El Esperanto es el idioma vivo más joven del planeta. Este año cumple 125 años de existencia. Es una lengua internacional creada en Polonia, en 1887, por el Dr. Lázaro Zámenhof, un oftalmólogo ruso que se dedicó a formar, a partir de fracciones de otros idiomas, una lengua relativamente fácil de aprender para cualquier persona, no importando su lengua nativa. El Esperanto se encuentra entre los idiomas más difundidos, de las aproximadamente 6000 lenguas conocidas en todo el mundo. La Wikipedia en Esperanto ocupa el puesto 27 en cuanto al número de artículos escritos en esta lengua y es posible usarlo como idioma predefinido en Google, Skype, Firefox, GNU/Linux y Facebook, entre otros muchos sitios y aplicaciones. En la actualidad, el esperanto es usado en internet, en su mayoría en situaciones relacionadas con el turismo, este también posee literatura propia y su uso se extiende al teatro, el cine y la música. Existen medios de comunicación que transmiten en esperanto, como radios en Brasil, China y Cuba. El Vaticano también transmite contenidos radiales en Esperanto. Entre los hablantes nativos de Esperanto se encuentran la campeona mundial de ajedrez; Susan Polgár, el embajador alemán en Rusia; Ulrich Brandenburg, el Premio Nobel; Daniel Bovet y el financiero; George Soros.
A sus 20 años de edad, Eduardo Navas, un estudiante aplicado, se dedicó a aprender por medio de cursos en línea el idioma que más tarde enseñaría a otros, convirtiéndose en el primer profesor esperantista salvadoreño. A la fecha es el único salvadoreño miembro activo de la Universala Esperanto-Asocio, la Asociación Universal de Esperanto, la organización mundial más grande de hablantes de esperanto. A fines de 2003, la Universala Esperanto-Asocio decía tener 16 mil 978 miembros en 111 países del mundo.
Navas, que dice ser un comunista por convicción, explica que su interés por esta lengua está ligado a sus creencias ideológicas, debido a que el esperanto, a pesar de ser un idioma que se configuró a partir de fracciones de otros idiomas, no pertenece a ninguna corriente de idioma específica. 'El esperanto me libera del imperialismo lingüístico que imponen países como Estados Unidos'.
Aunque parezca un idioma extraño, nuevo y poco común, El Salvador es uno de los países a los que el esperanto incursionó hace más de ocho décadas. De acuerdo con los datos de la Asociación Universal de Esperanto, de la que Navas es miembro, existe un registro de salvadoreños esperantistas afiliados desde 1928. Los últimos contactos que la asociación hizo con esperantistas en el país datan de los años 80.
¿Quién quiere aprender esperanto en este país? ¿Por qué alguien quisiera dedicar al menos dos años de su vida para aprender esperanto? O, más bien, ¿quién tiene el tiempo de dedicarse a aprender una lengua cuya utilidad práctica es difícil de visualizar?
Eduardo Navas llega al café con pantalones formales, una camisa deportiva y una cruz colgada del cuello. Lo primero que le pedimos es que se presente, que se describa: 'Soy un joven de clase media baja. Estudié ciencias de la computación en la Universidad José Simeón Cañas gracias a una beca. Después de graduarme estuve trabajando casi tres años en la universidad como profesor, ahora estoy en la Universidad de El Salvador, enseño sobre sistemas operativos y sobre programación. Este año voy a estar trabajando en el área de programación pero para la carrera de licenciatura en matemática y licenciatura en estadística, pero siempre de la Escuela de Matemática. Soy una persona introvertida, curiosa, disciplinada y confiable'.
Me imagino que siempre llevaste las mejores notas en el colegio.
Ja, ja, ja. Sí, ese tipo de niño fui y también en la universidad, fui el primer cum (un cociente que determina el nivel de rendimiento académico) de mi clase. Cuando me propongo algo y estoy convencido de eso, avanzo. Antes pensaba que tenía el Síndrome de Asperger, cuando eso es grave ya está cerca del autismo. Y si lo tengo, es muy leve.
