Chimaltenango, GUATEMALA. Fermín Solano, de 55 años, conocido durante la guerra guatemalteca como Teniente David, se convirtió en el primer jefe guerrillero guatemalteco en ser sentenciado por delitos cometidos durante el conflicto armado que desangró el país entre 1960 y 1996.
El Tribunal de Sentencia de Chimaltenango, ciudad ubicada a 60 kilómetros al oeste de la capital, condenó a Solano a 90 años de prisión, 60 de ellos por asesinato en forma continuada y 30 por delitos de lesa humanidad. La Fiscalía había solicitado 690 años.
El jefe guerrillero fue declarado culpable de la llamada Masacre de El Aguacate, ocurrida en la aldea El Aguacate, municipio de San Andrés Itzapa, Chimaltenango. La matanza fue perpetrada entre el 22 y 25 de noviembre de 1988.
El juez Walter Jiménez aseguró que este tipo de sentencias, “si bien no resuelven los problemas y conflictividad social” heredadas por la guerra, “sientan un precedente jurídico” para que no se repitan.
“Se quiere sentar un precedente jurídico a fin de evitar que en el futuro no se repitan estos hechos que atentan contra la dignidad humana”, refirió el juzgador durante la lectura de la sentencia en presencia de unos pocos familiares del insurgente y decenas de periodistas.
Derecho a la verdad
Entre sollozos y oraciones de la familia de Solano, de semblante tranquilo y ataviado con una camisa gris y pantalón del mismo color, el juez hizo énfasis en el “derecho a la verdad” de los deudos de las víctimas a quienes se les causaron “secuelas psicológicas”. Durante la lectura del fallo no estuvieron presentes familiares de las víctimas.
“La población tenía derecho a la verdad”, insistió el juez.
La Fiscalía había solicitado una pena de 690 años de prisión, pero el tribunal la consideró “cruel e inhumana”, y la redujo a 90 años.
El juicio oral y público contra Solano, que comenzó el pasado 27 de febrero, concluyó la mañana de este viernes, cuando el acusado se declaró inocente y pidió su libertad.
Según la acusación, Solano dirigió a un grupo de 10 guerrilleros que estranguló y asesinó a los 22 indígenas, tras acusarlos de colaborar con el Ejército.
Durante el juicio, la Fiscalía presentó 90 pruebas documentales, 29 testimonios y peritajes de unos 14 expertos en diferentes temas contra Solano, quien perteneció a la desaparecida Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA), una de las cuatro facciones guerrilleras durante la guerra.
Sin embargo, fue determinante el valor que le dio el Tribunal al testimonio de tres excomandantes guerrilleros que reconocieron que Solano había actuado sin el consentimiento de la alta comandancia guerrillera en la ejecución de los indígenas.
El Teniente David, capturado el 2 de mayo de 2013 en Ciudad de Guatemala, es el primer miembro de la antigua guerrilla acusado por una masacre perpetrada durante la guerra civil. Un informe de la ONU presentado en 1999 indica que la guerra dejó 200,000 muertos o desaparecidos, y responsabilizó de 93% de las violaciones de derechos humanos a fuerzas del Estado, 3% a la guerrilla y sin identificación al resto.
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