“Desde niño me dije: Yo nunca voy a estar con el gobierno”
Jorge Zedán, empresario salvadoreño que fundó Canal 12, falleció el domingo pasado a las 6 de la mañana en Sonsonate. Zedán sostuvo durante muchos años Canal 12 con bloqueos de la empresa privada y de algunas administraciones; demandó a la empresa telefónica Telecom por intervenir sus llamadas y padeció un secuestro de seis días en el año 2000. Considerado el tutor de Mauricio Funes, a quien mantuvo como jefe de noticias en el canal aún cuando esto le trajo costos políticos y económicos, mantenía muy poca relación con él desde que ganó la presidencia de la República.
Zedán fue un empresario atípico, que en no pocas ocasiones mantuvo posiciones políticas públicas distintas, incluso contrarias a las que expresaban las gremiales empresariales. Se granjeó críticas de varios empresarios durante el gobierno de Napoleón Duarte, cuando ANEP llamó a una huelga general y Zedán decidió mantener las operaciones de Canal 12.
Tuvo enfrentamientos con el presidente Alfredo Cristiani y, sobre todo, con el presidente Francisco Flores, a quien acusó de bloquearle la publicidad y de estar detrás de las intervenciones telefónicas.
En 2007 se sentó para una larga entrevista con El Faro, en la que hizo un recorrido por su vida. La reproducimos ahora, para dimensionar mejor a Jorge Zedán.
Domingo, 11 de marzo de 2012
Por Carlos Dada, Edith Portillo y Sergio Arauz / Fotos de Edu Ponces
El empresario Jorge Zedán platicó con El Faro en noviembre de 2007, publicamos esta entrevista el 19 de ese mismo mes.
Con tanto problema que ha tenido, es increíble ver a alguien tan tranquilo y que parece feliz.
Bueno, los problemas no los he tenido yo. Los han tenido otros y yo me divierto. Es cuestión de principios mentales.
¿Cómo?
No podés caer en la trampa de que si fulanito te tiró un trapo te vas a enojar, o si no te tiró nada te vas a enojar. Lo que tenés que hacer es lo que hizo Jesús, si te quieren hacer un daño pedís “Perdónalos Señor, que no saben lo que hacen”.
¿Cuántas veces lo ha tenido que pedir?
Jajaja, un milenio, jaja.
¿Cuál ha sido la parte más difícil de su vida?
No sé cómo decírtelo porque no he tenido partes difíciles, sino momentos de pensar cada 24 horas. Si yo paso el día bien ya estoy feliz para toda la vida, porque no sé si vendrá mañana. El mañana es una ilusión.
Pero me imagino que habrán partes más complicadas que las otras…
Ah sí, sí sí…
No es lo mismo la inauguración de Las Veraneras que el día de su secuestro, pues.
Sí, tenés razón, pero trato de ver eso como un sistema de cosas. Con lo del secuestro, si me hubieras visto en el momento, mis actitudes fueron bien naturales, bien aceptarlo porque no tenía otro camino que aceptarlo. Dependiendo de la mente que estás manejando en ese momento.
Nunca habló de su cautiverio…
Nunca.
¿Por qué?
Porque acordate que en ese momento yo tenía problemas con una empresa…
Hablamos de Telecom y las intervenciones telefónicas…
Sí, estamos hablando de eso. El secuestro fue el 8 de julio del año 2000, a las 11 y 20 de la mañana. Yo iba para Las Veraneras porque estábamos desarrollando el proyecto. Y así comienza una linda etapa de mi vida.
¿Pero por qué nunca habló del cautiverio?
Una por seguridad, y segundo por la facilidad que manejé para salir bien en los seis días.
¿A qué se refiere con eso?
A que yo manejé la situación con ellos, para que me dejaran salir o tomaran medidas conmigo. Llegamos a un acuerdo económico. Estaba preocupado por mis hijos y ya los había mandado a Estados Unidos, estaba de moda el secuestro. Yo aproveché el momento porque estaba adentro y podía negociar desde ahí. Me dejaron solo como 24 horas amarrado y yo pensando qué hacer. Cuando llegaron yo ya estaba preparado para la negociación.
¿Qué les dijo?
Les dije o me hacen algo ya o me aceptan esto. Cuando me agarraron yo pensé que eso era por lo que estaba psando por las intervenciones telefónicas y eso.
Usted pensó entonces que era un atentado…
Bueno, eso pensé en ese momento, que si se deshacían de mí se deshacían de todo lo que yo tenía en esa época.
Cuesta mucho recuperarse de un secuestro…
Al día siguiente ya estaba trabajando. Pero saqué un artículo en el periódico agradeciendo a todas las personas que estuvieron haciendo misas y pidiendo por mí. Ese momento cuando salgo estoy tranquilo. Dos días después me puse a pensar qué hacer con tanta gente tan linda que mandó cartas etcétera, a la mayoría yo no los conocía, entonces hice ese artículo que puse “Gracias por mi vida”. Salí un viernes, el sábado creo que me fui al cine y el lunes ya estaba en mi oficina.
¿Al siguiente día de su secuestro se fue al cine?
Pues sí, y qué otra cosa se puede hacer. Sólo podés hacer tres cosas. Pegarte un tiro, perdonar o no olvidar. Tenés que no pensar lo que tenés en el cerebro, porque ahí lo tenés y sigue dando vueltas.
¿No pensó en emigrar?