Ja, ja, ja, ok. Pero, ¿por qué esperanto?
A ver, cómo comienzo esa historia. Yo siempre fui una persona idealista, desde que comencé la adolescencia me volví un utópico y, además, comunista. En un artículo de internet que leí en el que hablaban sobre el antiimperialismo lingüístico, el autor explicaba cómo es que el hecho de que un país difunda o imponga, como quiera verse, su lengua, hace que este tenga poder sobre esos pueblos o países donde obliga a la gente a hablar su idioma. En nuestro caso específico es por supuesto Estados Unidos y todos los latinoamericanos queremos aprender inglés, igual que los asiáticos y los africanos. En algunos países debido a que fueron colonias hablan italiano, hablan francés. Entonces el hecho de imponer pacífica o militarmente la lengua de unos sobre otros eso da mucho poder político, económico, social y cultural. Básicamente, porque los conquistados no solo quieren aprender su lengua para ser como los amos, sino que para poder lograr eso tienen, de alguna manera, que aprender de su cultura. Y si alguien quiere aprender sobre mi cultura, yo le puedo vender artículos, revistas, periódicos, literatura, enseñanza, universidad, para que la adopte. Y así, lo otros se vuelven consumidores y eso da poder económico porque no ocurre al revés. Entonces, al final de ese artículo sobre imperialismo lingüístico, el autor proponía el esperanto como solución a ese problema, que no solo se da con el inglés y América Latina, sino que se da con el francés y el italiano en África o con el japonés en oriente.
¿Y eso te hizo click?
Exactamente. Al final del artículo el autor ponía unos enlaces donde se podía aprender y me metí para aprender.
¿O sea que esa en el fondo fue una decisión muy revolucionaria, llena de ganas de romper con el sistema capitalista que te impone la manera de ser y qué compartir?
Sí, así fue.
Vaya, yo lo entiendo como un joven que está intentando descubrir cosas nuevas, sobre todo a los 20 años que uno quiere saber para qué es bueno, en qué se ubica. ¿Pero de dónde vienen esas raíces comunistas o esas ganas de ir en contra del sistema?
No es rebeldía.
No, no rebeldía. Pero sí quizás un sentimiento más liberal.
Eso depende del estrato y del contexto.
¿Dónde estudiaste?
Estudié en las Escuelas Fe y Alegría en Soyapango. Fe y Alegría es una organización que fundó el padre Lolo, uno de los mártires de la UCA, de hecho el único salvadoreño, él fundó esa organización que tiene muchas escuelas y muchos talleres. Ahí enseñan cosas como carpintería y mecánica, pero hay varias escuelas que administran las Carmelitas Misioneras. Estudié en una escuela con valores más cristianos católicos, pero no demasiado conservadores, porque las carmelitas no son demasiado conservadoras, mucho menos los jesuitas. Después estudié en el Colegio Padre Arrupe, en Soyapango, ese fue fundado por un jesuita que venía de la UCA.
Entonces te fuiste formando con los jesuitas. Sos un comunista adquirido, no heredado.
Ja, ja, ja. Sí, soy uno de los convencidos ja, ja, ja…
Y dijiste soy un antisistema y la forma de demostrarlo fue diciendo: '¡Su madre con el idioma que me quieren enseñar! No lo quiero. Yo voy a aprender este'.
Sí, esa es la mejor explicación de mi entrada en esto.
¿Y te llevó tiempo aprender a hablarlo?
Claro, como cualquier otra actividad. Uuum… es un poco complicado de responder, porque precisamente como no tenía nadie que me enseñara ni nadie con quien practicarlo, yo me puse a aprender solito en unas vacaciones y durante un año estuve avanzando con un curso a mi propio ritmo, no tenía ninguna presión de hacer tareas o tener que hablar con alguien. Y así avanzaba cuando tenía tiempo, no muy seguido con la universidad. Después de ese año, en el interciclo que continuó no llevé ninguna materia, en un interciclo que comenzó entre enero y febrero hasta mediados de marzo, entonces en ese momento terminé de aprender y comencé a practicar. Después de eso ya lo hablaba con una fluidez decente, aunque mi vocabulario todavía era reducido pero ya podía hablar, podía expresarme.
