El respaldo de un puñado de empresarios más el de un dirigente de partido hacen posible que, en medio de acusaciones de chantajes y amenazas provenientes de los dos partidos indispensables para su reelección, el exfiscal Luis Martínez termine 2015 con esperanzas de un segundo mandato.
No hay muchos estadios que permitan explicar que Martínez continúe en la carrera por su reelección después de acusaciones de amenazas por parte del alcalde de San Salvador; de chantajes y soborno por parte del presidente de Arena; de compra de votos, según denunció el embajador alemán, y de corrupción, según diputados de Arena y del FMLN. Al sumar todo eso, aparentemente la carrera del exfiscal debería estar enterrada. Pero no.
Desde la firma de los Acuerdos de Paz, las reglas del sistema político salvadoreño requieren el respaldo de dos tercios de los 84 legisladores para hacer el nombramiento de fiscal general, y esos 56 votos mínimos solo pueden obtenerse con el concurso de los diputados del FMLN (31 escaños) y de los de Arena (35).
Ya para finalizar el año, el alcalde que recuperó la capital para el Frente, Nayib Bukele, acusó al exfiscal de amenazas; y el presidente de Arena, Jorge Velado, había denunciado una semana antes que Martínez había intentado sobornarlo. Y en lugar de recibir un rechazo claro de parte del FMLN y de Arena, fueron los denunciantes quienes resultaron magullados.
'Algunos dicen que mi ‘carrera política’ terminó”, escribió el alcalde de San Salvador en su cuenta de Facebook, poco después de que la jefa de la bancada legislativa del FMLN, Norma Guevara, le respondiera públicamente que luchaba contra molinos de viento, y que el FMLN no toleraría sus amenazas. Guevara estaba dando una respuesta pública, contundente, contra Bukele. Pero lo hizo como una militante disciplinada que le lee los estatutos a alguien que rompió las reglas, no porque ella simpatice con la elección del exfiscal.
Ni el Frente ni Arena han descartado firmemente la posibilidad de reelección de Martínez. Apenas han dicho que no se encuentra en la lista de nombres para negociar. Pero Martínez tampoco estaba en ninguna lista hace tres años, cuando fue elegido con el voto de ambos.
¿Qué o quiénes lo sostienen?
Martínez tiene atrás a un grupo de empresarios con fuertes vínculos políticos y suficiente capacidad de influencia como para permitirle anunciar, como lo hizo este 23 de diciembre, que continúa en la carrera para ser reelegido.
Cinco miembros de Arena, consultados por separado por El Faro, revelaron bajo condición de anonimato que el empresario Tomás Regalado está presionando por varias vías para que el partido apoye la reelección del exfiscal. Regalado es un magnate de la industria azucarera en El Salvador. Dos dirigentes de Arena mencionaron también al empresario Francisco Calleja abogando por la reelección de Martínez. Calleja es fundador de la cadena de supermercados Súper Selectos.
El Faro recibió copia de un correo electrónico que, según dos dirigentes del partido, Regalado envió a Jorge Velado después de que este acusara al exfiscal de intentar sobornarlo. En el correo, Tomás Regalado escribe: “Después de leer tus graves declaraciones en La Prensa este día en la pagina 32, respecto a Luis Martinez, me convenzo mas que tu estas bueno para ir a vender garnachas y chatarra a las hueseras, en lugar de estar dirigiendo un partido politico como Arena, lanzando acusaciones sin fundamento que dañan a personas honestas y al mismo partido”.
Ni Regalado ni Velado respondieron a las múltiples solicitudes de El Faro para comentar sobre el correo, aunque la secretaria de Tomás Regalado confirmó que la dirección electrónica del remitente del mensaje es la de su jefe.
Fundamentadas o no, las acusaciones del presidente de Arena contra el exfiscal se convirtieron en un hecho político que no recibió correspondencia en su partido. Nadie en Arena se atreve a dar por hecho que Martínez no será reelegido, a pesar de que los votos de al menos siete diputados areneros son necesarios para ello. Algunos admiten el temor de que se concreten las denuncias del embajador alemán en El Salvador, Heinrich Haupt, quien dijo saber de intentos de compra de votos para reelegir a Martínez en la Fiscalía.
Las diferencias, pues, tanto en Arena como en el FMLN, no son de opinión, sino de principios. Lo dijo públicamente el alcalde de San Salvador y lo dijeron algunos diputados de Arena: “Quien vote por él es un corrupto”, fue el mensaje del legislador arenero Johnny Wright.