Nooo. Con que no lo pensé con la muerte de los jesuitas y de Monseñor Romero, que me tenían clavado como comunista… Y este no era un secuestro para perjudicar a Jorge Zedán.
Entonces los perdonó
Les di la mano y les dije este dinero es para ustedes, pero úsenlo bien, dicen ustedes que es para los pobres, pues dénles de comer. Y le di la mano al jefe y le dije soy un hombre de honor y ese dinero lo vas a recibir mañana. Ahora tú como hombre de honor que podés ser prometeme que al recibir esto me vas a dejar libre. Si no, ahorita terminemos con esto.
¿No le dio miedo?
No. No me preguntés por qué pero no me dio miedo. Soy un hombre cristiano, y dije Jesús, tú no quieres que muera ahora, estoy en la mejor etapa de mi vida…
Y luego le esperaba el pleito con Telecom
Sí, seguimos y les ganamos el juicio.
¿Cómo empezó eso?
Con alguien que tenía un problema con su teléfono, nosotros teníamos la empresa Saltel. Y habían tres códigos que ustedes han oido, el B3 es una llamada ocupada. El B6 es una llamada limpia y el B9 es una llamada intervenida. El B9 es cárcel. Antel tenía órdenes de hacer esas intervenciones, y a Telecom le obligaron a seguirlo haciendo. Entonces yo voy a ver qué pasa con el teléfono que estaba fallando, y nos damos cuenta de que lo estaban interviniendo.
Y después se dio cuenta de que hasta el suyo estaba intervenido.
Sí, es bien fácil. Yo quiero hablar con Carlos, marco y desde mi parte llega la señal a la base, que era y es Telecom, todas las empresas telefónicas pasan por ahí. Y uno de mis directores ejecutivos se da cuenta de que los B3 y B6 no se quedaban ahí, que pasaban al B9. Y entonces funciona así, yo le marco a Carlos, llega a Telecom pero antes de llegar a él llega a la Presidencia de la República y de ahí pasa donde Carlos. Eso es lo que pasó con esa llamada.
Telecom no estaba autorizada a usarla… Es decir, técnicamente, ¿su empresa no podía hacerlo también?
No, porque para eso necesitaría tener un cable hasta Casa Presidencial.
Ya, y esa era la presidencia de Flores.
Sí, esa era la presidencia de Flores. 127 teléfonos intervenidos. Eso salió en El Diario de Hoy.
Sí, casi les cuesta el puesto a varios en ese periódico
Sí, fue duro. Pero yo siempre dije que el B9 está en Telecom, pero quien interviene las llamadas es la Presidencia.
Pero si Telecom no tenía responsabilidad… ¿Por qué perdió el juicio?
Porque no había quitado el B9. Al final lo quitaron. Yo creo que hay teléfonos intervenidos ahora, y van a haber siempre.
¿Cómo sabe que ya no le están interviniendo el teléfono ahora?
El único que te puede decir es Telecom, pero creo que no lo está haciendo. Ya ahora las cosas también han cambiado. En ese momento fue muy difícil para mi acusar a un gobierno.
Bueno, pero tampoco fue la única vez que se metió en problemas con Flores, jaja
Jaja, sí.
Con ninguno tuvo tantos problemas, ¿verdad?
Bueno, con Cristiani tuvimos problemas. Con Duarte tuve problemas pero terminamos siendo grandes amigos.
¿Y eso fue por lo de los dólares?
Sí. Un día me llaman a las dos de la mañana y me dicen “¿Hablo con el señor Zedán? Le va a hablar el presidente”. Primera vez que hablo con un presidente de esa manera. Y el canal Doce no era todavía el Canal Doce de 1987. Y me dice el presidente Duarte: “Usted ha cometido un delito, porque está acusando a mi hijo de ladrón”. Le dije no sé de qué me está hablando, Presidente. “Vea su canal, ahí está”, me dijo. Yo realmente no veía mucho el canal en esa época. Le dije “no sé de qué me habla, pero si usted quiere lo voy a ver mañana en la mañana, yo soy amigo del señor alcalde”, que era Alejandro, su hijo. Entonces le hablé a Nacho.
A Nacho Castillo, supongo.
Sí, era mi director ejecutivo. Y le digo Nacho, adónde queda el canal, porque yo ni sabía. Nacho me fue a traer a esa hora, y en realidad lo que había pasado es que el periodista había ido donde un juez a preguntarle si era cierto que alguien estaba vendiendo dólares, y le preguntó al juez si estaba involucrado el alcalde, y el juez dijo que lo estaba investigando. Cuando llegamos a las siete con Nacho a Casa Presidencial. Le pusimos el video, en realidad el Canal no había dicho nada más que eso. Y él se dio cuenta que era mentira que habíamos acusado a su hijo. Me pidió disculpas y ahí nació una amistad muy fuerte.
Bueno, pero luego tuvo problemas con una entrevista que le hicieron a Schafik en Costa Rica.
Sí, pero eso fue con Cristiani, antes de la ofensiva final. Nacho me dijo que iba a llegar el presidente Cristiani al Canal.
¿Ya la llevaba Mauricio Funes?
No, la llevaba Salvador Castellanos. Mauricio andaba justamente haciendo la entrevista con Schafik en Costa Rica. Pero el jueves me llama Nacho, ya todo estaba preparado, habíamos sacado hasta anuncios en la tele porque era primera vez que el presidente iba a venir al Canal. Y me dice Nacho el día antes “No viene el Presidente”. Y le digo mirá, tenemos que hacer algo. “Tengo una muy fuerte pero buena”, me dijo. “Una con Schafik”. Y le dije la pasamos mañana. Esa fue la famosa entrevista, el presidente Cristiani en el Canal dos y Schafik en el Doce.