¿Y quién medía tu avance, quién te decía 'lo estás haciendo bien'?
Lo que pasa es que me conecté por Skype y en la opción de voz, como en el perfil uno pone qué idioma habla, uno puede buscar gente. Entonces comencé a buscar gente que hablara esperanto…
Y les preguntabas: '¿Ju vi paolas espeanto?' (Óscar intenta preguntar '¿Hablas esperanto?', y Eduardo lo corrige)
Ja, ja, ja… Es: Chu vi parolas esperanto… Jes, ja, ja, ja… Y así empecé a entenderme cada vez con la gente y de ahí asumí que ya lo hablaba con una decente fluidez.
En eso que te dije, ¿en qué la regué?
En el 'cxu'.
¿Ah, es Chu, no es Ju?
Aja, es como nuestra ch, esa misma ch con el circunflejo.
Ah, es '¿Chu vi paolas esperanto?' (Eduardo vuelve a corregirlo).
Parolas.
¿Parolas? Pero mirá, aquí la pronunciación que dice Wikipedia...
(Eduardo verifica en el celular de Óscar la versión de Wikipedia) No, es que ahí faltan símbolos. Esos cuadritos.
¿O sea que está mal lo que dice Wiki?
No, no. Lo que pasa es que esos son símbolos ipa, es decir, la pronunciación se pone con una alphabeta especial que se llama ipa y creo que el navegador no los muestra, pero sí son símbolos.
Ah, ya. ¿O sea que cualquiera que quiera hablar esperanto no solo es de leerlo con la idea de español que tenemos?
No, no, no. De hecho, se parece más a como se leería en lenguas eslavas occidentales, como eslovaco, checo y polaco, que se parecen más en la pronunciación de las letras. Se pronuncian muy parecidos.
Vaya, pero ya estando dentro, cuando comenzaste a masticar el idioma, ahí tenías la oportunidad de decir me gusta o no me gusta esto, porque no era lo que quería hacer. ¿Qué fue lo que te impulsó a decir: 'Sí, voy a seguir con esto'?
Cuando vi las primeras cosas y me puse a aprender, primero busqué información sobre los cursos, pero también comencé a leer sobre las características de las lenguas y de paso aprendí un poco sobre lingüística, el hecho es que esta lengua en sí no es una mezcla de lengua en el sentido químico, no es un batido de lenguas. Hay gente que piensa que el esperanto tiene partes de aquí y otras de allá.
De hecho, nosotros así pensábamos. De hecho Wikipedia así lo define ja, ja, ja…
Ja, ja, ja. Sí, claro. Pero el asunto es que no es una mezcla en el sentido químico, es decir, no es un revoltijo de lenguas con partes de aquí y allá, porque tiene su propio carácter. Hay otras lenguas que sí son licuados químicos, por ejemplo interlingua, no sé si lo han escuchado, que es una lengua dizque internacional, supuestamente como el esperanto, pero nada que ver. Es simplemente una lengua que tiene un léxico tomado de las lenguas romances. Usan el léxico tal cual, como lo leeríamos en portugués, español, italiano y francés. De forma que cualquier persona que hable a nivel intermedio una lengua romance es capaz de entender lo que dicen. El esperanto no es así, el léxico del esperanto es tomado de otras lenguas, principalmente de las lenguas romances, que es la parte más importante, la segunda parte viene de las lenguas germanas, principalmente alemán y un poco de inglés. La otra vertiente viene de las lenguas eslavas, principalmente ruso y polaco.
¿Y entonces qué te gustó del esperanto?
