Nairobi, KENIA, y Chicaco, ESTADOS UNIDOS. El presidente keniano Uhuru Kenyatta anunció el martes en la noche el fin del asalto al centro comercial Westgate de Nairobi, ocupado desde el sábado por un comando islamista armado, que dejó un saldo provisional de 67 muertos.
Después de tres días de cerco, 'hemos humillado y vencido a nuestros asaltantes', declaró el presidente en un discurso televisado, precisando que en el ataque murieron 61 civiles y seis miembros de las fuerzas de seguridad.
Este balance es provisional, precisó, ya que 'durante la operación se derrumbaron tres pisos del Westgate y hay aún cuerpos atrapados, incluidos los de los terroristas, bajo los escombros'.
En consecuencia, 'he declarado tres días de duelo nacional a partir del miércoles durante los cuales las banderas serán izadas a media asta', dijo el jefe del Estado keniano. 'Cinco terroristas murieron por balas y 11 sospechosos fueron detenidos', añadió. 'Estos cobardes se enfrentarán a la justicia, así como sus cómplices y sus jefes, donde quiera que se encuentren', dijo.
'Informaciones de los servicios de inteligencia sugerían que una mujer británica y dos o tres ciudadanos estadounidenses estaban implicados en el ataque (..) No podemos confirmar los detalles por el momento, pero los expertos forenses están trabajando en la identificación de la nacionalidad de los terroristas', aseguró.
El grupo armado islamista somalí Shebab, que reivindicó el ataque al centro comercial Westgate de Nairobi, dijo el martes que no hubo mujeres implicadas en la operación.
Los shebab 'niegan categóricamente la implicación de una mujer en la operación. Tenemos un número suficiente de jóvenes totalmente dedicados y no empleamos a nuestras hermanas en operaciones militares como ésta'.
Las fuerzas de seguridad kenianas llevaron a cabo el martes en la noche una nueva operación de rastreo en el centro comercial Westgate de Nairobi para asegurarse de que todos los miembros del comando islamista habían sido neutralizados, afirmaron a la AFP fuentes concordantes.
'Una operación de rastreo se está llevando a cabo' para garantizar que los últimos combatientes han sido puestos fuera de combate, indicó una fuente diplomática que pidió no ser identificada.
Las fuerzas especiales registran 'almacén por almacén para asegurarse de que ya no hay más' asaltantes.
Tras anunciar que el cerco al centro comercial había terminado, el presidente keniano dijo que las pérdidas para el país por el ataque del grupo islamista somalí shebab son 'inmensas'.
Los islamistas vinculados a Al Qaeda que el sábado tomaron el centro comercial en un cruento operativo afirmaron el martes que aún tenían rehenes y amenazaron con nuevos atentados si Kenia no retira a sus tropas de Somalia.
En una grabación colgada en internet, un portavoz de los insurgentes somalíes shebab afirmó que la toma del centro comercial Westgate de la capital keniana fue un mero 'anticipo' de futuras acciones.
'Les advertimos al gobierno keniano y a todos aquellos que lo apoyan: si quieren la paz, que se vayan de nuestro territorio', declaró el portavoz.
'Caso contrario, sepan que esto no es más que un anticipo de lo que vamos a hacer', agregó en la grabación el jeque Ali Mohamud, vocero de los shebab.
Las fuerzas kenianas indicaron que habían procedido a desactivar explosivos colocados en distintos puntos del edificio.
Una parte del techo del Westgate se derrumbó a causa de un violento incendio declarado la víspera tras las explosiones provocadas por los enfrentamientos entre los insurgentes atrincherados y las fuerzas de seguridad.
Unas 60 personas siguen desaparecidas desde el inicio del ataque.
'Los rehenes retenidos por los muyahidines en el interior del Westgate están todavía vivos, conmocionados pero vivos', escribieron en su cuenta Twitter miembros de las milicias shebab, afiliadas a la red Al Qaeda.
¿La británica 'Viuda blanca' y dos o tres estadounidenses en el comando islamista?
Entre los atacantes figurarían dos o tres estadounidenses y una británica, viuda de un kamikaze de los atentados de Londres de 2005, según la ministra keniana de Relaciones Exteriores, Amina Mohamed.
La británica -que según la ministra habría participado 'en muchas ocasiones' en acciones armadas- fue identificada por la policía como Samantha Lewthwaite, viuda de Germaine Lindsay, uno de los kamikazes de los atentados del 7 de julio de 2005 contra los transportes públicos de Londres que dejaron 52 muertos.
Londres rehusó hacer comentarios, limitándose a decir que está 'al tanto' de esa versión y que apoya las investigaciones de Kenia.
Lewthwaite está buscada en Kenia, acusada de estar vinculada a los shebab, que han reivindicado el ataque al Westgate en represalia a la intervención militar keniana en Somalia, lanzada a finales de 2011.
Los estadounidenses, por su parte, serían 'hombres jóvenes, de 18 y 19 años, de origen somalí o árabe pero que viven en Estados Unidos, en Minnesota y en otro lugar', añadió la ministra de Exteriores en declaraciones a la televisión estadounidense PBS.
Varios extranjeros, entre ellos un médico peruano, dos francesas, seis británicos, un sudafricano, una surcoreana, una holandés, dos indios y dos canadienses, murieron en el ataque, así como un conocido poeta y político ghanés Kofi Awoonor.
Entre los fallecidos también se encuentra Ruhila Adatia-Sood, una popular presentadora de radio y televisión, que se encontraba embarazada de seis meses y murió a consecuencia de los disparos.
