, diputado pecenista.
Su partido fue uno de los impulsores de las medidas para intentar obstaculizar la realización de otras de las sentencias de la Sala de lo Constitucional, que con su resolución de julio de 2010 habilitó las candidaturas no partidarias para la elección de diputados en 2012. Los partidos se esmeraron en poner diversidad de trabas en las reglas del juego a los aspirantes a ser diputados sin partido. Les impusieron, en diciembre pasado, la obligación de recoger hasta 18 mil firmas de apoyo en un plazo de 25 días, a un ritmo promedio de 720 diarias. Los partidos, en cambio, tienen una exigencia de 556 firmas al día.
Este jueves la Asamblea se disponía a votar las reformas al Código Electoral en el punto de los plazos, con lo que el PCN tendría resuelta su inquietud. Pero en el tema de los símbolos y emblemas sí dieron su brazo a torcer. El miércoles, Ciro Cruz Zepeda, secretario general del partido, incluso adelantó las posibles opciones para cambiar los símbolos de la organización que ha dirigido los últimos 22 años, desde 1989. Zepeda dijo que el nombre podría cambiar a “Conciliación Nacional” y que el color azul que lo identifica podía ser más claro o más oscuro.
Si se cambian a Conciliación Nacional, el resultado en la práctica será muy parecido al nombre vigente, puesto que al hacer referencia al partido se juntarían de nuevo las tres palabras que han identificado a los pecenistas en los últimos 50 años: Partido Conciliación Nacional.
Zepeda también habló del logotio del partido, en el que aparecen dos manos estrechándose en un saludo. La posibilidad que contemplan es que las manos sujeten las muñecas, dijo.
Otras de las cosas que cambiarán dentro del PCN será el monto que el Estado le da en concepto de financiamiento de campaña, o sea, el adelanto de la deuda política. La ley electoral establece que a un partido nuevo le corresponde una deuda política de 57 mil dólares. Esto hace una enorme diferencia respecto de la cantidad que podría recibir si se atienen al resultado de la última elección en la que participó, pues según los pecenistas sería casi un millón de dólares. La deuda política depende de la cantidad de votos obtenida en la última elección.
Almendáriz dijo que esto lo están debatiendo en el Tribunal Supremo Electoral. 'En cuanto a la deuda política hay mucha tela que cortar, estamos presentando nuestros alegatos”.
Un proceso idéntico está librando el PDC, cuyo secretario general Rodolfo Parker también ha dicho que la sentencia que ordena desaparecer a su partido es una ilegalidad. El PDC también se encuentra en estudio dentro del TSE para ver si se procede o no a su cancelación.