Lo que me gustó, y que fue la razón por la que seguí aprendiendo, es que precisamente a través de este idioma no hay imperialismo lingüístico porque a pesar de que el léxico se toma de otras lenguas, no es inteligible por personas que hablen algunas de esas lenguas. Alguien puede hablar alemán pero no entiende un texto completo en esperanto, pueden ver las raíces de las palabras pero no entienden lo que hay ahí, que es lo que pasa con interlingua. Igual puede hablar ruso, la lengua del creador y no entender. Entonces nadie impone su idioma a otra persona, se puede hablar en términos bastante más igualitarios. Además, me gustó que hay bastante gente que lo habla y no es un intento de lengua, como las lenguas artificiales, sino que es una lengua viva porque se habla.
¿Y quién fue tu primer amigo esperantista?
Hablé con varios al principio, pero no continué. Luego, cuando ya hablaba con más fluidez, hablé con un señor francés que ahora ya no nos hablamos mucho porque casi no me conecto.
¿Y qué tipo de cosas hablaban?
Cosas como dónde vivíamos, dónde trabajábamos, qué estudiaba.
¿Y hablaban solo en esperanto?
Sí.
¿Tú hablas otro idioma?
No, puedo leer inglés porque lo estudié y me toca leer un montón de cosas en inglés pero no lo hablo con fluidez. Solo español y esperanto, je, je, je.
Entiendo que existe toda una comunidad de esperantistas que comparten información…
… Sí, y ahí quiero acotar algo: no es una comunidad, como el Club Rotario Internacional, sino que es un montón de gente dispersa alrededor de todo el mundo, como yo, que aprendieron el idioma como yo y que tienen un nivel común para hablar.
Pero cuando hablamos de un idioma hay un contexto cultural que refleja parte de las prácticas que tiene un grupo, las creencias y todo lo que comparten. Entonces no sé si son una cultura, una subcultura o qué. Tienen banderita, esa ya nos la sabemos ja, ja, ja…
Ja, ja, ja. Sí hay una bandera y a muchos nos les gusta porque da la impresión de que es algo de militantes o bien religioso.
Te voy a ser honesta, a mí me dio la impresión de que ustedes quieren ser un país, donde todos hablen esperanto.
Cabal. De hecho hay, como en todo, gente de todo tipo. Hubo un grupo que intentó fundar un país en el que el idioma fuera el esperanto. Hubo por lo menos dos intentos que yo sepa, pero claro, eso no representa el sentir esperantista. Sé que ha habido más pero yo solo sé de estos dos.
¿Y dónde los querían fundar?
Unos quisieron fundar en una isla, una discoteca flotante en las costas internacionales, cerca de Italia. Y para no pagar impuestos querían hacerlo un país independiente. Y entonces se les ocurrió adoptar el esperanto como lengua, pero eso fue un disparate. Al final, la policía italiana fue a hundir la isla, ja, ja, ja…
Ja, ja, ja. Pero contanos más de la cultura detrás del idioma, ¿qué les gusta? ¿Qué hacen? ¿Qué comparten?
No es una cultura en el sentido folclórico, es decir, no hay vestimenta típica ni eso.
Claro, hablamos de cultura en el sentido de prácticas.
Sí, en cuanto a maneras de pensar y opiniones porque no hay un tipo de boda esperantista, por ejemplo, sino que las características culturales son hechos que pueden existir en cualquier cultura. Por eso a la gente que no sabe esperanto le suena extraño eso de la cultura esperantista. Y sí existe, es solo que es diferente porque no hay un territorio y no estamos ligados ni política ni económicamente, las características son bien específicas. Una de ellas es el 'gastigemo', que significa hospedaje o la tendencia a ofrecer hospedaje. Eso en El Salvador no existe, aunque hay unas familias que sí lo hacen, como la de mi novia. Aquí eso es peligroso, pero en el mundo esperantista si existe, de hecho hay una red que se llama 'Pasporta Servo'. Pasporta es pasaporte y Servo es servicio, entonces es un servicio de pasaporte. Es un directorio telefónico de gente que ofrece que otras personas esperantistas lleguen a alojarse en su casa, en la mayoría de los casos es gratis. Ahí dice si las personas tienen mascotas, si tienen cama adicional, si las personas que llegan tienen que llevar su bolsa de dormir, si les ofrecen desayuno, etcétera. Ahí estoy yo. (Eduardo muestra un pequeño libro amarillo, escrito en esperanto, que contiene los nombres de todos los integrantes de la red alrededor del mundo).
