Hoy Mauricio Interiano Orellana ha pasado el día batallando contra el reloj. Esta mañana tuvo que bajarse de su camioneta y comenzar a correr para llegar a tiempo a la sede central de su partido, en la colonia Flor Blanca de San Salvador. La ceremonia en la que Arena convocaba a elecciones internas estaba programada a las 10 de la mañana y un desfile de las fiestas agostinas —hoy es lunes 1 de agosto— interceptó a Interiano a la altura de la avenida Olímpica. Tuvo que trotar, dice, chaleco en mano. Y secarse el sudor antes de entrar al salón Roberto d’Aubuisson para unirse a la ceremonia.
Interiano tiene 46 años y es el de menor trayectoria de los tres candidatos oficialmente inscritos para presidir, después de la elección interna de agosto, el Consejo Ejecutivo Nacional (Coena) de Arena. Sus adversarios son el veterano Hugo Barrera, vinculado al partido casi desde que se fundó en 1981 y ministro en varios gobiernos areneros, y el diputado Edwin Zamora, como Interiano exmiembro del Coena pero con proyección pública desde 2010.
Sobrino de Eduardo Interiano Martínez, ministro de Salud en los 90, durante el gobierno de Armando Calderón Sol, este ingeniero eléctrico regresó al país en 1996 después de ocho años en Estados Unidos. Estudió en el Georgia Institute of Technology, de Atlanta, y una maestría en Austin, Texas, y trabajó en la empresa Kimberly Clark. Ya en El Salvador, participó en las actividades partidarias habituales para un profesional con tradición familiar arenera: jornadas de recaudación de dinero, trabajo de urnas en los centros de votación… Pero con el triunfo del FMLN en 2009 Interiano dice haber entendido que la política es un asunto de tiempo completo. “Fui a una reunión a un hotel, éramos 80 o 90 personas de un movimiento de la sociedad civil, muchos éramos areneros, otros no, y lo que más me marcó fueron tres mensajes: que el cambio del gobierno había sido culpa nuestra, por quedarnos al margen; que solo podíamos cambiar el país si nos metíamos en política; y que solo los grupos, no los individuos, pueden lograr esos cambios”.
En agosto de 2012 fundó, junto a otros profesionales y empresarios, el Movimiento 300, un grupo externo a Arena que intentó reaccionar a la candidatura presidencial que el entonces alcalde de San Salvador, Norman Quijano, había obtenido a fuerza de sacudidas y maniobras internas. El Movimiento 300 estaba conformado por jóvenes de familia arenera, pero también por empresarios que no veían una opción en el FMLN. Quijano les parecía una carta demasiado gastada, así que intentaron refrescar la candidatura y al partido. Cuatro años después, es discutible si lo lograron. En esta entrevista, Interiano rehuye hablar de aquel conflicto interno y de Norman Quijano.
Dice que va a cambiar el rostro a Arena, pero le cuesta explicar en palabras crudas, simples, cómo luce exactamente ese rostro pasado que él pretende cambiar. Repite que los errores hay que revisarlos, pero defiende fervientemente las políticas económicas que entre 1989 y 2009 impulsaron las administraciones areneras. La renovación que dice abanderar pasa, insiste, más por un cambio de actitudes internas (mayor transparencia en la toma de decisiones, menos influencia de las argollas en Arena) que por el replanteamiento de la filosofía política del partido de derechas. A juicio de este empresario y exdirectivo de la AFP Crecer, la receta para el país es la que siempre ha proclamado Arena: dar mayor facilidades para la inversión privada, generar más y mejores empleos, lograr crecimiento económico para que impacte en todos.
Recibe a El Faro en la colonia Escalón, en el Centro de Negocios Expertha, del que es CEO. Se ha pasado en reuniones toda la tarde y después de la entrevista tendrá otra más a la que terminará por llegar tarde por culpa nuestra. El reloj, siempre el reloj. Las elecciones internas son en tres semanas y todo indica que Interiano, como esta mañana, como después de la entrevista, tendrá que correr contra el tiempo si quiere ganar la presidencia del Coena.
En El Faro hemos publicado que usted entró a la tesorería de Arena como cuota del Grupo 300, faltando solo nueve meses para la elección presidencial de 2014. En ese mayo, el Grupo Poma se había consolidado como el apoyo económico más importante para la candidatura de Norman Quijano. El CEO del grupo, Ricardo Poma, y el expresidente Francisco Flores callaron las voces que pedían que se sustituyera a Quijano como candidato presidencial y lograron que él siguiera en la carrera.
Te soy honesto, en ese momento estaba participando dentro de la campaña de Norman.
¿Y no se enteró de este tipo de cuestiones? ¿No supo que la candidatura de Norman estuvo a punto de echarse a perder?
