Moscú, RUSIA. Cirilo I, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa (cargo que equivaldría al Papa de la Iglesia católica), estimó que el feminismo es “muy peligroso” y se declaró a favor de que la mujer se quede en casa cuidando de los niños, y el hombre trabaje “en el exterior” para ganar dinero.
“Me parece muy peligroso este fenómeno que se llama feminismo, ya que las organizaciones feministas (...) alaban una seudolibertad para las mujeres que debería manifestarse antes de nada fuera del matrimonio y fuera de la familia”, declaró Cirilo I en un texto publicado en la página web del Patriarcado de Moscú, nombre que también recibe la Iglesia ortodoxa rusa, cuya feligresía se estima en unos 150 millones de personas, concentradas sobre todo en Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
“La ideología central del feminismo no es la familia ni los niños, sino otra función de la mujer que, con frecuencia, contradice los valores de la familia”, añadió el patriarca durante un encuentro el martes con la organización femenina ortodoxa.
“El hombre tiene actividad en el exterior, debe trabajar, ganar dinero, mientras que la mujer debe ocuparse del interior, donde están sus hijos”, añadió insistiendo en la importancia, según él, de esta concepción del hogar.
“Si uno destruye este papel excepcionalmente importante de la mujer, la consecuencia, es que todo se derrumba: la familia y, de una forma más amplia, la patria”, estimó el patriarca.
“No es por casualidad que decimos la madre patria”, afirmó ante las mujeres de esta organización de Ucrania, país de donde son originarias las feministas del grupo Femen conocidas por sus manifestaciones en topless ante líderes mundiales.
El patriarca Cirilo I ha criticado las manifestaciones contra el presidente Vladimir Putin que se celebran en Rusia desde hace más de un año.
Su posición intransigente en el caso de las Pussy Riot, tres jóvenes que cantaron una “oración punk” anti-Putin en la catedral del Cristo Salvador en 2012 en Moscú para “denunciar la colusión entre la Iglesia y el Estado” en Rusia, fue criticada en su propia iglesia.
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