Bogotá, COLOMBIA. “El mes de junio la OTAN va a suscribir un acuerdo con el Gobierno colombiano, con el Ministerio de Defensa, para iniciar todo un proceso de acercamiento, de cooperación, con miras también a ingresar a esa organización”, anunció el pasado sábado Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, durante una ceremonia de ascensos de militares.
La noticia ha sentado como un jarro de agua fría entre los mandatarios de los países latinoamericanos menos alineados con la política exterior estadounidense. Los presidentes de Nicaragua, Bolivia y Venezuela han sido los primeros en condenar el anunciado ingreso de Colombia como miembro de pleno derecho en la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).
La OTAN es una organización militar internacional creada en 1949 por diez países europeos (siendo Reino Unido, Francia e Italia los más influyentes) y dos americanos: Estados Unidos y Canadá. El tratado respondía al interés de Europa ante la amenaza de la Unión Soviética después de la II Guerra Mundial. Desde entonces, y a pesar de que en 1989 cayó el Muro de Berlín y se puso fin a la Guerra Fría, el organismo no ha hecho sino crecer, con la incorporación de 16 estados miembros más, todos europeos.
Si se concretan los planes del presidente Santos, Colombia sería el primer país de América Latina en integrarse en la OTAN.
En el evento del sábado, Santos señaló que el Ejército colombiano puede llegar a distinguirse a nivel internacional: “Colombia tiene derecho y puede pensar en grande, porque estamos dejando el miedo a un lado y llenándonos de razones para ser los mejores, y ya no de la región sino del mundo entero. Tenemos con qué. Lo hemos demostrado”.
Reacciones
Como era de esperarse, Estados Unidos tardó poco en anunciar que apoyaría una eventual candidatura de Colombia a la OTAN como ha hecho con su aliado en otros foros internacionales, declaró la subsecretaria adjunta para América Latina, Roberta Jacobson: “Nuestro objetivo ciertamente es apoyar a Colombia como un miembro fuerte y capaz en muchas organizaciones internacionales, y eso podría incluir perfectamente a la OTAN.
Pero “a fin de cuentas, esa sería una decisión que la OTAN al completo debería tomar”, añadió Jacobson, y agregó: “Por lo que sabemos, los colombianos han estado interesados en esto desde hace tiempo”.
“Colombia es un socio formidable” y sus capacidades en términos de seguridad son solicitadas en el mundo entero, elogió Jacobson, por lo que “no es sorprendente que los colombianos estén interesados en cualquier lugar en el que puedan interactuar para incrementar sus propias capacidades”.
Pero el anuncio no hizo tanta gracia a otros presidentes latinoamericanos.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, calificó el anuncio como “una puñalada al corazón de los pueblos de nuestra América”, es una decisión a la “que no le encontramos ni pies, ni cabeza”. Para Nicaragua es “inadmisible que un país como Colombia, que es una potencia militar”, busque un acercamiento a la OTAN, que es conocida por “bombardear, asesinar, destruir” a otros pueblos.
Ortega consideró que “la única manera de que un país latinoamericano se quiera incorporar (a la OTAN) es que sea ya instrumento de una política para debilitar y tratar de destruir el proceso de unidad que vive la región latinoamericana y el Caribe”.
Más dura, si cabe, fue la reacción del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien dijo que el pedido de Colombia de ser parte de OTAN “es una amenaza a nuestro continente, es una agresión, una provocación, una conspiración a gobiernos anti-imperialistas como Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia”.
En esa línea, el gobernante boliviano, fuerte crítico de las políticas de Washington, advirtió al Gobierno de Colombia de “que no se equivoque”.
“¿Cómo es posible que Colombia pida ser parte de la OTAN? ¿Para qué? Para agredir a Latinoamérica, para someter a Latinoamérica, para que nos invada la OTAN, como han invadido en Europa, en África”, criticó Morales.
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó este lunes como aberrante la intención de Colombia de integrarse en la OTAN y apoyó la solicitud de su par boliviano de reunir a los miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para evaluar las amenazas.
“Estamos de acuerdo con el presidente Morales de llamar a una reunión de emergencia de Unasur para que el consejo de defensa evalúe la amenaza que significa para la paz y estabilidad de América del Sur el hecho de que un país del continente diga que se va a alinear con las políticas de la OTAN (...) Es una idea aberrante”, dijo Maduro en un acto con el alto mando militar.
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