El coronel de infantería René Roberto López Morales estuvo activo en el ejército durante 31 años y un mes. 12 años los pasó en el bando que combatía a la guerrilla del FMLN, época en que fue comandante del primer escuadrón de paracaidistas. A sus 53 años de edad, ya retirado, se ha aliado con el partido FMLN para sumarse a la campaña presidencial del candidato Salvador Sánchez Cerén, excomandante guerrillero. López Morales fue educado en la Escuela de las Américas, esa institución estadounidense marcada porque por ella pasaron muchos de los militares que la historia registra como grandes represores y violadores de derechos humanos de Latinoamérica.
En los sectores más conservadores cercanos al ejército, el anuncio de que Sánchez Cerén y el FMLN habían reclutado a un grupo de militares retirados para apoyar la campaña presidencial, fue tomado como una traición. La incorporación de López Morales a la campaña efemelenista resulta más desconcertante si se recuerda que el nombre de este militar aparece en el informe de la Comisión de la Verdad como alguien que guardó silencio cuando en una reunión se anunció la orden de asesinar al padre Ignacio Ellacuría en noviembre de 1989 y se pidió que quien tuviera alguna objeción lo dijera en ese momento.
Además, un documento de agosto de 2011 muestra su firma en un documento que recoge la autorización para que el cuartel militar que comandaba López Morales refugiara a una decena de oficiales acusados en España por el asesinato de los sacerdotes jesuitas en 1989. En ese momento, contra los militares había una orden internacional de captura girada por la Interpol.
Ahora López Morales habla como el coordinador del consejo asesor del FMLN en temas de defensa y es el hombre que podría convertirse en ministro de la Defensa Nacional si Sánchez Cerén gana la elección de 2014. Su rol ahora es similar al que ocupó en 2008-2009 el entonces coronel David Munguía Payés, cuando Mauricio Funes era candidato, y que una vez este llegó al gobierno lo hizo no solo general, sino también ministro de la Defensa.
En esta entrevista, López Morales aclara que él no ordenó dar refugio a los militares procesados en España. Dice que esa orden la dio el ministro de la Defensa, el general David Munguía Payés, quien se presentó a las instalaciones de la Brigada Especial de Seguridad Militar. 'El señor ministro llegó con ellos', revela.
Hasta ahora no había quedado claro quién había ordenado que abrieran las puertas de la brigada para acoger a los nueve militares vinculados al asesinato de los seis religiosos, una empleada y la hija de esta. La Policía Nacional Civil había recibido ya la notificación roja de la Interpol y, según el Código Procesal Penal, debía proceder a las detenciones, pero el 7 de agosto de 2011 los militares lograron refugio en la Brigada.
Meses después de haber cumplido esa orden, el coronel pidió la baja en el ejército, a finales de enero de 2012. Dice que pidió su retiro porque no estaba muy conforme con algunas cosas de la institución. Aparte de ese incidente en que se protegió a los militares procesados en España, cree que el alto mando del ejército fue injusto al negarle el ascenso a general. Entonces, como en compensación, le hicieron otra oferta. “Me mandaban para Colombia de agregado militar y yo preferí declinar y solicité mi baja. Hay que tener carácter, no va a estar uno todo el tiempo sometido. Me mandaban como consuelo, me dijeron: para que vayás a ahorrar. Yo les dije: yo no tengo problemas económicos, yo lo que quiero es que sean justos.”
El coronel López Morales dice que obtuvo una calificación de 9.75 en su evaluación para ascender a general. Y, en referencia al controversial ascenso a general del ministro Munguía Payés en 2009, agrega que ahora, ya de baja, sería ilegal que a él mismo le concedieran el grado militar superior. 'Yo no quiero dar esos malos ejemplos'. Y cuando uno piensa que tras criticar a un militar con reputación de izquierdista, terminará desconcertando más reinvindicando los símbolos militares de derecha, asegura que esos a los que la Fuerza Armada considera héroes y que están vinculados a graves violaciones a los derechos humanos, no tienen méritos para permanecer en el altar de la institución.
Yo diría que cualquier militar aspira a ser general. ¿Por qué no quiere ser general?
Yo no. Las leyes militares actuales no permiten que alguien en situación de retiro pueda ascender a general. Cualquier ascenso que se dé en esos términos es contra la ley.
