La Reforma Agraria en El Salvador fue una iniciativa de disolver los grandes latifundios propiedades de pocas familias para repartir esas tierras entre los trabajadores del campo y sacarlos de su profundo nivel de pobreza. Antes de la reforma existían en el país 238 propiedades de más de 500 hectáreas. El estado expropió el 25% de la tierra agrícola que eran latifundios y se la vendió con créditos cómodos y se crearon cooperativas, como la de El Espino que pertencía a la familia Dueñas. Hoy en día, los descendientes de los Dueñas recuperaron parte de su propiedad y han demandado por usurpación a las familias pobres que viven en ella, porque en teoría la gente tendría que estar viviendo en otro lugar por viejos acuerdos del Gobierno.
Lunes, 12 de noviembre de 2012
Mauro Arias
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