El presidente Salvador Sánchez Cerén pidió este miércoles 22 de abril a la Asamblea Legislativa que escoja de una lista de seis dirigentes de su partido -incluido al secretario general del FMLN, el diputado Medardo González- a las dos personas que completarán la línea de sucesión presidencial que prescribe la Constitución de la República.
El mandatario, que el 1 de junio cumplirá un año de mandato y pocos días después cumplirá 71 años de edad, envió dos ternas de las cuales saldría el primer designado y la segunda designada a la Presidencia. La primera terna, de la que saldría el primer designado, la encabeza González, y la completan el también dirigente efemelenista José Luis Merino y el diputado Santiago Flores. El segundo trío lo encabeza la diputada Norma Guevara, y lo completan las también legisladoras efemelenistas Lorena Peña y Lourdes Palacios.
El denominador común de estas seis personas es que las seis forman parte del máximo organismo de dirección permanente del FMLN, el Consejo Nacional, y también todas, salvo Lourdes Palacios, integran el más selecto organismo ejecutivo del partido, la Comisión Política.
La tradición indica que la Asamblea Legislativa se limita a cumplir el deseo del presidente de la República sobre quiénes quiere este que entren a lista de espera a ser llamados en caso de ausencia del gobernante y del vicepresidente de la República. El primer designado debe salir de la primera terna, esa que encabeza González, y de la segunda terna tendría que salir la segunda designada, porque así consta en la nota que envió Sánchez Cerén a la Asamblea Legislativa.
La Asamblea ha programado que el pleno conozca la solicitud de nombramiento este jueves y está previsto que el caso pase a estudio de la Comisión Política de esta legislatura a la que solo le va quedando una semana de mandato.
La Constitución de la República establece el mecanismo de sucesión presidencial, aunque no pone plazos para hacer la nominación de los designados a la Presidencia. El artículo 168 dice que una de las atribuciones del presidente es presentar dos ternas de personas a la Asamblea Legislativa para este propósito, y el 155 describe cómo se activa ese mecanismo: 'En defecto del presidente por muerte, renuncia, remoción u otra causa, lo sustituirá el vicepresidente; a falta de este, uno de los designados por el orden de su nominación', dice el artículo 155. Si ninguna de estas personas estuviera disponible, a la Asamblea Legislativa le correspondería nombrar a quien debe ejercer la Presidencia.
González es secretario general del partido de izquierdas desde hace más de 10 años. Aunque ganó un segundo mandato consecutivo como diputado, su labor legislativa se ha caracterizado hasta hoy por sus numerosas ausencias. Es uno de los legisladores que menos acuden a las comisiones de trabajo que tienen asignadas.
José Luis Merino es, aparte de miembro de la Comisión Política y del Consejo Nacional, asesor de máximo nivel de Alba Petróleos de El Salvador.
Lorena Peña es vicepresidenta de la Asamblea Legislativa y preside la comisión de Hacienda del parlamento. Norma Guevara es la coordinadora de la bancada legislativa efemelenista.
En el partido de la exguerrilla, la dirección está asentada particularmente en la Comisión Política, que es el más exclusivo organismo de conducción, integrado por una veintena de personas. La Comisión Política, que preside el secretario general, Medardo González, tiene entre sus responsabilidades elegir a los candidatos a concejos municipales, y proponer candidaturas a diputados y a la presidencia de la República al Consejo Nacional y a la Convención Nacional. Al Consejo Nacional, formado por más de medio centenar de personas, corresponde, entre otras tareas, elaborar la plataforma electoral de la organización, y aprobar y reformar el reglamento interno y el de nombramiento de candidatos a cargos de dirección y a cargos públicos.
La Constitución de la República no es muy exigente en los requisitos que debe cumplir un designado a la Presidencia -edad superior a 30 años, de moralidad e instrucción notorias...-, y la norma ha sido que los presidentes escogen a personas de máxima confianza personal y también cercanas a las cúpulas partidarias. Armando Calderón Sol (1994-1999), por ejemplo, tuvo como designado al empresario Roberto Llach Hill, un personaje del entorno de la cúpula del partido Arena. El primer designado durante el gobierno de Francisco Flores (1999-2004) fue el también empresario Roberto Murray Meza, un histórico financista y expresidente interino del partido Arena.
El sucesor de Flores, Antonio Saca (2004-2009), también escogió a una persona de entorno partidario: el empresario Elías Jorge Bahaia también integró la dirección nacional arenera. Quien sí rompió la tradición fue Mauricio Funes (2009-2014), aunque él solo por trámite llegó a incorporarse al FMLN. Funes tuvo como primer designado a otro hombre de negocios, Nicolás Salume, quien también era miembro de Gana, un partido de derechas. Según explicó en algún momento el presidente, Salume le regaló una millonaria cantidad de dinero que en un inicio le había dado en préstamo para financiar su campaña electoral.
Así como la Constitución no pone plazos al presidente para que haga llegar sus propuestas a los legisladores, tampoco se los pone a estos para que escojan de las dos listas.
Sánchez Cerén cumplirá 71 años en junio y dos episodios ocurridos en los primeros ocho meses de su gobierno encendieron la preocupación de algunos: se desvaneció en Ciudad de México cuando se aprestaba a participar en la Cumbre Iberoamericana de presidentes. Fue llevado de urgencia a Cuba, donde fue hospitalizado. El gobierno nunca dio explicación precisa y verificable sobre el episodio y antes de eso intentó restarle importancia. Pero apenas un mes más tarde, el presidente tenía previsto inaugurar el año escolar y no pudo asistir porque tuvo que viajar de nuevo a Cuba para recibir atención médica.
La Presidencia de la República se ha limitado a asegurar que la salud del presidente, firmante de los acuerdos de paz en 1992, está bien.