El general Munguía Payés, ministro de la Defensa, estuvo en situación de retiro y luego lo ascendió el presidente Funes.
Entonces es contra la ley. Yo no quiero dar esos malos ejemplos. Los miembros de la Fuerza Armada nos caracterizamos por cumplir la ley, no podemos estar luego obviando leyes, hay que respetarlas. Se respeta la institución armada.
Usted ya no puede ascender.
No puedo. Una vez uno está en situación retiro no puede ascender a general.
Dice que es el caso del general Munguía Payés.
Es el caso, pero la historia lo va a juzgar a él.
Usted está en la mesa de Defensa del programa de gobierno del FMLN, el mismo puesto que tuvo Munguía Payés antes de convertirse en ministro de Defensa de este gobierno.
Defensa, sí.
¿Qué cambios podrían esperar los salvadoreños en el plano de la Defensa con un segundo gobierno del FMLN respecto del actual?
Los señores oficiales que estamos apoyando a la fórmula del FMLN en el área de Defensa, después del gane, vamos a continuar apoyando. Actualmente, los puntos que aparecen en el programa de gobierno van orientados más que todo a fortalecer la Fuerza Naval para proteger los recursos marinos y costeros a fin de que permitan, de manera prudencial, que el Estado salvadoreño los pueda explotar para beneficio de la seguridad alimentaria del pueblo salvadoreño. Vale decir, en vez de que la lata de atún se esté comprando a 1.60 dólares, se compre a 50 centavos. Si nosotros mismos protegemos recursos para que los pescadores nacionales pesquen el atún aquí, se hace el tratamiento para poder hacer la producción.
No entiendo cómo puede hacerse eso.
Se pretende dar seguridad para evitar que pescadores no autorizados por el gobierno de El Salvador pesquen en nuestras aguas.
¿De qué manera eso fortalece a nuestros pescadores?
Puede permitir que ellos se organicen y así aumenten sus capacidades y las de sus embarcaciones para que puedan pescar más a profundidad, donde están los bancos de atunes y de otras especies como dorado, por ejemplo. Actualmente barcos chinos o japoneses se llevan nuestros recursos.
¿Entran muchas embarcaciones extranjeras ilegales?
Las naves que tiene la Naval solo tienen capacidad para vigilar una franja costera muy estrecha, entonces, los demás, las áreas no protegidas, quedan a disponibilidad del que pueda hacerlo.
Pero la Fuerza Armada no tiene embarcaciones para hacer esa vigilancia.
Habría que hacer una evaluación de las naves con las que cuenta nuestra Fuerza Naval. Hay que hacer un estudio para determinar qué naves necesita la Fuerza Naval para poder desarrollarse y cumplir con la misión constitucional. Es una misión que nos da la Constitución. En el programa del FMLN queda claro que se va a proteger el mar territorial para que el Estado pueda explotar los recursos de manera prudente con el fin de favorecer la seguridad alimentaria.
Está diciendo que en caso de ganar, el gobierno del FMLN va a invertir en nuevos barcos.
No hay un estudio, no podría decir un estimado de nada, desconozco la cantidad de embarcaciones que tiene la Naval y cuál es su estado operacional.
¿Qué más se puede esperar?
El otro punto es de las unidades de apoyo institucional, tenemos el Comando de Ingenieros, lo que se pretende es potenciarlo de manera que esa maquinaria pueda apoyar el desarrollo del país, no solamente que esté para una emergencia, también para poder impulsar en este caso, el Fomilenio II, a este proyecto se le puede dar misiones.
¿Qué más pretende hacer el FMLN con la Fuerza Armada en caso de ganar?
Que se vuelque totalmente a apoyar el desarrollo del país, sin descuidar la misión de proteger el Estado de cualquier amenaza externa.
¿En la seguridad pública?
Siempre en el área de seguridad, bajo la orden del presidente de la república, se puede apoyar en problemas de seguridad interna. Es uno de los puntos que aparece en el programa del FMLN, pero eso queda a discreción del presidente y comandante general de la Fuerza Armada. La institución no puede decir 'yo quiero seguir apoyando a la Policía'. Todo depende de la situación que se presente en ese momento en el país.