El otro poder tradicional en el país, la Embajada de Estados Unidos, ha dado claras muestras de haberse distanciado del exfiscal. Los mensajes han llegado incluso desde Washington, D.C., donde un grupo de congresistas envió a la Asamblea Legislativa una carta en la que exhortaban a los diputados a buscar a otra persona para el período 2015-2018.
¿Es posible que Luis Martínez tenga suficiente capacidad de chantaje (como ya mostró con el padre Toño y como le señalan el alcalde mismo y el presidente de Arena) como para abrirse el camino hacia una reelección que traería, indudablemente, altísimos costos políticos para los partidos? Sí, es posible. Pero no basta. El chantaje no suele ser el poder de quien lo ejerce a estos niveles, sino su herramienta.
Luis Martínez ha sido señalado, durante su gestión, de corrupción, chantaje y sobornos; viaja en el avión privado de un ciudadano en proceso de investigación; su ejercicio se destacó por bravuconadas y amenazas más que por su eficacia en la investigación del delito o en la defensa de los intereses del Estado. Ha sido un fiscal señalado por manipular casos judiciales y esconder pruebas, como en el caso de José Adán Salazar (a) Chepe Diablo, el empresario vinculado al Cártel de Texis. Se gastó en tres años prácticamente los más de 14 millones de dólares encontrados en los narcobarriles y pagó en un lapso de tres meses 150 mil dólares en deudas personales, algo que no ha podido aclarar. Su manejo de los casos contra Enrique Rais, el expresidente Francisco Flores y el padre Antonio Rodríguez han transgredido las limitaciones éticas del cargo.
En estas condiciones, su reelección acarrearía un elevado costo para quienes le otorguen sus votos. Aún así, nadie se atreve a descartarlo.
A Luis Martínez lo sostiene un sector del poder económico nacional con largos brazos en ambos partidos políticos. Si en la derecha está Tomás Regalado, en la izquierda el empresario Enrique Rais (el mismo cuyas aeronaves ha usado Martínez para hacer viajes privados al exterior) y el máximo representante del FMLN en Alba Petróleos y líder partidario José Luis Merino, presionan para nombrarlo una vez más.
En el Frente, sin la presencia del alcalde, la división en torno a la elección del fiscal ha escalado a fuertes enfrentamientos internos, sobre todo entre el llamado grupo Alba y aquellos que se oponen a su reelección, encabezados por el presidente Salvador Sánchez Cerén y el secretario general del partido, Medardo González. Hasta ahora, en ese pulso, Norma Guevara se ha manifestado tanto en contra del exfiscal como en su favor.
Merino ha dicho que Martínez hizo un buen trabajo en la Fiscalía. “Ha hecho el esfuerzo necesario, ha habido una notoria mejoría en la capacidad investigativa de la Fiscalía, ha ayudado a que mejore la aplicación de la justicia en el país”, dijo a Diario El Mundo.
¿Y hay algún vínculo entre Martínez y Merino? Uno conocido es el de negocios. La familia del dirigente del FMLN ha sido administradora de la empresa que ha estado a cargo del relleno sanitario de Sonsonate, empresa en la que es inversionista el empresario Enrique Rais.
En el FMLN no han sido pocos los detractores de Martínez. El diputado Guillermo Mata Bennett, directivo de la Asamblea Legislativa, ha asegurado que él no votará por un segundo mandato del exfiscal. Norma Guevara enumeró a Diario El Mundo las principales deficiencias del trabajo de Martínez como fiscal general: “Luis Martínez ha salvado hasta hoy a Francisco Flores, Luis Martínez ha salvado a los de CEL-Enel, Luis Martínez no ha perseguido los 150 casos que puso el expresidente Funes”. Hace tres semanas, sin embargo, Guevara dijo en la televisión que el exfuncionario hizo un buen trabajo. A la semana siguiente Guevara apareció en televisión aclarando que Martínez no se encontraba en la lista de preferidos de su bancada, y entonces pareció una declaración de victoria de quienes se oponían a su nombramiento, después de un tenso y largo pulso con Merino y el grupo Alba. Después vino lo de Bukele.
Bukele plantea una posible ruptura
El alcalde San Salvador denunció que Luis Martínez lo había amenazado y advirtió de que renunciaría al FMLN si este votaba por la reelección. 'Esta mañana -dijo lunes el 21 diciembre- recibí una amenaza directa por parte del exfiscal general, diciéndome que si hacemos esta conferencia de prensa nos atuviéramos a las consecuencias'.
