Madrid, julio 20. Un escándalo de corrupción, conocido en España como 'La trama Gürtel', forzó el miércoles al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, a dimitir con la intención de evitar que el caso dinamite las aspiraciones del conservador Partido Popular a hacerse con el gobierno español.
La decisión del dirigente valenciano se produjo días después de que la justicia anunciara que Camps y otros tres ex funcionarios de su gobierno serían juzgados por un delito de cohecho impropio por recibir y aceptar regalos, como trajes caros, a cambio de favorecer presuntamente a varios empresarios.
'Dejo la presidencia en este mismo instante. Inocente, completamente inocente de las barbaridades que durante estos años se han dicho de mí', dijo Camps en rueda de prensa. Inocente 'como las otras tres personas que están también en un absurdo proceso, que nadie entiende, que nadie comprende y que es falso'.
'Me voy con la conciencia tranquila', añadió este hombre que ha resistido meses de revelaciones continuas de detalles sobre una conspiración que ha involucrado a varios dirigentes del PP.
Camps, de 48 años, llevaba más de ocho al frente del gobierno valenciano y había renovado su mayoría absoluta en los comicios locales del 22 de mayo. En las próximas semanas, el parlamento regional deberá convocar un pleno extraordinario para elegir al nuevo presidente de la comunidad.
La dimisión de Camps, uno de los dirigentes más destacados del PP, cierra de momento uno de los frentes más problemáticos para el principal partido de la oposición ante la inminente cita con las urnas.
El líder del PP, Mariano Rajoy, es el gran favorito en las encuestas para ganar las elecciones generales, previstas para marzo de 2012, y poner fin a ocho años de gobierno socialista. Un hecho que el propio Camps señaló como clave a la hora de dimitir.
'Voluntariamente ofrezco este sacrificio personal para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del gobierno y para que el Partido Popular gobierne España', aseguró.
Camps señaló que una vez liberado del cargo tiene la intención de probar su inocencia en el juicio, que previsiblemente se celebrerá en el último trimestre del año. El delito que se le imputa conlleva multas de hasta 40 mil euros (56 mil dólares).
La investigación de un caso conocido en España como el de 'los trajes' se remonta a 2009, cuando se destapó una presunta trama de corrupción que vinculaba a varias empresas con dirigentes del PP, a los que supuestamente sobornaban con regalos onerosos a cambio de contratos para organizar mítines políticos y otros actos.
Según la Fiscalía Anticorrupción, Camps aceptó entre 2005 y 2008 varios trajes exclusivos regalados por estos empresarios, cuyo valor superaba los 40 mil euros (56 mil dólares).