Este gobierno se ha caracterizado, en parte, por el protagonismo que ha tenido el aparato militar. Tuvimos un ministro de Seguridad y un director de la Policía militares. Ellos introdujeron la tregua entre pandillas como herramienta para disminuir los homicidios. ¿Usted está de acuerdo con la gestión hecha por los militares en este gobierno?
No veo protagonismo de la Fuerza Armada, yo puedo evaluar que al señor Munguía Payés le dieron la misión en Seguridad Pública. Él hizo eso. No puedo evaluar ningún resultado. Él y el general Salinas fueron misionados a una actividad de Seguridad Pública, decisión del presidente. No puedo decir que la institución desarrolló esa actividad (la tregua). Fueron dos miembros del alto mando que fueron a tomar otra cartera de Estado.
Durante el gobierno del presidente Funes el aparato militar creció en más del 50 % y parte de eso se metió a Seguridad Pública.
No creció en gran número, es que el personal de reserva fue llamado a estar activo para poder conformar los comandos que se hicieron para apoyar la seguridad pública. Fueron como 6 mil efectivos nuevos que fueron dados de alta, para sumarse a combatir la delincuencia. Personal del Comando San Carlos, por ejemplo, estuvo desplegado cuidando algunos centros penitenciarios…
Me gustaría comparar qué diferencias habrá, en caso de que el FMLN gane la próxima elección, con respecto a este gobierno del presidente Funes. Le pongo como ejemplo la compra de aviones usados a Chile. Con las necesidades en educación y hospitales, ¿usted está de acuerdo en comprar aviones de guerra?
Creo que ha sido una buena compra. Son aeronaves que no han tenido mucho uso, según he tenido conocimiento. Son antiguas, pero les han dado buen mantenimiento y están en capacidad todavía para que puedan servirnos acá en el país. Comparados a unos Super Tucano que querían comprar a Brasil, que ascendían a 200 millones de dólares, a los 9 o 10 millones gastados en estos, creo que en realidad vale la pena. La Fuerza Aérea los necesita. Estamos viviendo momentos en los que es bueno tener elementos de disuasión, no quiero decir que se va a ir a la guerra, pero sirven para disuadir. Aunque lo que más necesita nuestro país son helicópteros, el helicóptero es más versátil para contribuir al desarrollo.
¿Para qué?
Apoyar y apostar al desarrollo. Pero son cosas que ya las hizo el gobierno actual, pero no es que lo que ha hecho venga a afectar a la institución. Al contrario la potencian en la parte aérea.
El presidente ha manifestado que es necesario revisar a quién se le ha llama héroe en la Fuerza Armada. ¿Qué piensa de que el ejército hiciera el pasado octubre un homenaje a dos militares que participaron en la masacre de El Mozote?
En carácter personal, si es un mandato del señor presidente hay que cumplirlo, si él dijo que se debe revisar y evaluar si amerita, hay que cumplir esa orden. Me inclino más que todo a cambiar el nombre de la Tercera Brigada. Además, una brigada de infantería no puede llevar el nombre de un comandante de artillería.
¿A su juicio el coronel Domingo Monterrosa es un héroe?
Para decir héroe nacional se necesita más méritos. El nombre que le pusieron a la Tercera Brigada de Infantería fue coyuntural, para la guerra. A este momento, haciendo un buen estudio, se podría llegar a la conclusión de que no tiene los méritos suficientes para que continúe así, para que la Tercera Brigada tenga ese nombre.
Entendemos que en el caso de que el FMLN gane, usted podría ser el próximo ministro de la Defensa. ¿Usted colaboraría en abrir archivos y con la memoria histórica y la justicia para resolver casos de desapariciones forzada? El actual ministro ni siquiera ha acudido a declarar ante la Sala de lo Constitucional.
Creo que se deben dar todas las facilidades para que en realidad se cierre este capítulo. Si nunca se le da a conocer lo que debe conocer la población salvadoreña, siempre va a quedar ese pendiente, ese punto… Es bueno que con este próximo gobierno se cierre este capítulo.
¿Qué es dar a todas las facilidades para que se cierre ese capítulo?
Yo nunca estuve de alta en el Estado Mayor, por lo tanto no puedo decirle si existen archivos o no. Hay que ver qué existe ahí y dar a conocerlo.
