Bagdad, IRAK. Diez años después de la invasión que derrocó a Sadam Husein y aplastó a las fuerzas militares de Irak, este país se ha convertido en un importante comprador de armas y equipos militares, gastando billones de dólares en reconstruir sus fuerzas armadas. Irak he terminado convertido en cliente de algunas de las compañías que vendieron las armas utilizadas por la coalición encabezada por Estados Unidos para atacar Bagdad en 2003.
Las fuerzas lideradas por Estados Unidos lanzaron una masiva campaña de bombardeos y luego una ofensiva terrestre contra Irak en marzo de ese año. Estas acciones arrebataron el control del país a unas fuerzas militares consideradas entre las más fuertes de la región, las cuales se vieron no obstante golpeadas duramente por la Guerra Irán-Irak (1980-1988) y por la Guerra del Golfo en 1991, en respuesta a la invasión iraquí de Kuwait.
Paul Bremer, en ese entonces administrador de Irak, disolvió sus fuerzas armadas, fomentando así la insurgencia que iba a actuar ferozmente en el país en los años que siguieron. Incluso en la actualidad, las fuerzas de seguridad iraquíes se están reconstruyendo aún.
“Las fuerzas armadas iraquíes parten de cero, por eso necesitan muchas cosas”, declaró el general iraquí Babaker Zebari a la agencia AFP durante un salón de ventas de material de seguridad y defensa en Bagdad.
Según el ministerio de Defensa iraquí, 54 compañías de 13 países participan en el salón, en el que se exhibe material y se hace publicidad a aviones, drones, misiles y bombas, máscaras antigás, uniformes y botas.
Multimillonario presupuesto
Con un presupuesto de seguridad y defensa de unos 16,400 millones de dólares para 2013, y el compromiso de reconstruir sus fuerzas, Irak ofrece significativas oportunidades a las firmas de seguridad y defensa, que en su gran mayoría son estadounidenses y europeas.
“Desde la perspectiva de un vendedor, entre la financiación de Estados Unidos y la iraquí, ha habido una gran cantidad de dinero invertido en material de defensa y en equipos militares en este país”, declaró Chris King, de la compañía BAE Systems, con sede en Londres, una de las firmas presentes en el salón.
“Están comprando cazas F-16, tanques M1A1, y también han comprado equipos a otros países. Significa que hay un mercado aquí”, añadió King, y después agregó: “El mercado iraquí está aumentando, o al menos parece ser un mercado que va a seguir gastando en las compras a un mismo nivel fijo, e incluso a un nivel superior con el tiempo”.
El objetivo de los iraquíes es “reconstruir sus fuerzas militares, sus fuerzas aéreas, lo que significa que hay muchas áreas para cooperar con ellos, desde el punto de vista de las compañías de defensa”, señaló por su lado Sang Choi, de Korea Aerospace Industries.
Musab Alkateeb, de la multinacional estadounidense Honeywell International, añadió que Irak “está adquiriendo una gran cantidad de equipos y sus actividades de compras son suficientes para garantizar el interés de las firmas internacionales”.
Pese a la partida de las tropas de Estados Unidos en diciembre de 2011, Estados Unidos sigue siendo el principal abastecedor de armas a Irak, aportando su asistencia en el entrenamiento de las fuerzas militares iraquíes.
Aun cuando la violencia ha disminuido, comparativamente con los años 2006 y 2007, Irak sigue siendo con frecuencia objeto de bombardeos y tiroteos que costaron la vida a 220 personas durante el mes de febrero, según un balance de la agencia AFP basado en informes de fuentes médicas y de seguridad.
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