Uff, ahí fue el pleito.
Poco antes se habían llevado a todos los periodistas del Canal, Cuarenta y dos se llevaron a TCS, y pensaron que me iban a destruir. Se llevaron a Julio Rank y a Roxana Lemus etcétera. Y luego salió Salvador Castellanos haciendo las entrevistas. Para la del presidente Cristiani me contaron que él llegó con su gabinete y les preguntó qué les había parecido la entrevista, y casi nadie la había visto, todo el mundo había visto a Schafik, jaja. Yo creo que el presidente se está riendo ahora también. Entonces nos dieron la orden de Casa Presidencial de pasar el fin de semana la entrevista con Cristiani.
¿La del Canal Dos?
Sí, jaja.
A ver a ver, vamos más atrás. Usted era un empresario de Sonsonate, y después de hacer fama y fortuna se mete a medias de comunicación.
Bueno, yo no era empresario. Mi primer negocio fue una barbería, o sea que yo no era empresario sino que barbero.
Jajajaja. ¿Y por qué una barbería?
Yo me fui a Estados Unidos a aprender inglés cuando tenía 18 años, me fui a San Francisco y todo el mundo hablaba español. Así que yo lavaba carros, pero quería aprender. Y me fui a Boise, Idaho. Ahí no había nadie que hablara español.
¿A Boise Idaho? Esas no eran ganas de aprender inglés, sino que de perderse.
No, pero es que no había otro lugar. Yo tenía un amigo ahí era el único que hablaba español ahí. Y ahí había una escuela donde podía aprender. Mi amigo tenía una barbería, y así aprendí. Me daban comida por dar clases de español. El dueño de la barbería era un español de Barcelona, y yo llegaba todas las semanas ahí porque por primera vez veía una barbería con aire acondicionado, en Sonsonate, con aquel calor, y no había aire acondicionado. Cuando regresé a Sonsonate, yo así conocía una mujer, hablando inglés, era americana, bueno es americana.
¿Y por qué voltea a ver a Eric (su hijo)?
Por que es su mamá espiritual, Laura, yo me casé con ella, Eric es hijo de una hermosa mujer, pero a Laura le dice mamá.
O sea que lo de Laura duró…
Veinticinco años. Después me volví a casar, después… me volví a casar…
Jajajaja.
Bueno, entonces puse mi barbería con aire acondicionado, y ahí empezaron mis sueños y mis delirios.
Debió haber sido una gran novedad en Sonsonate.
El gobernador me prohibió poner aire acondicionado, porquie la gente se quejó de que daba catarro.
Jajaja, ¿en serio?
Sí, entonces hablé con un tío mío que en esa época era ministro, el coronel Óscar Bolaños, que me ayudó a poner la barbería. Llegaban las viejitas a sacar a los cipotes porque decían que se iban a enfermar.
Entonces no le fue bien.
Cómo no. El problema es que los barberos eran bolitos, bolitos. Me daban un colón por día, por dejarlos cortar el pelo ahí. Era un dineral.
¿Y puso más barberías?
No, después puse una cafetería, pegado a la barbería. Después puse un super, el primero de El Salvador. Después vino el Cash.
¿El Cash?
Sí, era un Night Club.
¿Un night club?
Sí. No se ría mucho.
Jajajaja. ¿Y eso fue en Sonsonate?
Sí, yo no había salido de Sonsonate. Bueno, pero todo esto es off the record, jajaja.
Jajaja, no, aquí no hay off the record.
Ah pues aquí paramos, jajaja.
Bueno, ¿Y después del Cash? ¿Se vino para San Salvador?
No, me quedé todavía, hice una alianza con una persona que yo admiro y quiero mucho, don Roberto Freund. Ellos fueron los primeros judíos que yo conocí sin conocer que eran judíos y que yo era árabe. Y le tengo un gran cariño.
¿Y cuando se dieron cuenta de que uno era judío y el otro palestino?
Al contrario, hicimos una gran amistad.
¿Con ellos qué hizo?
Hicimos la primera sucursal de Freund, allá en Sonsonate. Y después la primera sucursal de la Casa de Respuestos, etc. etc., …. La terminal… ah por eso tuve un pleito con (el ex presidente) Rivera. Me echó de Casa Presidencial.
¿Y eso por qué?
Yo estaba desarrollando un proyecto de una terminal en Sonsonate, porque llegaban los buses de Sonsonate, Armenia, Izalco y toda esa zona. Y decidí hacer una terminal, pero un buen amigo le dio la idea a Rivera de que fuera de economía mixta. Y ahí a mí ya no me gustó. Y fui a ver el presidente, por un capitán que era amigo mío. Entonces llegué y me dijo “mirá, eso no es un asunto privado, eso tiene que ser público”. El coronel Rivera fue en realidad el primer socialista que hubo en nuestro país. Y yo lo miré, luego fue mi gran amigo, y él estaba de ultra derecha y él estaba de izquierda. Yo en realidad digamos que nací de derecha, pero no soy de derecha, tampoco soy de izquierda, yo soy liberal.
Pero los últimos gobiernos del país lo miran a usted como alguien de izquierda.
Y me alegro que me miren así.
¿Por qué?