¿Dar a conocer lo que está en los archivos es abrirlos al público?
Abrirlos a las autoridades que están ventilando los casos para que se sepa qué es lo que ha ocurrido.
¿Autorizar la entrada a los archivos del Estado Mayor?
Dar facilidad para que si hay registro de los archivos que ayude a aclarar los casos a las autoridades competentes, a fin de que puedan usarlos en el curso legal que se está realizando.
Me interesa definir qué es abrir los archivos. Yo, como periodista, por ejemplo, ¿podría ir al archivo de Defensa para buscar qué información hay de la Guinda de Mayo?
Sí. Yo creo que hay que aclarar todo, si no se hace esto se corre el riesgo de continuar en lo mismo, el pasado debe servir para no cometer los errores del pasado. Tenemos que ver el futuro, pero para eso se tiene que dar esta situación de aclarar cualquier cosa que se tome a bien en este momento. Yo no le veo mayor problema. Es dar acceso a la información que se tenga ahí en el Estado Mayor o en el Ministerio de Defensa.
Entonces, usted, como candidato al cargo de ministro de Defensa, ¿a qué se compromete?
Dar a conocer los hechos, si hay registros ahí, hasta donde yo sé, registros documentados creo que no hay, pero como no he estado en los archivos del Ministerio ni del Estado Mayor, no podría decirle a ciencia cierta. Pero si existen es bueno hacer de conocimiento del pueblo salvadoreño eso, para que se pueda cerrar ese capítulo.
¿Usted ayudaría a determinar el paradero de niños que desaparecieron en la Guinda de Mayo, en Chalatenango?
Sí, le digo que sí. Que creo que es bueno ir cerrando eso. Cuando se niega algo, se mantiene latente, ya es bueno que el pueblo salvadoreño sepa todo, al final es una historia que no es buena para nosotros, pero sí es bueno que se sepa.
¿El FMLN y usted han revisado este caso o algún caso de abusos y violaciones a los derechos humanos que cometió el ejército durante la guerra?
No.
¿Ni el caso de Pro-Búsqueda, o el caso de los militares involucrados en la masacre de los jesuitas? ¿No habla de esto con el partido?
No, esos temas no se han tocado. Le estoy dando mis puntos de vista.
¿El partido no le ha reclamado nada?
No, no. Nada. Estamos ahorita apoyando a la fórmula presidencial para ganar el 2 de febrero. Ese es el interés del partido y también de los militares que estamos como miembros del consejo asesor de Defensa de la fórmula.
¿Usted colaboraría en una investigación sobre el asesinato de los jesuitas?
Claro, claro, no le veo ningún problema. Igual que si hay información ahí (en el Ministerio de Defensa) darla a conocer. Mire, parece que me pregunta como si yo voy a ser el ministro, esa es una decisión que corresponde al presidente.
Se lo pregunto sobre la lógica. Usted es el principal asesor en materia de Defensa del candidato presidencial del FMLN, al igual que lo fue el general Munguía Payés. Ahora, el FMLN no ha ganado las elecciones y parece competencia reñida.
Las vamos a ganar. La población está más consciente del paso que se ha dado, de que lo que la derecha decía del FMLN es una mentira. Eso le ha permitido tener mayor criterio y poder comparar los gobiernos de Arena y lo que se ha visto en este gobierno.
Justo por eso le hago todas estas preguntas. Dice que colaboraría en una investigación que aclare el papel del ejército en la masacre de los jesuitas.
Sí, y en cualquier otra que se requiera, creo que es bueno cerrar esto.
Usted era el comandante de la Brigada Especial de Seguridad Militar cuando esta dio refugio a los militares que fueron requeridos por un juez español por el asesinato de los jesuitas, una empleada y la hija de esta. ¿Cómo le puedo creer que va a colaborar con esa investigación si usted fue el que les ayudó a evitar la captura de la Policía?
Como militar y comandante de unidad uno recibe órdenes. A mí me dieron la orden de recibir en la brigada a los señores generales, coroneles y tropa contra quienes había una alerta roja y los podían capturar… esa orden me la dieron los miembros del alto mando, todos los miembros.
¿Quiénes?
El subjefe y el jefe del Estado Mayor, el señor viceministro y el señor ministro. Como comandante disciplinado me toca cumplir la orden.
