'Nadie quiere abrir la caja a los griegos antes de las elecciones', señaló. Pero Atenas necesita de fondos antes del 20 de marzo, cuando vencen 14 mil 500 millones de euros de su colosal deuda.
En caso de aprobar la ayuda, los dirigentes europeos quieren además asegurarse de que el dinero será correctamente administrado y buscan instaurar 'sistemas de vigilancia'.
Así, gana más adeptos la iniciativa de Alemania y Francia de bloquear una cuenta especial para Grecia en la que se controlarán los fondos aportados para el pago de de los intereses de la deuda griega.
Alemania, Finlandia, Holanda y Luxemburgo, calificados con la nota triple A, expresaron sus serias dudas de que Grecia merezca la ayuda, hartos de promesas rotas, y frustrados ante la evidencia de que la primera ayuda de 110.000 millones de euros, concedida en 2010, no sirvió para nada.
'Cada Estado debe elegir por sí mismo si quiere estar en la Eurozona. Si la respuesta es afirmativa, debe cumplir con las condiciones', dijo el ministro de Finanzas luxemburgués, Luc Frieden.
Esos países dudan además de la posibilidad de que la deuda griega alcance un 'nivel sostenible' pese al rescate, pendiente desde octubre de 2011.
Grecia negocia con sus acreedores privados (bancos y fondos de inversiones) una quita de al menos 100 mil millones de euros de una deuda que se eleva actualmente a 350 mil millones de euros, para hacerla más sostenible hacia 2020. De esa manera, la Eurozona calculó que pasaría de 160% de su PIB a 120% de su PIB en ocho años.
Pero según un informe de la troika de acreedores públicos (Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), la deuda griega, tras beneficiarse del rescate, 'alcanzará un 129% del PIB hacia 2020'.
'Grecia va peor que lo que habíamos previsto', consideró el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.
'¿Quién dice el segundo paquete de ayuda servirá? ¿Han hecho alguna reforma desde que les dimos la primera ayuda? ¡Necesitamos más garantías!', comentó un diplomático.
Sin embargo, Grecia espera que este mismo lunes la Eurozona dé luz verde al desbloqueo de la ayuda y al plan de desendeudamiento diseñado por la zona euro, declaró el portavoz gubernamental, Pantelis Kapsis.
'Creemos que tendremos el visto bueno del Eurogrupo el lunes para continuar con los procedimientos' para poner en marcha el plan exigido por la UE y el FMI a cambio del desbloqueo de 130 mil millones de euros y para lanzar la operación que debe borrar 100 mil millones de la deuda, indicó Kapsis.
Para lograrlo, el primer ministro Lucas Papademos inició el jueves una serie de contactos con sus homólogos europeos, entre ellos una conferencia telefónica con la canciller alemana Angela Merkel, precisó.
La Eurozona recibió ya las garantías de los partidos políticos que integran la coalición gubernamental en Grecia de que quienquiera que sea el ganador de las elecciones de abril, cumplirá con las exigencias de Bruselas.
Europa pide a Grecia ajustes por 3.300 millones de euros, que incluyen una reducción del 22% del sueldo mínimo, la supresión de 15.000 empleos públicos y recortes en las jubilaciones.
Y la población griega también pierde la paciencia.
El jueves, en Atenas, toda la prensa reaccionaba a las declaraciones del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que comparó a Grecia con un 'pozo sin fondo'.
'No acepto que mi país reciba las burlas de Schäuble', dijo el presidente griego Carolos Papulias.
El fin de semana las masivas protestas contra los ajustes desencadenaron en una verdadera batalla campal en Atenas, con saqueos e incendios, que dejaron a varios edificios emblemáticos de la ciudad, reducidos a cenizas.