Ciudad de Guatemala, GUATEMALA. El presidente Otto Pérez Molina renunció al cargo en la medianoche del miércoles 2 de septiembre a través de una carta -escrita y firmada con su puño y letra- dirigida al Congreso de la República, en la que aseguró que se sometería a un proceso judicial por cargos de corrupción a sólo tres días de las elecciones generales.
Pérez presentó su renuncia a las 11:58 de la noche, anunció el vocero presidencial Jorge Ortega en un comunicado entregado a la prensa. Ortega explicó a la AFP que Pérez dimitió para 'mantener la institucionalidad del país' y 'la figura de la presidencia alejada del proceso judicial'.
El Congreso, que en una decisión histórica le retiró el martes la inmunidad a Pérez para que enfrente a la justicia, se reune este jueves en la mañana para conocer la renuncia. Una vez sea aceptada la dimisión, el Legislativo convocará a una sesión de emergencia en la que asumiría formalmente el vicepresidente Alejandro Maldonado.
En la carta enviada al Congreso, Pérez sostiene que enfrentará 'con la conciencia tranquila los procesos que correspondan'.
'En la situación actual y teniendo en cuenta por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal con la convicción de hacer lo correcto', subrayó.
A las 8:45 de la mañana, Pérez Molina se presentó al Juzgado B de Mayor Riesgo para enfrentar las acusaciones en su contra, según reveló el Canal 7 de la televisión guatemalteca. Julia Barrera, vocera de la Fiscalía, explicó a la AFP que en el momento en que Pérez se presenta ante el juzgado, el ente acusador solicitará ligarlo al proceso judicial y dictarle prisión preventiva, una medida que de ser aprobada, hubiera de todas formas significado la destitución automática de sus funciones.
Desde la madrugada del jueves 3 de septiembre, decenas de guatemaltecos acudieron a la fachada del Palacio de Gobierno, en el centro de la ciudad capital, para celebrar la renuncia de Pérez Molina. Desde hace 16 semanas, miles de guatemaltecos han pedido su renuncia, luego de que su gobierno se viera sacudido tras la revelación hecha por la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) y el Ministerio Público del caso de defraudación aduanero conocido como 'La Línea'. Más reciente, el 21 de agosto, Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti fueron señalados como los cabecillas de la estructura.
La renuncia de Pérez Molina ocurrió pocas horas después de que el juez Miguel Ángel Gálvez emitiera una orden de captura por los delitos de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho. La decisión del juez ocurrió un día después de que el Congreso le retiró la inmunidad para ser investigado penalmente por corrupción, informó la Fiscalía.
'La orden de captura contra el presidente ya fue autorizada' por el juez Miguel Ángel Gálvez, a cargo del proceso, dijo el miércoles, a periodistas, la portavoz de la entidad acusadora
Además, la fiscal general, Thelma Aldana, reveló en una entrevista con Canal Antigua, que el presidente está acusado de tres delitos. 'La solicitud de captura es por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera', dijo Aldana, citada por el diario El Periódico.
Ahora solo resta que la captura de Pérez Molina se haga efectiva, aunque él también puede presentarse de forma voluntaria ante el juez sin necesidad de ser conducido por la policía, debido a un memorial presentado por la defensa en la mañana ante el juzgado, en el que el mandatario se puso a disposición para colaborar en el proceso.
Pérez fue acusado el pasado 21 de agosto por la Fiscalía y la Cicig de ser, junto a su exvicepresidenta Roxana Baldetti, uno de los cabecillas de una red denominada 'La Línea', dedicada al cobro de sobornos a empresarios para la evasión de impuestos en el sistema nacional de aduanas.
Baldetti se vio obligada a renunciar en mayo pasado, un mes después de que la CICIG y el Ministerio Públicao revelaran la existencia de La Línea, y establecieran que a cargo de ella estaba Juan Carlos Monzón, hoy prófugo de la justicia y hasta entonces secretario privado de la vicepresidenta.
En un fallo histórico y en medio de celebraciones de la población, el martes 132 diputados presentes en una sesión legislativa votaron de forma unánime por quitar el fuero de inmunidad al mandatario.
Horas antes de que se autorizara la orden de captura, la fiscal general de Guatemala, Thelma Aldana, aseguró a la AFP que el proceso penal por cargos de corrupción iniciado contra el presidente Otto Pérez, concluirá con una sentencia condenatoria.
El fraude en las aduanas, destapado en abril pasado, provocó manifestaciones masivas que precipitaron la renuncia de Baldetti, quien este miércoles fue trasladada de un cuartel militar en el centro de la capital, a una prisión ordinaria para mujeres en la periferia norte capitalina.
La orden de captura contra Pérez Molina se produce a menos de cuatro días de que los guatemaltecos acudan a elecciones generales.
Hasta ahora Pérez Molina se había mantenido desafiante a las demandas masivas de renuncia. Hace dos semanas, cuando la CICIG y el MP lo señalaron como el líder de la banda de defraudación aduanera, la cámara empresarial (Cacif), que hasta entonces se había mostrado cautelosa ante las demandas ciudadanas de renuncia, exigió al presidente la dimisión.
Desde abril pasado, cuando se reveló la existencia de la estructura delictiva 'La Línea', el MP y la Cicig hicieron una larga serie de revelaciones de actos de corrupción que involucraron a algunos de los más cercanos colaboradores de Pérez Molina, incluyendo a exsecretarios de la Presidencia.
Tras la acusación del 21 de agosto, el presidente comenzó a quedarse sin los últimos respaldos que tenía, incluso dentro de su equipo de gobierno. En un fin de semana renunciaron una decena de ministros y viceministros, y la Corte de Constitucionalidad, que ya antes había detenido un proceso de antejuicio en el Congreso, esta vez le dio luz verde.
El mandato de Pérez Molina, un general retirado vinculado a la inteligencia militar durante los años de la dictadura guatemalteca, termina a mediados de enero próximo.
Guatemala ha acumulado en los últimos años un extenso historial de procesamientos penales contra sus gobernantes o exgobernantes. El último caso antes del de Pérez Molina está vigente: el general Efraín Ríos Montt fue juzgado y condenado por genocidio hace dos años, pero la Corte de Constitucionalidad anuló la última parte del proceso y ordenó repetirlo. Ahora todo parece indicar que el exdictador evitará la repetición del juicio bajo argumentos de que no está en condiciones mentales para enfrentar el proceso. Este año también retornó al país el expresidente Alfonso Portillo, quien guardó prisión en Estados Unidos, donde fue encontrado culpable de lavado de dinero. El de Pérez Molina, sin embargo, destaca porque está siendo procesado en funciones y está al borde de la separación del cargo.
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