Por joderlos.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Pero yo soy un hombre social, digamos del socialismo pero del sano, cristiano, por eso es que digo que soy liberal.
¿Pero en qué sentido es de derecha?
Pues yo me acuerdo que la última vez que llegaron del sindicato… creo que del laboratorio (uno de sus negocios)… y de eso no hay necesidad. Yo no estoy de acuerdo con las huelgas, por ejemplo.
¿Y no cree entonces en los sindicatos?
No. No deberían de haber, si este es un país realmente libre, liberal. Tú no ves sindicatos en Europa. Hay pero en términos de los arreglos que puedan hacer.
Hay enormes sindicatos, y muy fuertes. ¿No le parece que si no hay es partir siempre de la buena voluntad del empresario?
Es que no entiendo por qué si tenés uno, cinco, diez empleados tienen que aceptar “esto es lo que te voy a dar, si no te vas”.
Pero pasa.
No.
No digo que en sus empresas, pero sí en el país.
Sí, en el país y en el mundo.
¿Y cuando eso pasa no son necesarios los sindicatos?
Es que es lo que te digo. Nosotros hemos tenido docenas de empresas, todavía no recuerdo una persona que haya protestado… nosotros en las empresas… vaya, el salario en Las Veraneras. El mínimo ahorita creo que anda por 150-175, y nosotros les estamos pagando 300, y en el campo. Y los dueños de terrenos allá, que tienen gente trabajando, se vienen a quejar conmigo porque les pago eso.
“Porque está pervirtiendo el mercado laboral”.
Sí.
¿Y eso de Las Veraneras en qué ha terminado? Al final le habían detenido la obra para construir el muelle por el impacto ambiental que podía tener.
Hay un error. Las Veraneras no tuvo nada que ver con lo del muelle. Fue Jordan, la empresa, que estaba haciendo una marina.
Que era dentro del proyecto de Las Veraneras.
En realidad Las Veraneras no existía como proyecto cuando empezó eso. Lo que había era la venta de terrenos. Y empezaban los negocios, restaurantes y todo eso. y Jordan vio entonces la oportunidad de hacer una marina. Ahí peleamos seis años de permiso y nos lo negaron en el gobierno de Flores, pero nos lo aprobaron hace un año, ya en el periodo del presidente Saca. La aprobación es legal. Pero fue un error que se metieron arquitectos, ingenieros, de abrir unos 20-30 metros para ver si el agua, si el viento no iba a fregar con los yates que pasaran, etc. etc. y eso hizo que cometieran el error. Yo también cometí un error, porque yo pude haber dicho “no, ellos tienen la culpa”. No fue algo con mala intención. Y lo que sí pasaba en ese momento también fue que, fue por ahí por enero, a mí me estaban entregando uno de mis como 70 premios que me han dado, el famoso “Hijo Meritísimo”.
El que le dio la Asamblea Legislativa”.
Exactamente. Y ese le dolió a mucha gente.
Usted se ha ganado algunos enemigos.
Es que pensaron que yo iba de candidato del FMLN.
¿Por qué dice eso? ¿Por qué lo pensaron?
Porque los 84 diputados, primera vez en la historia de El Salvador, que los 84 dan un “Hijo Meritísimo”. Después de eso es que vienen las reacciones.
Pero no entiendo, ¿por qué por eso pensarían que iba de candidato?
Porque se mencionaba… yo respeto al Frente, tengo a grandes amigos en el Frente…
… como Mauricio Funes.
Mauricio es más que amigo, viene siendo como un sobrino espiritual para mí. Fueron 23 años que estuvo trabajando conmigo.
¿Y a sus enemigos cuándo se los empezó a ganar? Supongo que cuando fue la huelga contra Duarte.
Cuando fue esa huelga empezó una reacción negativa para Canal 12, para Nacho Castillo, a Nacho lo querían destruir, decían que era comunista. Y ahí está Nacho (hace una pausa), que ahora ya no es comunista, jaja.
Ja, ja, ja, ja, ja. Bueno, pero entonces me imagino que les molestó que un empresario no le entrara a una determinación de la ANEP de hacerle huelga al presidente Duarte.
Sí. Al presidente Duarte yo lo fui a ver… yo a él ya lo conocía. Y cuando me di cuenta de la famosa “cascada” que estaba impulsando él, yo creía que estaba cometiendo un gran error, y lo busqué. Él fue un gran amigo, y muy diferente a lo que los medios decían de él…
Y por eso no entró usted a la huelga.
No, cuando me di cuenta de que era un error hablé con uno de sus secretarios privados. Y entonces hablé con él por teléfono. “Mirá, ¿es cierto que vas a lanzar un decreto que tal y tal cosa?”. La famosa “cascada”. Y me dice “¿estás molesto porque te va a tocar?”. Y yo “no, no, yo no tengo problema. Cierro todos mis negocios y me quedo solo con uno, y me quedo con el pisto”. Y ahí se sorprendió. Entonces le expliqué lo que se podía hacer para evitar que algo así sucediera. Y me dijo que quería hablar conmigo. Convocó como a 15 empresarios, de ARENA, de todos lados, que era gente muy conciente de ayudar a Duarte en el sentido de explicarle. Él oía mucho, pero muchas veces no escuchaba a mucha gente.
Pero bueno, nos despedimos y a los tres días llegaron a verme gente de ANEP, de la ASI, la Cámara de Comercio… iban el Dr. Rodríguez Porth, Riqui Simán … y un señor que ahora creo que trabaja en Roble. Y me dijeron que tenía que cerrar.
