MÉXICO (AP) — Un partido de la primera división del fútbol mexicano entre el local Santos y Morelia se suspendió el sábado luego que un grupo armado atacó a balazos una patrulla policial en las afueras del estadio, en la norteña Torreón, dijeron autoridades.
El ataque dejó un policía herido pero no hubo víctimas dentro del estadio, aseguraron autoridades policiales y del club Santos.
La serie de detonaciones causó pánico dentro del estadio TSM, donde primero los jugadores de ambos equipos y los árbitros, y luego los espectadores, corrieron despavoridos por el césped para alejarse del peligro, según se vio en la transmisión televisiva.
Las detonaciones se produjeron cuando presuntos criminales dispararon contra un vehículo de seguridad pública en las cercanías del estadio, dijo Fernando Olivas, delegado de la región de la Laguna de la fiscalía del estado de Coahuila. Torreón se encuentra en ese estado, y forma parte de la región conocida como la Laguna, junto con las ciudades de Lerdo y Gómez Palacio, en el estado de Durango.
'La unidad de seguridad pública municipal fue atacada por desconocidos en las inmediaciones del TSM y el dato preliminar es que hay un policía preventivo (local) lesionado', dijo Olivas al canal de noticias Milenio TV. 'No se tienen datos de los atacantes y ya se están llevando investigaciones al respecto'.
A través de un boletín de prensa emitido poco después, la Fiscalía General del Estado informó que el tiroteo inició luego que los tripulantes de tres camionetas no acataron las órdenes de elementos de las fuerzas armadas.
Las autoridades reportaron que un elemento de la policía municipal de Torreón sufrió una lesión por esquirlas en la rodilla y su estado de salud se reporta estable.
A los 40 minutos, cuando el partido estaba 0-0, los jugadores de ambos equipos abandonaron la cancha corriendo para refugiarse en el interior del estadio, según pudo apreciarse en la transmisión televisiva. El atacante argentino del Santos Emanuel Ludueña salió cargando a su hijo.
Poco después, cientos de simpatizantes, incluidas familias con niños, invadieron la cancha y corrieron asustados para alejarse de las detonaciones que se escuchaban en la cercanía.
Después de unos minutos, el presidente de Santos, Alejandro Irarragorri, salió al centro de la cancha acompañado por el arquero Oswaldo Sánchez.
'En el club Santos nos sentimos mal por el momento que estamos viviendo, es evidente que el partido será suspendido', dijo Irarragorri a la multitud. 'Afortunadamente tenemos saldo blanco, no tenemos heridos'.
'Pueden estar seguros de que trataremos de controlar estas situaciones que hoy se viven, nos sentimos apenados (avergonzados) con Morelia, con los árbitros y con quien nos visita de fuera', agregó.
Este es el primer partido de la liga mexicana de fútbol que se suspende por un incidente relacionado a la violencia con grupos del narcotráfico.
En julio del año pasado se suscitó un evento parecido pero un juego de la liga mexicana de béisbol que fue suspendido por una balacera en Reynosa, municipio del norteño estado de Tamaulipas.
Era el tercer juego de la serie entre Sultanes de Monterrey y Broncos de Reynosa que se paró cuando iba la sexta entrada porque se oyeron disparos en las afueras del estadio Adolfo López Mateos.
Torreón, a unos 1.000 kilómetros al norte de la capital, ha sido en tiempos recientes escenario de enfrentamientos entre grupos del narcotráfico.
Más de 35.000 personas han perdido la vida en hechos de violencia en México desde el 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva militar y policial contra los cárteles de la droga.