¿Y el requisito para aplicar a esto es hablar esperanto? ¿Si yo no hablo esperanto no puedo pedir alojamiento en ninguna de estas casas?
Exacto.
¿Y sos el único que aparece aquí? ¿No hay nadie más en El Salvador?
Sí, que esté ahí, no.
¿Y cómo hiciste para estar ahí?
Nada, solo llené una página en la web que por supuesto está en esperanto. Ese librito está lleno de direcciones de gente normal, que tiene familia, trabajo y todo. Ese es un rasgo cultural que probablemente no todos los esperantistas tengan, pero es muy común.
¿Y tú ya has hospedado a alguien?
Sí, vino un señor guatemalteco, un señor lituano y una pareja de coreanos.
¿Y se hospedaron en tu casa?
Sí, solo los coreanos se quedaron con mis papás porque les quedaba mejor por las vueltas que andaban dando en ese momento.
Eso me lleva a un pregunta, a ver, la voy a hacer caricaturesca. Vaya: 'Mamá y papá, he decidido algo en mi vida: voy a aprender esperanto'. Eso les pudo sonar gracioso pero ahora cuando vinieron esos señores: 'Mamá y papá: me apunté en una guía donde la mara se puede quedar en mi casa y unos coreanos se van a quedar con ustedes'.
Ja, ja, ja…
O sea, se escucha chistoso pero muy en el fondo es difícil. ¿Qué te dijeron tus papás en ambos casos?
Pues a mi mamá le agrada porque ella siempre ha querido viajar y nunca ha tenido la posibilidad de viajar más allá de Guatemala y eso de alguna manera satisfizo su anhelo de viajar.
¿Pero cuando les dijiste que ibas a aprender esperanto y luego les saliste con que ibas a ser profesor?
Ja, ja, ja… pues mi mamá cuando supo me preguntó que por qué no aprendía inglés, la verdad no me acuerdo bien qué sucedió. Pero no fue ningún conflicto grave.
Y más allá del conflicto, porque aquí vos les decís a tus papás quiero aprender a tocar guitarra y lo primero que te dicen es para qué. O sea, ya cuando les decís voy a aprender esperanto ya es algo extremo.
Ja, ja, ja, ja, me hacen sentir raro ja, ja, ja, pero la verdad, no hubo mayor problema, fue sencillo relativamente. Si lo comparamos con los 11 años que estuve aprendiendo inglés en la escuela y luego en el bachillerato, el tiempo de aprendizaje es abismalmente diferente.
A ver, exploremos más en la cultura. ¿Qué otra práctica comparten los esperantistas?
Hay saludos claves y se usa una palabra que es difícil de traducir a otros idiomas, es Samideano, que es una palabra compuesta. Sam es la raíz de same, en inglés, lo mismo o igual; Ide viene de idea y el sufijo Ano es tiempo o adepto, dependiendo del contexto. Entonces Samideano es un partidario de la misma idea, se usa en un saludo común 'saluton, samideano' u 'Hola, samideano'. No sé si en otra lengua se saluda de la misma manera pero, normalmente, otros idiomas no se saludan así.
Y en cuánto a prácticas, ¿qué otras cosas comparten los esperantistas?