¿Y usted qué les respondió?
¡Yo les dije que no!
Ja, ja, ja. ¿Ajá?
Yo no me opuse, sino que quería saber el porqué. Si era por la “cascada” estaba de acuerdo, pero había otros métodos.
¿Usted estuvo de acuerdo o se oponía a la reforma fiscal que estaba impulsando el ex ministro de Hacienda, Guillermo López Suárez?
Él es una de las personas que es una pena que el presidente Saca lo haya quitado. Pagar impuestos depende de cómo esté uno mismo, de cómo desarrolles tu empresa.
Si gana Mauricio Funes y viene y le dice “mire, algunos grandes empresarios como usted, que tiene tantos márgenes de ganancias”…
Ojalá que pagáramos más impuestos. Es que todo depende de cómo manejés tu empresa. Por pagar más impuestos podés quebrar, pero si manejás bien tu empresa y pagás tus impuestos, no quebrás. Es una cuestión de adelgazamiento fiscal. Hay muchos empresarios buenos que pueden hacerlo, pero también hay corruptos. Como ayer (lunes 12) que, en el programa de Nacho, Mauricio dijo “los empresarios que han evadido, van a tener que pagar”.
Y Nacho dijo nombres de empresarios. Mencionó a Poma, Kriete, Callejas…
Y a Tomasito Regalado creo que también lo mencionó.
¿Cómo es su relación con estos empresarios?
A Ricardo Poma no lo conozco bien, nunca he estado en alguno de sus negocios, lo conozco nada más de lo que sale a veces en los medios. A Tomás Regalado lo veo a veces en Sonsonate porque allá tiene negocios, pero no te puedo decir mucho, no tenemos relación de amistad. Talvez con el único que te puedo decir que sí tuve relación de amistad es con Paco Callejas, él sí fue uno de mis viejos amigos desde que tenía él quizás unos 17 años. Él vive en otro mundo ya, yo vivo en el mío…
¿En qué mundo vive usted?
¿Yo? En el mundo del amor.
Je, je. ¿Y eso qué quiere decir?
No el amor que estás pensando.
Ja, ja, ja, ja. Es que se oye fácil, ¿pero qué significa, pues?
Significa tres cosas, según Jesús: la fe, la esperanza y el amor. Cuando Pedro le pregunta a Jesús cuál es el mejor mandamiento, te hablo así porque yo pasé nueve años estudiando la Biblia, y prediqué.
¿Dónde predicaba?
En las calles, tocando puertas, cada por casa.
¿Cómo católico o como evangélico?
Como testigo de Jehová. Fue ahí por el 69-70. Pero yo no soy de ninguna religión.
¿No se congrega en ninguna?
No. Es que qué es religión…
Vaya, espere… es que ahorita vemos dos imágenes que contrastan: cuando era joven todo eran carros, mujeres y rock and roll, y luego nos habla de cuando era testigo de Jehová. Son imágenes que contrastan un montón.
No, es parte de la vida que tenés que vivir si querés vivirla bien. No digo que tenés que tomar y fornicar con un montón de mujeres para vivir la vida. Son circunstancias de la vida que se dan en un momento dado, pero cuando ya tenés asentada tu vida, cuando estudias a Jesús, te das cuenta… si buscas en el diccionario qué es religión, son “un conjunto de normas a seguir”.
Y usted pasó esta etapa en el momento que dejó de tomar y fumar.
Ajá.
Dijo “voy a cambiar”, y cambió del todo.
Ajá.
Uy, pues yo voy a tener que buscarme las mujeres y el rock and roll antes de llegar a eso. (Risas generales)
Ah, pero lo que les estaba diciendo, de cuando Pedro le preguntó a Jesús sobre el mejor mandamiento. Y entonces le dijo que “Amar a Dios por sobre todas las cosas” y “Amar a tu prójimo como a ti mismo”. Yo te pregunto algo: ¿tú amas a tu prójimo como a ti mismo?
A unos más que a otros, ja, ja, ja, ja. Y estoy seguro que usted también, ja, ja, ja.
Ja, ja, ja. Pero la pregunta iba por otro lado: “como a ti mismo”. ¿Cuál es el primer paso entonces? Amarse uno mismo. Esa pregunta hacétela todos los días frente al espejo. A ver, (y simula estar frente al espejo con un cigarro, el cigarro que Carlos Dada acaba de sacar de la cajetilla y está a punto de encender), a ver, (simula toser) ¿Yo me amo?
Ja, ja, ja, ja. ¡Qué ahuevada!
Es que no te podés ver amándote a ti mismo con un cigarro en la mano. O cómo podés amar a tu prójimo si sos un alcohólico.
¿Usted ya no bebe nada?
Desde hace 30 años.
Después de que le costó tanto el canal, “El canal que se atreve”, “Porque lo hacemos aquí”… ¿Por qué decide vender algo que le ha costado tanto?
Allá por 1996, empieza ya toda la bulla de la privatización, y de la globalización. Entonces nosotros todavía teníamos problemas porque no teníamos publicidad, etc., etc.
¿Sentía que le bloqueaban la pauta publicitaria?
Sí, definitivamente.
¿Quiénes?