El FMLN, a través de la jefe de fracción, Norma Guevara, le respondió: 'No tiene sentido luchar contra molinos de viento. Varios en el FMLN venimos de la cárcel, sabemos de amenazas y seguimos adelante”.
Las posibilidades de la reelección del exfiscal Martínez parecían nulas. Sin embargo, un diputado de Arena, un diputado del FMLN y un técnico legislativo aseguraron a El Faro que la Asamblea Legislativa tuvo la intención de convocar a una sesión plenaria entre lunes y martes de la semana recién pasada, para intentar elegirlo para un segundo mandato.
“A mí me dijeron que estuviera pendiente el lunes y martes, por si había acuerdo”, dijo un diputado del FMLN que recibió instrucciones de su partido de estar atento a una convocatoria. Este diputado habló bajo condición de anonimato porque la bancada centralizó la postura oficial del tema en la jefatura de fracción que esta a cargo de Norma Guevara y violar la norma le acarrería problemas internos. El diputado explicó que durante toda la semana laboral antepasada -entre lunes 14 y el viernes 18 de diciembre, el nombre de Luis Martínez estaba entre las cartas por las que la bancada del FMLN podía votar si se cumplían ciertas condiciones: que lo propusiera un grupo de diputados disidentes de Arena, ya que como FMLN no podían proponer el nombre y que los disidentes de Arena lo hicieran público. 'Me lo dijeron la semana pasada y por eso yo estuve pendiente, pero cuando vi la conferencia de Nayib entendí que no había acuerdo', comentó el diputado del partido de gobierno.
Norma Guevara aclaró este martes que la elección del fiscal general sería una de las prioridades del próximo año: 'Este año no tenemos acuerdo de fiscalía general de la república y esperamos que en el comienzo del próximo se haga'.
El de Bukele es el más reciente de los enfrentamientos con su partido. Ganó las elecciones dirigiendo su propia campaña electoral, prescindió del color rojo de la bandera efemelenista durante toda la contienda y apenas utilizó la iconografía del FMLN, además desafió al partido a aliarse con algunos personajes de la dirección municipal del FMLN en San Salvador que fueron expulsados hace una década por intentar cambiar el rumbo de la organización.Una vez instalado en la alcaldía, Bukele ha sostenido muy pocas reuniones con la dirigencia del Frente. Pero estas diferencias son internas, independientes del conflicto al interior del partido por la posibilidad de reelección del exfiscal.
Lorena Peña, presidente de la Asamblea Legislativa, dijo recientemente: “Yo tomo muy en serio las palabras de Nayib, ya la dirección nuestro partido está discutiendo seriamente esto y no intervienen criterios cómo de qué militante se puede ir”, dijo Peña a un reportero de Órbita TV.
El FMLN discute con José Luis Merino el costo político de la reelección de Martínez versus la conveniencia de mantener a un fiscal que no ha querido meterse a investigar el grupo Alba, en el que hay ya indicios, como publicó El Faro, que ameritarían abrir expedientes. De mantener a un fiscal que tampoco ha sido muy incisivo en investigar los señalamientos de irregularidades contra el círculo del expresidente Funes, aun cuando estos señalamientos provienen de la sección de Probidad. De mantener a un fiscal que no podría investigarse a sí mismo y su relación con Enrique Rais y sus conflictos de interés en este caso.
En Arena caminan con pies de plomo porque, ya lo dijo el embajador alemán, hay intentos de comprar diputados para alcanzar los votos. Siete son los necesarios. Si esto se diera, el fiscal entrante debería investigarlos de oficio, pero si esto se diera, el mismo fiscal sería el beneficiado. Lo cierto es que, adentro de Arena, hay quienes aún abogan por la reelección de Martínez. Su mayor argumento es la vergonzosa actuación de la Fiscalía en favor del expresidente Francisco Flores.
El diputado Johnny Wright dijo en una entrevista con El Faro algo parecido a lo que Bukele planteó sobre su partido: que él no podría trabajar con diputados de Arena que apoyaran la reelección de Martínez. 'Quien apoya a un corrupto es corrupto', sentenció Wright días antes de la denuncia de Bukele.
Pero en Arena el jefe de la bancada legislativa, Alberto Romero, ha dicho que él no tendría ningún problema en respaldar a Martínez. Y la semana pasada, el exalcalde capitalino Norman Quijano optó por alinearse con el exfiscal y en contra del presidente de su partido, Jorge Velado. Quijano dijo que eran poco serias las acusaciones de Velado contra Martínez.