Digamos que son cosas sutiles. Hay otra característica que es bien representativa esa es el Korespondado, que significa una manera consuetudinaria de escribir cartas. ¿Alguno de ustedes le ha enviado una carta escrita a otra persona? Estamos claros que eso ya no existe, ahora todos escribimos correos y ya. En esperanto desde el principio, allá por 1889, cuando se escribió el primer libro, que es por lo cual se van a cumplir los 125 años, los esperantistas estaban dispersos. Aunque rápidamente se difundió la idea en los círculos intelectuales de Europa, pronto llegó a América y luego Suramérica, Japón y China. Entonces la gente para comunicarse en esperanto se escribía cartas y eso era muy común. Sin embargo, esa característica se ha mantenido en el mundo esperantista. Hay una página que se llama Mondskala Koresponda Servo, que es el equivalente al libro del gastigemo.
¿Es una guía de direcciones de personas que quieren que les escriban cartas?
Exacto, pero en esperanto. Quieren sostener correspondencia con personas que no conocen el esperanto. Hasta el día de hoy es tan común como escribir correos o escribirse en Facebook. De hecho, mi mejor amigo en esperanto es un sueco, un joven músico de allá que estudia historia. Un día yo me metí a una de estas páginas en internet y les escribí a varias personas que nunca me contestaron pero a él no y él me escribió a mí como a los tres meses. Cuando me llegó la carta le escribí una respuesta y se la mandé. Así nos conocimos y ya luego intercambiamos correos, precisamente porque es más rápido, pero ese fue el inicio. Ese es una de las características más importantes, luego hay algunos símbolos pero no son tan importantes.
¿A qué símbolos te referís?
Me refiero a los símbolos como la bandera, que fue el primero, el color verde significa esperanza y los cinco puntos son los cinco continentes habitados. A mucha gente no le gusta porque precisamente da una impresión rara. Después de un aniversario, no recuerdo bien cuando, se hizo un concurso para elegir un nuevo símbolo. El símbolo de UEA, Universala Esperanto Asocio y el símbolo es este (Eduardo muestra en uno de sus folletos el símbolo). Este símbolo ganó porque primero representa un mundo pero también estas letras e reflejadas, de esperanto, pero que también tienen otro significado y es que esta es la e latina que representa al mundo occidental y esta otra es como se escribe la e en ruso, que es al revés eso representa que en el esperanto no había división. Son símbolos que reconocemos los esperantistas y que otra gente no.
¿Y tú has viajado?
Sí, fui a un congreso. Existen desde 1905, que fue el primer Universala Congreso, fue 16 años después de que se publicara el primer libro, se realizó una reunión en una ciudad costera de Francia. Ahí se reunieron y fue el primer gran encuentro.
¿A qué te reunís en un congreso de esperanto? ¿Qué hacen ahí?
Hablamos de diferentes tipos de cosas, por ejemplo al congreso al que yo fui, que me lo pagaron…
¿Quién te pagó, la gran comunidad esperantista o quiénes?
Hay organizaciones, unas alineadas ideológicamente, por ejemplo, hay una Asociación Comunista Internacional, hay otras como UEA que es la más representativa porque es la más antigua y tiene una relación consultiva con la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas Para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y así hay varias organizaciones.
¿Y cuando se reúnen de qué hablan?
De política, de computadoras, de indígenas, de lo que sea. Hay un programa con varias reuniones que se hacen simultáneamente y no se alcanza a ir a todo pero hay de todo, reunión de comunistas, reunión de vegetarianos, reunión de geeks de computadoras esperantistas. Hay cursos relámpagos básicos y avanzados para los familiares de los participantes que andan acompañándolos. En ese congreso estuve en un curso de pedagogía para enseñar, en Rotterdam, Holanda. Por supuesto un curso relámpago, también hice un examen oficial básico de UEA. Hay unos más avanzados pero tenía que hacer el básico primero.
¿Y quién te lo pagó?