El poder económico. El único que no se fue a la huelga había sido el 12, cuando todo mundo cerró. Pero lo de la venta del canal fue estrictamente inteligente entonces. Yo ya había oído a Orlando de Sola decir que iban a privatizar el canal 8, que lo iban a hacer en una subasta, entonces empecé a pensar ¿qué voy a hacer yo? Canal 12 estaba peleando con canal 4, el 6, el 2, y no importaba que saliéramos tablas porque estábamos subiendo, en términos de contenido. La mejor entrevista, las noticias… pero viene la globalización, y digo “hacer en este momento una inversión en un país globalizado es un riesgo, pero no hacerlo es un suicidio”. Qué contraste. Y estuve peleando 17 años por que Canal 12 se quedara. Si no acepto…
Pero ya no es suyo
No, no, no… pero peleé 17 años para que ese canal no se fuera de ahí. Y me costó, me costó porque en un país globalizado invertir es un riesgo y no invertir es un suicidio… tu sos aquí una persona que conoce pero no sos una persona que tiene el capital social de Ricardo Salinas, yo no creo que nadie, ni los nombres que acabás de mencionar tienen el capital que tiene Ricardo Salinas. Estamos hablando de miles de millones de dólares, aquí no hay un capitalista que pueda tener ese capital… Por el Canal 12 yo ya había hecho lo que tenía que haber hecho por 10 años, había metido algo diferente a la televisión, algo muy independiente y valió la pena… Y ¿qué hizo?, Salinas mandó su documentos, no de canal 12, sino que de…
¿.. TV Azteca?
Sí… siete días después me invitó a México, porque ahí lo conocí, y yo te conté lo que hice, pedí en los bancos mi currículum, pedí todo. Me voy con él a almorzar a su casa y me dice “quiere un cigarro, don Jorge”. “No fumo”, le digo. “Pues hoy tiene que hacerlo porque tiene pisto”, me dijo. Ja ja ja
Ja ja ja
Entonces yo le digo, “Ricardo, te quiero enseñar mi currículum porque quiero que sepás quién soy”. Él me dijo, “usted cree que estaría en mi casa sino supiera quién ese. He mandado tres de mis personas, he solicitado gente de allá, me ha costado un poco de dinero”.
Entonces, le pregunté “¿Cuánto quiere que le de, un 25 por ciento del canal?”. Él dijo que quería más aunque con el 25 por ciento podía tener poder y tener un nombre fuerte. “¿49 por ciento? ¿51 por ciento?”, le dije, con eso tenía él poder de que no pusiera a otros directores, sino que quedara yo… pero él quería más. “75 por ciento”, le dije… con eso yo puedo ser director, nada más. El 25 por ciento te costaba dos millones, el 75 por ciento te costaba siete u ocho millones. Eso era.
¿La cifra de la venta?
Sí, porque nos fuimos a celebrar… Siete millones 900 mil, esa fue la cifra con una condición que tuviera los documentos por 10 años… pero no quería, así que dijimos “pongámosle cinco años renovable, pero me va a firmar que la prórroga la voy a tener yo” y me dijo que sí, por eso es que en el canal se quedó Mauricio y yo lo manejaba… 79, 80, 81… comenzó el problema de Mauricio con Flores.
¿2001?
Sí, ahí tuvimos un problema.
Fox le llamó a Salinas Pliego y él llamó a Flores, ¿no?
Exactamente.
No, él llamó a Mauricio.
Él llamó a Mauricio y mandó a sus dos abogados para que vinieran a despedir a Mauricio, pero vale la pena decir que fue el presidente de México y el presidente de TV Azteca los que dieron la orden que recibieron del señor Flores. Se fue Mauricio y me quedaron tres años más.
¿Al final acabó vendiendo todo?
Todavía me debe porque le di cinco años para pagar el 25 por ciento que tenía.
Ya a un nuevo dueño, ¿verdad?
No sé si la persona que compró eso es el verdadero dueño.
¿Usted ya está bastante desentendido del Canal 12?
Sí, si, si… yo estoy ahí, en el edificio del canal.
¿El canal 12 que usted ve ahora le satisface?
No, no es lo mismo. Soy muy amigo de todos los periodistas… me tienen cariño, pero no están trabajando como ellos quisieran trabajar posiblemente.
¿Cómo le cayó la salida de Mauricio?
Yo creo que fue bueno… fue bueno, viendo lo que está pasando ahora.
¿Fue bueno para el canal o para Mauricio?
Yo creo que fue malo para el Canal, pero creo que fue bueno para él. No malo por los periodistas que se quedaron, no… esos son buenos, todos son buenos. Lo que pasa es que ahora no es como en mi tiempo, donde yo permitía que dijeran la verdad, la sana moral y que investigaran. Después, sea quien sea, que se dijera la verdad. Ahora no, ahora es al revés y lo ves en el Canal, como que algo no va con la investigación, no va con… etcétera, etcétera, etcétera. Lo podés ver, sobre todo aquí y podés ver quién quiso hacerlo así por alguna razón.
¿Usted sigue estando cerca de Mauricio?
Él ha estado conmigo 23 años…
¿Es correcta la siguiente afirmación: Mauricio Funes tiene un tutor y un padrino. El tutor se llama Hato Hasbún y el padrino se llama Jorge Zedán?
¿Que yo sea el padrino de Mauricio? No creo que necesariamente tiene que ser el padrino, por ejemplo. Pero, Jorge Zedán es un buen amigo de Mauricio.
O sea, alguien que lo impulsó para que creciera, que lo ha apoyado… que lo ha cargado, empujado…
Nunca lo hice con Mauricio o con el mismo Nacho, que también trabajó conmigo bastante tiempo. Nunca fue con la intención “de”.