Según uno de los testigos, Aleem Manji, los asaltantes dijeron 'Somos de Somalia. Normalmente no matamos mujeres ni niños. Pero habéis vuelto a matar otra vez a nuestras mujeres y niños'.
En el asedio, también murieron varios niño. Entre ellos, no figura el británico Elliot Prior, quien a sus 4 años de edad tuvo un golpe de suerte. 'Tú eres un hombre muy malo', dijo el pequeño a uno de los asaltantes.
'Fue muy valiente', dijo su tío Alex Coutts al diario británico The Sun. Según Coutts, el atacante repartió barras de chocolatinas entre los niños y les dijo: 'Por favor, perdonadme. No somos monstruos'.
Decenas de estadounidenses reclutados por Shebab
Decenas de estadounidenses se han visto atraídos a dejar el confort de sus hogares para unirse a la Shebab somalí, el grupo insurgente islamista responsable del sangriento ataque al centro comercial en Kenia.
Mientras que el FBI declaró este martes que no habia sido capaz de confirmar las informaciones de que dos o tres estadounidenses se encontraban entre los hombres armados del centro comercial Westgate de Nairobi, las noticias han mantenido a la comunidad somalí en Estados Unidos en la mira.
Especialmente tras que el ministro de asuntos exteriores keniano, Amina Mohamed, dijera que al menos uno de los jóvenes provenía de Minnesota, la mayor comunidad somalí en Estados Unidos.
Más de 20 jóvenes han sido reclutados por la Shebab en Minnesota, donde el FBI lleva a cabo una investigación denominada 'Operation Rhino'.
'Todavía es una investigación abierta, lo ha estado durante años', declaró el portavoz del FBI, Kyle Loven, a la AFP.
'La verdadera Disneylandia'
Al menos dos de los estadounidenses se convirtieron en terroristas suicidas - Shriwa Ahmed fue el primero al conducir un camión cargado de explosivos contra una oficina de la Puntland Intelligence Service en 2008- y varios otros han sido asesinados en la brutal guerra civil de Somalia.
Tres de los 'mártires' de Minnesota aparecían en un largo video de reclutamiento publicado en línea por el grupo vinculado a Al Qaida a comienzos de este año.
'Este es la verdadera Disneylandia', afirmó Troy Kastigar -el único no somalí entre los reclutados- en un vídeo obtenido por KMSP news. 'Tienes que venir aquí, unirte a nosotros y encontrar el placer en esta diversión'.
La invasión de 2006 de Somalía por el ejército etíope fue un gran factor a la hora de reclutar a los Shebab somalí estadounidenses, afirma Peter Bergen, director de la New American Foundation.
Los jóvenes hombres fueron atraídos a proteger su tierra de origen de un 'ejército de cruzada', escribió Bergen en un editorial publicado en la página CNN.com, apuntando a que Etiopía es predominantemente cristiana.
Las autoridades estadounidenses han sido capaces de localizar y procesar a algunos de los que ayudaron a conseguir dinero para la Shebab o reclutar a otros en los últimos años, lo que incluye a ocho personas procedentes de Minnesota que recibieron largas sentencias como resultado de la Operación Rhino.
Dados cuantos ciudadanos estadounidenses se han sentido atraídos por la Shebab u otros grupos militantes, es sólo una cuestión de tiempo antes de que alguno ataque Estados Unidos, afirma William Banks, director del Instituto para la Seguridad Nacional y la lucha contra el Terrorismo de la Universidad de Siracusa.
Amenaza más seria que hace una década
'Hemos tenido muchos éxitos de la inteligencia y las fuerzas de seguridad y hemos sido extremadamente afortunados', comenta en una entrevista telefónica. 'Las oportunidades de ser afortunados para siempre no son tantas'.
Mientras está claro que las capacidades de Al Qaida han sido 'degradadas' por las ofensivas estadounidenses, Bank advirtió que la amenaza del terrorismo es más seria que hace una década.
'Es más difusa, es más difícil de señalar, las habilidades y facilidad del entrenamiento se están expandiendo gracias a Internet, así como el desarrollo de las cibercapacidades que permitirán a los individuos o los grupos atacar desde lejos'.
Los líderes religiosos somalíes en Minnesota condenaron la violencia en Kenia y repitieron sus llamados a que los jóvenes rechacen el extremismo.
'Este escandaloso acto de violencia no tiene lugar en el Islam', afirmó Abdisalam Adam, de la Sociedad Islámica Cívica estadounidense, en una conferencia este lunes.
Sin embargo, los inmigrantes somalíes no son los únicos ciudadanos estadounidenses que se unieron a Shebab.
Una investigación del congreso de 2011 encontró que al menos 15 estadounidenses han sido asesinados luchando en la Shebab y al menos otros 21 'permanecen en paradero desconocido y suponen una amenaza directa para la oficina de seguridad nacional'.
El reclutado de más alto perfil fue el 'rapero yihadista' nacido en Alabama Omar Hammami, que fue asesinado a comienzos de este mes tras pelearse con el líder de la Shebab, Ahmed Abdi Godane.
Nacido en 1984 de madre bautista con raíces irlandesas y padre musulmán de origen sirio, Hammami se trasladó a Somalia en 2006.
Se convirtió en uno de los mayores luchadores extranjeros de la Shebab y reclutó a jóvenes con sus canciones y videos en inglés utilizando el rap como vía de expresión.
El militante aparecía en videos donde promovía de forma entusiasta la batalla de la Shebab para derrocar al gobierno respaldado internacionalmente en Somalia.