Me lo pagó una fundación que en ese momento se llamaba Fundación Mundo o Monda Fondaĵo, que ahora se llama Esperanto Internacia o Esperanto Internacional. Ya ni me acuerdo cómo los conocí pero creo que fue cuando el representante de la fundación con su esposa iban a ir a Costa Rica a reunirse con los esperantistas de ahí para darle vitalidad al movimiento, porque allá en Costa Rica de toda Centroamérica hay más gente que lo hablan. Unas 100 personas en diferentes niveles.
Si decís que eso es bastante, aquí hay…
Somos cinco. Con las personas que fueron alumnos míos en los cursos.
¿O sea que sos el primer maestro de esperanto en El Salvador?
Recientemente, sí. En El Salvador ha habido más historia que por diferentes razones se ha cortado. En la enciclopedia del esperanto hay un recuento histórico de que en El Salvador se publicó un curso que se llamaba Revista Cívico Militar o algo por el estilo y lo publicó un militar de la época, estamos hablando de 1928. Después de eso parece que hubo más hasta en los 80. Cuando me hice miembro de UEA, me preguntaron por esas otras personas que también habían sido miembros. Me dieron los teléfonos de cinco personas y solo logré contactar a uno, quedamos de volver a hablar pero nunca volvimos a hablar.
Entonces, si vos aprendiste en 2003-2004, quiere decir que pasaron 20 años en El Salvador para que el esperanto tuviera presencia en el país otra vez. ¿Y qué tal te fue con eso?
Yo digo que bien, porque me envalentoné y comencé a dar cursos de esperanto. Di tres cursos y llegaron varias personas jóvenes de la UES y un par de la UCA.
¿Y cómo lo vendes?
Fácil, pongo cartelitos.
¿En esperanto?
No. Recuerdo que el primero que hice tenía mucho texto, el segundo ya fue más sencillo porque lo hizo otro muchacho. Y pues nada, ponés cosas como: ¿Te interesa la idea del imperialismo lingüístico? ¿Te interesa aprender otro idioma? ¿Quieres conocer gente de todas partes del mundo? Esas eran las ideas principales.
¿Y ahorita seguís dando clases?
No, dejé de dar los cursos hace dos años porque en el trabajo me tenían bien fregado y ya no pude. En 2010 todavía me reunía con los alumnos del tercer curso pero ya no pude continuar.
¿Y cobrabas por las clases?
No, eran gratis. Solo hacíamos colectas para comprar pan dulce y café, je, je, je.
Yo recuerdo un montón de cosas básicas que me enseñaron cuando aprendí inglés, como May I go to the bathroom y de niño te enseñan Good morning, teacher ja, ja, ja. En esperanto, ¿qué les enseñan primero?
Saluton, bonan tagoj, mia nomo estas Eduardo (Hola, buenos días, mi nombre es Eduardo). Lo normal.
Ahora, como nos explicaste que el esperanto tiene pequeños extractos de todos los idiomas, cuando hablamos de raíces lingüísticas, como hay de todo un poco, ¿en las clases cómo empiezan a aprender?
Hay diferentes tipos de cursos y diferentes corrientes de pedagogía lingüística. Hay dos formas de enseñar una lengua, una es enseñando la gramática de la lengua en la lengua del estudiante en este caso en español, es decir, hablar en español sobre las reglas gramaticales y el léxico del esperanto. En este tipo de clases se empieza con el alfabeto, cómo se pronuncian las letras. La primera vez que enseñé fue de esa forma y se enseñan los adjetivos, los adverbios, los plurales, qué son los acusativos, los artículos definidos y ese tipo de cosas. La otra forma de enseñar una lengua es que uno desde el primer día empieza a hablar en la lengua que quiere aprender, ese es el método directo y el otro se llama método gramatical. Entonces uno se acostumbra a escucharlo y aprende. En esas clases son casos específicos o contextos en los que uno puede usar ciertas palabras, entonces uno aprende a usar el léxico adecuado para cada contexto en el aeropuerto, en la cafetería y así. El esperanto es regular gramaticalmente y por eso es factible enseñarlo así.
¿Cómo explicas eso de 'regular gramaticalmente'?