Lo entiendo.
Nunca fue con esa intención. No, a Mauricio le tengo un gran cariño, lo admiro porque solito hizo todo lo que hizo y qué bueno que ahora esté compitiendo en una nueva elección, que Dios verá, como ha dicho ARENA y el Frente, será una campaña diplomática…
¿Diplomática? no creo
Bueno, es con lo que El Faro se va a divertir. Ja ja ja
Ja ja ja… Ya estamos viendo cosas que no parecen muy diplomáticas Ni diplomáticas ni democráticas, pero va a ser interesante.
¿Qué le parece Tony Saca?
Es un muchacho al que le tenía mucho cariño… le tengo cariño. A Tony lo conozco desde 1986 cuando él llegó al canal, después de TV4 Deportes… no sé si te acordás, TV4 Deportes se transmitía los domingos con Mauricio Saade Torres, Sergio Gallardo y Tony, los tres eran los locutores del partido de fútbol de ese día manejados por Saade Torres. Por alguna razón se fueron y llegaron hasta mi, ahí es que nace Gallardo con ¿Cómo quedaron? Según Tony, el 2 de noviembre de 1987… lo estoy diciendo porque él lo dijo enfrente de 300 personas… Que yo le vendí sus primeras radios. Yo no me acordaba, pero me llamó la atención porque en ese momento podían pensar mal porque Tony acababa de quedar como presidente, estábamos inaugurando el Parque Las Veraneras, lo invité y llegaron como 340 personas. Me sorprendió y todos se quedaron así.
Usted no es hombre que se haya quedado quieto con el pasar de los años, sigue muy dinámico y muy activo… …
Con un poquito de canas nada más.
Sigue haciendo muchas cosas, pero si existiera un alto, ¿cuál ve usted como su gran legado al país o la sociedad?
Bueno, yo creo que mis hijos saben cuál es mi legado. Mi legado es el amor… no el amor carnal, sino el amor espiritual, eso que yo entrego y que si falla tengo que recuperarlo en menos de 24 horas. Eso es lo que he tratado de hacer en vida con la gente que yo veo en La Unión, en Sonsonate, en Acajutla…
… Pero no le dieron el título de Hijo meritísimo de El Salvador por amor, pues.
Bueno, si hablamos de algo un poquito más material. Hay una frase que dicen ellos en el documento que me dieron, el legado que dejo es que he sido un hombre que he hecho y lástima que no lo tengo aquí el título, pero les puedo hablar por teléfono para decirles exactamente lo que dice ahí. Es… para un hombre que ha entregado su vida por la sociedad, ellos ya lo pusieron porque razón y le puedo dar por teléfono lo que está ahí, pero lo que está aquí adentro.
Pero en términos políticos, democráticos, el legado suyo es la democracia.
Eso es lo que dicen, lo que te estoy diciendo que se puede leer. Yo he peleado por la democracia y eso es un legado que pudiera tocar ese tema. Pero hay un tema más profundo que es el que yo menciono, que tiene que ver con… porque si hacés patria, es democracia. Si hacés patria es política; si hacés patria hacés un cambio de mundo en un país como El Salvador, es una realidad. Pero hay algo más profundo porque ya estás involucrándote, no porque querés ser presidente o porque querés tener dinero o ser amigo de los ricos o de los pobres, no. Sino porque tu naces y sufres… y sufres, el caso de mi papá. Mi papá me decía que hay que ser gobiernista para sobrevivir –te estoy hablando de 1945 o 1946 por ahí, cuando yo tenía 11 años- y cuando vi que lo amarraron y se lo llevaron para pedirle dinero, igual que los secuestros de ahora… entonces se llevaban a los turcos para pedirles dinero, a él le pedían zapatos, camisas… botones. Una vez lo veo y le pregunto porqué, y él me dijo que tenés que ser gobiernista.
¿Gobiernista?
O sea, tenés que estar con el gobierno. Entonces yo dije, yo nunca voy a estar con el gobierno y tenía entonces nueve años y nazco yo.
Pero era una época distinta, usted dice que se llevaban a los turcos porque había una marginación racial tremenda que ya no hay.
Pero cuando te agarra joven, a los ocho o nueve años, se te queda aquí. No te acuerdas, pero aquí está; no tratas de acordarlo, pero aquí está. Eso te hace ser un hombre diferente de cualquier manera… me podría haber hecho alcohólico –“pobrecito mi papá”-, me pude haber hecho ladrón, para quitarle a los que le robaban, pero no, nos quedamos con los de abajo.
Yo me acuerdo que en una reunión en el Club Árabe, ya hace algunos años, cuando iba a venir embajador palestino en México, estaba usted, Schafik y varios miembros prominentes de la comunidad árabe… empresarios de origen palestino… me acuerdo que cuando salieron de la reunión yo estaba con usted y llegó Schafik y le dijo: “estos turcos ya me tiene mareado”. Ja ja ja
Ja ja ja.
Es chistoso porque lo estaba diciendo un palestino a otro.
Ja ja ja. Y es que nunca fuimos turcos, éramos palestinos.
¿Usted ha asumido mucho su origen palestino?
Sí, yo amo Palestina.
Ha ido un par de veces..
