Ciudad de México, MÉXICO. Ante “una auténtica epidemia de sobrepeso y obesidad no podemos cruzarnos los brazos. Lo que está en riesgo, literalmente, es la vida de millones de mexicanos”, dijo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, durante el lanzamiento de una campaña nacional para combatir la obesidad. Según cifras oficiales, el 70% de los adultos y el 30% de los niños en México padecen sobrepeso u obesidad, superando incluso el índice de Estados Unidos.
Debemos “dedicar al menos una hora al día al ejercicio o una actividad física (...) romper con el sedentarismo y tenernos involucrados en alguna actividad”, sugirió Peña Nieto, quien añadió que la cartera de Salud creará un observatorio para monitorear el problema.
México ostenta además la más alta prevalencia de diabetes entre los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
México, el mayor consumidor de bebidas azucaradas en el mundo con 163 litros per cápita al año, y cuyos habitantes son adeptos de una alimentación cargada de frituras, necesita un “cambio de cultura”, estimó Peña Nieto.
Si la situación de sobrepeso en México no se modifica, las enfermedades derivadas de ese padecimiento como diabetes, hipertensión e incluso cáncer, atraerán costos al Estado de más de 11.5 millones de dólares para 2017, según expertos.
El Congreso de México aprobó la tarde de este jueves una reforma fiscal que incluye un impuesto de 8% a alimentos densamente calóricos –como productos de confitería, chocolates, cremas de maní– y el gravamen de un peso ($0.07) por cada litro de soda.
Esta medida es fuertemente contestada por la industria de bebidas, productores de azúcar y restaurantes.
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