MIAMI (AP) — El gobierno estadounidense dio a conocer más documentos secretos sobre la fracasada invasión a Bahía de Cochinos, perpetrada en 1961 por disidentes cubanos que entrenó la CIA.
La divulgación del lunes obedeció a la demanda judicial presentada en abril por el Archivo de Seguridad Nacional, una entidad independiente con sede en Washington, para que se publicaran los cinco volúmenes de documentos relacionados con la intentona de derrocar al gobierno comunista de Fidel Castro. Uno de los volúmenes no ha sido difundido aún.
Los documentos detallan la estrecha relación entre Estados Unidos y los gobiernos de Guatemala, donde los exiliados cubanos se entrenaron para la invasión. Los escritos indican que el entonces presidente guatemalteco Miguel Ydígoras Fuentes quería incluso que sus soldados participaran en la invasión. En un momento determinado tuvo la esperanza de que Estados Unidos respaldaría una fuerza multinacional para combatir el comunismo en toda Latinoamérica.
Cuando el impopular gobierno de Ydígoras, respaldado por los militares, enfrentó una serie de ataques de fuerzas rebeldes guatemaltecas en noviembre de 1960, funcionarios de Guatemala pidieron a Estados Unidos que les suministrara bombas de napalm para exterminar a los rebeldes. La petición fue rechazada.
'(El gobierno de Guatemala) solicita que, de ser posible, se envíen bombas de napalm para ser montadas en aviones B26', señala un cablegrama.
La solicitud fue rechazada por razones técnicas, pero Estados Unidos sí proporcionó sobrevuelos para ayudar a reprimir la revuelta.
La confortable relación entre el presidente nicaragüense Luis Somoza y su hermano general Anastasio Somoza con la CIA, ya bastante documentada, también aparece revelada en una forma detallada raramente vista. Los hermanos proporcionaron la base desde la cual se lanzaron los ataques aéreos a Bahía de Cochinos.
'Simplemente muestra las prioridades de Estados Unidos durante la Guerra Fría. La principal prioridad era derrocar a Castro, y una prioridad menor era presionar a regímenes muy impopulares como el de Somoza', dijo Peter Kornbluh, jefe del Proyecto de Documentación de Cuba del Archivo de Seguridad Nacional, quien presentó la demanda judicial.
Después del entrenamiento en Guatemala, aproximadamente 1.300 exiliados llegaron a Cuba el 17 de abril de 1961. Dos días antes, pilotos cubanos exiliados habían ayudado a destruir porciones de la pequeña fuerza aérea de Cuba, pero Castro tenía suficientes jets adicionales para encargarse de los barcos de suministro de los invasores. Cerca de 300 cubanos y soldados exiliados murieron en el combate. Unos cuantos exiliados capturados fueron ejecutados y otros estuvieron presos durante años. La mayoría de los más de 1.200 exiliados capturados fueron liberados por Castro un año después en un intercambio negociado por el gobierno de John F. Kennedy.
Los volúmenes fueron compilados de documentos internos originales de la CIA y de entrevistas realizadas a mediados de la década de 1970 por Jack Pfeiffer, historiador oficial de la agencia. Pfeiffer también había solicitado, sin éxito, la publicación de los cinco volúmenes.