¿Qué orden recibió?
Alojarlos en la Brigada mientras el proceso continuaba afuera.
Pero usted firmó el documento.
Ustedes publicaron la firma donde yo le pedía autorización al juez para que estuvieran en la Brigada. Ese documento lo llevó el abogado, el licenciado Manuel Chacón.
¿Ya hecho?
Ya hecho. Para que lo firmara. Yo no era abogado ni era competencia mía estar firmando eso. El Ministerio, no sé si Manuel Chacón era el jurídico o asesor del señor Ministro… él llevó el documento. Ni yo tengo copia de ese documento, se lo llevó el abogado. Quiero aclarar otra cosa: la Brigada Especial es para los militares que están en situación activa, no para militares en situación de retiro, por eso es que me tenían que dar la orden.
¿Usted no podía?
Yo no podía, estaría infringiendo una disposición, esa Brigada es para personal de alta y situación activa, no para personal retirado.
¿El ministro Munguía Payés sí estaba facultado?
Él lo hizo, él me dio la orden de que los dejara entrar.
¿Y este tipo de cosas tan delicadas el presidente las debe autorizar?
Eso hay que preguntárselo al ministro actual de Defensa, que es el que estaba cuando yo era comandante de la Brigada Especial, si le dio la orden o él le consultó al presidente. Yo le puedo decir que me llegaron a dar la orden. Todavía llegaron a inspeccionar dónde iban a estar.
Y llegó el abogado Chacón.
Llegó el licenciado Manuel Chacón con ese documento a que yo firmara y él se lo llevó al juez. Yo no sé ni qué juez es. Me llamó la atención ver que ustedes publicaron ese documento, que lo tenían el juez o el Ministerio de Defensa.
¿Usted cree que esos militares no debían haber estado refugiados en ese cuartel?
Yo eso estoy diciendo, que esa es una unidad para militares activos, y para personal retirado no aplica, pero era una orden del escalón superior, los miembros del Alto Mando, y cualquiera que hubiera estado en esa Brigada hubiera tenido que cumplir esa orden.
¿Qué pasa cuando a un militar no obedece una orden que no le parece justa ni adecuada?
Si no hubiera cumplido esa orden me hubieran destituido del cargo; como era una orden expresa del alto mando, para no correr ese riesgo... ¿le queda claro?
Usted se tragó esa responsabilidad. Y mire, su nombre aparece además en el informe de la Comisión de la Verdad en relación con el asesinato de los jesuitas.
Sí, pero eso es otra cosa. Solo porque el documento es muy pequeño no pusieron a todos los cadetes. Le quiero aclarar eso de la Brigada: no les he dado refugio, era una orden, cualquiera que hubiera sido comandante, le digo, la hubiera cumplido. Es más, nunca ellos hablaron de eso conmigo. Nunca tocaron ese tema conmigo.
Antes de que ellos llegaran, ¿alguien le llamó para decirle 'es una orden que abra las puertas a unos militares'?
Yo le digo que el alto mando. Cumplí porque era una orden que no pensaba que fuera a afectar a la institución o al pueblo salvadoreño. Eso quedaba en manos del juez, si él quería los dejaba ahí, si no, los mandaba a traer. Al final el juez dijo que queden ahí en depósito, ahí en la Brigada. Fue decisión del juez.
¿Y cómo llegaron los militares?
Llegaron. El señor ministro llegó con ellos.
Ah, vaya. Así queda más claro. También está lo otro. Usted aparece como alguien que calló cuando se dio la orden de matar a los sacerdotes jesuitas y preguntaron si alguien objetaba, y usted guardó silencio.
Yo era capitán en ese momento. Dijeron que era voluntario ir o no ir, yo decidí ir porque no debía nada. Llego y me preguntan si yo había visto llegar a mi general Bustillo. Yo les dije que no me constaba.
¿Usted no lo vio?
No lo vi. Ellos se molestaron y me dijeron que no podía colaborar, y que me retirara. Si ellos tienen magnético, ahí está, era solo una pregunta. Cuando la Comisión de la Verdad, ese caso ya había sido juzgado, todo era historia… y fue la única pregunta que me hicieron. Yo no vi que mi general Bustillo llegara a la Escuela Militar. Por eso me sorprendió cuando aparecí en el informe.