En las dos veces que he recibido los premios de la Asamblea. Uno fue en 1996, yo dije algo de eso, y dije que yo amo mi sangre árabe. Así lo dije y tu sabes que fue bien difícil porque habían muchos diputados que no… sobre todo cuando mencioné a mi papá y a mi mamá, y quería llorar. Entonces, yo dije: “Papá tu sabes que yo no puedo llorar porque nunca me dejaste llorar, los hombres palestinos no deben llorar”.
Ni los mexicanos tampoco.
Ni los mexicanos. Entonces yo no sé llorar… vi morir a mi papá y me daba a pena a mi porque todo el mundo y yo no podía llorar. Pero ahí, lo que dije públicamente fue “papá, dejame llorar. Ayudame”.
Pero cómo habrá cambiado el país que su papá vivió con mucha marginalidad por ser de origen árabe y a usted le dan el hijo meritísimo.
Por eso mi herencia es el amor, no necesariamente mi herencia es lo que dice la Asamblea… eso solo es un mensaje del amor que yo he puesto por mi país. Yo de veras he puesto amor por mi país y he peleado. No soy de los que quieren morir valientes, no yo soy cobarde… prefiero salir corriendo. Pero, trato de ser lo más limpio posible con el amor mío.
¿La amistad con Schafik venía por ese origen árabe?
Fijate que yo conocía a Schafik con Joaquín Villalobos por Doris, mi secretaria que todavía está conmigo. Eso fue en 1992, despuecito de la firma de la paz… A los dos días me dice Doris, “ahí está este”, era Villalobos y yo no lo había reconocido. Y ahí estaba Schafik en una mesa y nos saludamos, “¿Qué tal don Jorge?”, “Bien, bien”, “¿Cómo está mi paisano?” y así bien claro. Entonces empezamos a platicar y yo le pregunté cómo me veían ellos allá afuera. Entonces, dice: “Te acordás que un día que estábamos viendo un programa, una entrevista –no creo que era de Mauricio Funes, era de Salvador Castellanos, que era una entrevista muy buena-. Bueno, él es el dueño de ese canal que tanto mencionas, ese Zedán”.
“¿Quién es ese Jorgito Zedán? ¿quién es este turquito?”, eso me lo dice Joaquín frente a Schafick. Villalobos me dice: “¿Decime de dónde son?, y Schafik le dice, “los Zedán, estoy seguro que son de Sonsonate y este turquito que vos decis tenemos que cuidarlo porque lo podemos perder”. Ahí empezó una plática muy seria… “A usted lo hemos cuidado. Usted no se ha dado cuenta, porque usted no usa seguridad, no tiene guardaespaldas y no tiene en su casa seguridad. ¿Y por qué lo tenemos que cuidar?, porque usted ha sido el único… que dice las cosas.
¿Y a partir de ahí se hizo muy amigo de Schafik?
De Schafik y de Joaquín.
¿Y todavía se comunican?
Con Schafik dentro de unos 10 años. Ja ja ja… o unos 20.
Ya se por qué se ve al espejo.
¿Por qué?, perdón
Es el truco de Oscar Wilde
¿Cuál?
Pasarle la vejez al espejo.
Debe de ser… ja ja ja
Ja ja ja
Con Schafik peleábamos mucho. Peleaba conmigo porque yo le decía “yo no puedo ser como tú, soy una persona diferente. No soy de derecha o de izquierda, si lo querés ver así. No se tiene que ser de una corriente… a ti te felicito, te admiro. A ti te tendrían de poner una estatua, te la mereces… te lo digo yo”. Y se lo dije en la casa, donde lo invité a cenar unas dos semanas antes de las elecciones y llegó con la esposa.
Me imagino que ya se reunió con Mauricio Funes estos días
Me puedo reunir con él todos los días.
¿Y a él qué le ha dicho?
Que me gusta su campaña. Esta lanzando una campaña muy diferente y no lo digo yo, lo dice ARENA… mis amigos de derecha de ARENA con que platicamos. De cada 10 personas que me hablan a la semana o al mes, ocho o nueve son de ARENA, no son del Frente.
Dicen que cuando uno tiene un medio de comunicación se vuelve un vicio y que cuando uno lo deja siempre está buscando cómo regresar a los medios. ¿Es ese su caso?
No.
¿No?
No.
¿Cómo hizo?
¿Cuál es la diferencia de amor?
¿Cómo?
¿Cuál es la diferencia de amor? ¿lo contrario al amor?
El odio.
No.
¿Rencor?
No, odio es… y te voy a poner un ejemplo: una mujer o un hombre que es dejado dice, “a este o esta lo odio porque me dejó por aquel o por aquella”. ¿Vos crees que lo está odiando o amando más?
Ja ja ja Bueno, usted tiene más experiencia en ese terreno.
Lo contrario del amor es la indiferencia. Si veo que mi esposa, que la he amado toda mi vida, me deja para andar con Juan Pérez; yo uso todo mi amor y digo “no, ella va a ser feliz”; y de ahí viene y me dice un chero: “Allá andaba tu mujer con Juan”. “Sí, pero yo ando con María ya”, le digo. Lo contrario al amor es la indiferencia, no es odio. El odio es el que te lleva a engatusar a tus hijos para que vean que todo lo malo que pase es culpa de ella. En cambio, con la indiferencia simplemente se perdona.
Y Enrique Altamirano, ¿por qué lo odia tanto a usted?
No lo sé, antes éramos muy amigos con Enrique. Pero un día de estos quiero escribir un artículo en su periódico, hablando del amor.
Vaya, él sí que necesita un poco de eso.
Ja ja ja, que conste que eso lo dijiste tú.
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