Oslo, julio 25. Copió la palabras del 'Unabomber' Ted Kaczynski, quien se encuentra en una prisión federal de Estados Unidos por enviar cartas explosivas, y soñaba con ser uno de los Caballeros Templarios de las Cruzadas para, junto a otros que odian a los inmigrantes, tomar control de Europa en una serie de golpes de Estado.
La escrituras de Anders Behring Breivik revelan un carácter ilusorio lleno de odio y sueños de ensalzamiento propio que posiblemente motivaron su horripilante balacera contra un campamento en una isla tranquila en la que mató al menos a 86 personas.
En su manifiesto de 1,500 páginas, Breivik se describe como un cristiano conservador, un patriota y un nacionalista. A pesar de sus puntos de vista antimusulmanes, desprecia a los neonazis por ser 'racistas de cabeza rapada sin privilegio y con mal genio'.
La policía y el abogado de Breivik dijeron que confesó ser autor de la explosión en la sede del gobierno en Oslo y la balacera posterior en un campamento de verano organizado por el ala juvenil del gobernante Partido Laborista, pero negó su responsabilidad penal. Al menos 93 personas murieron en los ataques.
Una parte del manifiesto de Breivik fue copiado casi palabra por palabra de las primeras páginas de un manifiesto contra la tecnología escrito por Kaczynski, quien se encuentra en una prisión federal por enviar por cartas bomba que mataron a tres personas e hirieron a otras 23 en Estados Unidos desde la década de 1970 hasta la de 1990.
Breivik cambió lo que escribió Kaczynski sobre el izquierdismo y lo que consideraba ser el 'complejo de inferioridad' de los izquierdistas, principalmente sustituyendo la palabra 'izquierdismo' por 'multiculturalismo' o 'Marxismo cultural'.
Por ejemplo, Kaczynski escribió: 'Una de las expresiones más amplias de la locura de nuestro mundo es el izquierdismo, así que un debate sobre la sicología del izquierdismo puede servir como introducción a la discusión de los problemas de la sociedad moderna en general'.
El manifiesto de Breivik expresa: 'Una de las expresiones más amplias de la locura de nuestro mundo es el multiculturalismo, así que un debate sobre la sicología de los multiculturalistas puede servir como introducción a la discusión de los problemas de la Europa Occidental en general'.
