Los cinco kilogramos de cocaína que este lunes fueron encontrados en un pick up en la zona donde las autoridades saben que opera un cártel del narcotráfico que involucra a políticos y a miembros de la Policía Nacional Civil era conducido por un sargento de la PNC, Amaldis Alcindo Ramírez Vargas, según informó este martes el subdirector de operaciones de la institución, Howard Cotto.
Ramírez Vargas es un exoficial de la División de Finanzas de la Policía, pero al no tener la credencial de investigador, fue enviado al puesto de control migratorio y fiscal en la frontera de Anguiatú, Santa Ana, en enero del año pasado.
Este lunes, durante un operativo en un restaurante del municipio de Texistepeque ubicado a la orilla de la carretera que comunica Anguiatú con Santa Ana, la PNC capturó al sargento y a otras seis personas, a quienes acusa de tráfico de cocaína.
Según Cotto, una vez que el sargento de la Policía llegó a la frontera, hace un año, comenzó a filtrar datos a narcotraficantes de la zona: 'Inició brindándoles información que pudiera ser de utilidad para ellos, por ejemplo, dónde podrían establecerse controles vehiculares, dónde podría haber presencia policial y terminó por ser ya no simplemete una persona que entrega información sino parte de la estructura criminal'.
La tarde del pasado lunes, el sargento Ramírez Vargas fue sorprendido por agentes de la División Antinarcóticos cuando realizaban una transacción de droga y él y otras seis personas se alistaban a trasladarla a una camioneta verde Land Cruiser, en el parqueo del restaurante Los Arcos, ubicado en el kilómetro 85 de la carretera, en el cantón Santo Tomás, de Texistepeque. Al oficial de la PNC lo acompañaban los salvadoreños Eugenio David Calderón Brito, Carlos Alfonso Valencia y el guatemalteco Hugo Alejandro Menjívar, quien reside en Alta Verapaz, según su documento de identidad. 'Tenemos informacion de que pertenece a una estructura criminal de narcotraficantes en Guatemala', dijo Cotto.
Las otras personas arrestadas por su presunta participación en la transacción de la cocaína fueron identificadas como Alberto Barrios Mauris, Hermógenes Ricardo Umaña Heredia y Edgardo Aquileo López Matute. Durante su presentación en el edificio de investigaciones de la PNC, López Matute fue el único que se defendió de la acusación policial. 'Ahí es un restaurante y llegamos a almorzar. Estaba lejos, como a unos 30 metros de donde estaban los vehículos', dijo.
La Fiscalía, sin embargo, asegura que todos los detenidos son parte de una red que trascega cocaína. Alexis Ayala, jefe fiscal antinarcotráfico en funciones, dijo que la investigación inició por una llamada anónima, en octubre del año pasado. Aunque no especificó los detalles, aseguró que dos agentes encubiertos antinarcóticos participaron en la investigación que culminó con las capturas del lunes. 'Se inicia una serie de actos de investigación, logrando penetrar en su estructura'.
La Policía informó del decomiso de cuatro vehículos, una motocicleta, dos pistolas, una escopeta recortada, una subametralladora Uzi y 13 libretas de ahorro de diferentes bancos. Los fiscales informaron que los detenidos serán acusados el jueves por los delitos de tráfico ilícito, intento de homicidio agravado y portación ilegal o irresponsable de armas de fuego.
En mayo del año pasado, El Faro publicó un reportaje donde varias fuentes del Estado coincidían en señalar que un cártel operaba en la zona norte del occidente del país. Los informes de inteligencia apuntaban que esa estructura delictiva la dirigían los empresarios Adán Salazar Umaña y Roberto Antonio Herrera, conocidos como 'Chepe Diablo' y 'El Burro', respectivamente.
Horas después de esa publicación, el fiscal general, Romeo Barahona, dijo que había abierto una investigación. A finales de ese mes, El Faro tuvo acceso a la dirección funcional que fiscales enviaron a la Policía Antinarcóticos. A Cotto y Ayala se les preguntó si los capturas son resultado de esa orden de investigación, pero los funcionarios alegaron que no podían profundizar porque hay otras investigaciones en curso.
'Son aspectos que podemos mencionar, pero no detallar. Esta incautación no solo nos da un resultado sino que nos arroja para investigaciones futuras. No es un hecho casual', dijo Cotto. Ayala dio a entender que se trata de una organización distinta a la perfilada en el reportaje titulado 'El Cártel de Texis'. 'Sobre la publicación de un medio electrónico, como Fiscalía nuestra obligación es investigar. Cualquier línea de investigación, cualquier indicio que aporte un dato lo investigamos. Este caso para mí es una estructura independiente, aunque coincida con la zona que se menciona en ese reportaje', respondió Ayala.
Fotos: Efren Lemus