Vaya, por ejemplo, los plurales, en español estos se forman agregando s al final de los sustantivos. Si el sustantivo terminan en s entonces se agrega es y hay palabras que no tienen plural, es decir que ellas mismas son un plural, como en la palabra diéresis. En esperanto eso no sucede, todas las palabras tiene un plural de forma igual. Por ejemplo, Fingro, que en español es dedo, el plural es Fingroj, con una i diptongada al final, esa es nuestra j en español y se pronuncia como i en esperanto. Mano en español, es mano en esperanto, ¿Cómo sería en plural? (Eduardo lanza un test rápido a sus alumnos temporales)
¿Manoj?
Exacto. Todos los sustantivos se pluralizan igual.
¿Entonces son reglas gramaticales más sencillas?
No necesariamente, es igual de complicado que el español, la diferencia es que no tiene excepciones. Otro ejemplo que normalmente no se conoce en español es cuando uno utiliza adjetivos y títulos definidos, el artículo va antes del adjetivo, y el adjetivo va antes o después del sustantivo. Las casas blancas o las blancas casas, se vale pero en español hay una excepción extraña con el adjetivo toda. Yo pinté toda la casa, no podemos decir Yo pinté la toda casa o la casa toda. Eso sucede solo con ese adjetivo, en inglés es exactamente igual con all.
¿Vos pensás en esperanto, así como le venden a uno el inglés diciéndole que uno va a llegar a pensar en inglés?
Sí, de hecho esa es la forma que ocupé para aprenderlo, yo mismo me hablaba en esperanto acerca de las cosas que veía.
Mirá, y para mi conocimiento y el de la gente que sea como yo, ¿cCómo insultas en esperanto?
Con palabras ofensivas.
Si yo quisiera decir 'sos un hijo de puta', ¿cómo se diría?
Putin filo o filo de putino, hay muchas formas de decirlo.
¿Y ya has insultado a alguien en esperanto?
No, solo en broma. Esa es una pregunta básica que siempre hacen, ja, ja, ja.
¿Hay palabras muy propias del esperanto que sean ofensivas? Porque por ejemplo, los españoles cuando vos decís cerote, no entienden.
Sí, hay una que no creo que tenga traducción en otros idiomas: maltaugulo. Se las explico, Mal es un prefijo básico en esperanto que significa lo contrario de, con ese se forman muchos contrarios. Taug en español no existe y en inglés sería suitable, que se ajusta a o que es tapiado a, y Ulo viene de Ul que es individuo y O que es la terminación del sustantivo, entonces sería algo así como inútil.
¿Alguna vez has ocupado el esperanto como una buena arma para ligarte a una mujer, diciéndole que hablas esperanto?
No. No soy muy Don Juan, que digamos, me cuesta hasta en español, aunque en Holanda había muchas muchachas bonitas. Yo nunca me di color diciendo que yo hablaba esperanto, como que fuera testigo de Jehová.
Vamos a ser bien sinceros: pensamos que veníamos a encontrarnos con un tipo que no tenía nada más en su vida que aprender algo raro y que lo usaba para fanfarronear.
Ja, ja, ja…
Y resultó todo lo contrario.
O por lo menos diferente, ja, ja, ja.
Entonces quiero que me digás en esperanto qué pensás de los políticos de El Salvador.
Ja, ja, ja… Mi mamá me dijo cuando venía para acá que no hablara mal de El Salvador ja, ja, ja.
No podíamos terminar la conversación sin mostrarles cómo suena el esperanto en la voz del esperantista salvadoreño. El siguiente audio recoge diferentes partes de la conversación con Eduardo Navas en las que nos explica detalles básicos del esperanto, en estas cápsulas también nos termina de explicar su opinión sobre los políticos de nuestro país. Además, Navas nos ayuda con ejemplos básicos a conocer el abecedario, las vocales y hasta un poema en esperanto.
Audio: El esperantista salvadoreño