Nosotros siempre estuvimos enfocados en lograr que Norman Quijano llegara a ser presidente. Ahora bien, creo que hubo muchos aprendizajes en esa campaña. A mí me tocó manejar la parte financiera y la parte de recaudación todo ese tiempo. Y es un gran reto, porque lo mismo que en la opinión pública se ve que la simpatía partidaria ha bajado, se ve en el nivel de donaciones. Si yo llego a pedirles apoyo económico para el partido, ustedes deben creer en el partido y en lo que significa su proyecto, porque no es solo apostar por el partido A o el partido B, sino creer en lo que Arena representa y lo que va a lograr. De ahí viene mi motivación para asumir este reto y completar la renovación, de querer lograr que se vea, que se sienta.
En su opinión, ¿fue Norman Quijano un buen candidato?
Nuevamente, veamos hacia adelante, ¿qué se necesita hacia adelante?
Usted habla de que la campaña de 2014 dejó muchos aprendizajes. Quiero comprender si entre ellos está el hecho de que la recaudación de fondos depende de escoger a un buen o un mal candidato.
Siempre es importante escoger un buen candidato. Hay muchas cosas que hay que tener: una buena campaña, un buen mensaje, una buena propuesta, hay que tener un buen trabajo territorial, hay que tener a todas las bases motivadas...
Y yo entiendo que todo eso falló, porque fue exactamente lo que reclamaron y criticaron las estructuras del partido a la dirigencia durante una reunión que se celebró dos días después de la primera vuelta , en febrero de 2014. Y en esa reunión mucha gente criticó a Quijano.
Sí, son de las cosas que tuvimos que aprender. Con una excepción: la campaña que tuvimos fue la campaña en la que más recaudación hubo. En general, sacamos dos lecciones: en la primera vuelta recibimos un mensaje de que algo malo habíamos hecho; no habíamos logrado conectar, no logramos entusiasmar ni encender esa chispa. Pero la segunda vuelta nos mostró también que la población está lista para sumarse al proyecto de Arena, que es lo que ahora tenemos que lograr.
¿El Grupo Poma fue el donante más importante en la campaña de Norman Quijano?
Hay varios grupos que han sido grandes amigos del partido, y el Grupo Poma es uno de ellos.
¿No fue el más importante en aquella campaña?
No necesariamente, no. Pero tampoco es que te tenga el detalle de quién fue el más importante. O sea, hubo varios que estuvieron aportando y que gracias a Dios continúan haciéndolo, como ustedes vieron en los listados.
Sí, y en esos listados de donantes consta que a empresas de la familia Poma o sus subsidiarias donaron en 16 meses 583 mil dólares del total de 2.9 millones de dólares que el partido dice haber recibido, un poco más de la quinta parte. Solo quería saber si esa fue la misma proporción de ayuda...
No, en un período de campaña es mucho mayor el número de personas que apoyan y, obviamente, el apoyo de un grupo o de una empresa se diluye mucho más. En tiempo de no campaña eso es un poco más difícil, no es tan claro.
¿Cómo piensa evitar que quienes dan grandes donaciones le pidan a usted tomar o no tomar una decisión en el partido?
Todo proyecto político tiene que tener un rumbo claro, y lo que Arena esté haciendo debe beneficiar a toda la población, si no realmente no tiene sentido. Arena debe ser independiente de pequeños grupos o de individuos que estén queriendo influir. Esa perspectiva nunca la podemos perder. Estoy convencido de que hay que ampliar la base de donantes y eso es parte de mi proyecto, para que sean cientos de miles de personas las que nos estén dando aunque sea cantidades pequeñas.
¿Dice que sí hay personas o grupos pequeños que influyen demasiado en las decisiones del partido?
Precisamente lo que las bases están pidiendo es más participación.
¿Sí o no?
La percepción está. Si se ha dado en el pasado es probablemente lo que ha generado resentimiento y, obviamente, siempre hay intereses de distintas personas, o de empresas que van a querer influir en el partido de alguna manera, unos con buenas intenciones y otros con no tan buenas intenciones. Lo importante es que nosotros tengamos la claridad de defender un proyecto y el rumbo que tengamos, y ahí es importante la inclusión y la participación de toda la ciudadanía.
¿Debe haber transparencia absoluta en las finanzas de los partidos?
La transparencia tiene que ser uno de nuestros ejes para volver a ganar credibilidad ante la población. Hay cosas que han venido como exigencia, con fallos de la Sala de lo Constitucional, y hay cosas que debemos hacer por convicción y porque creemos que es lo correcto. Obviamente algunos donantes no se van a sentir cómodos, pero también es nuestra labor decir: ¿Saben qué?, este proyecto motiva tanto que nos debemos sentir orgullosos de ser parte de él. Las finanzas deben ser completamente transparentes al público. Obviamente respetando...
¿Respetando qué?
Respetando la privacidad de individuos en los casos que requieren mantenerla. En el caso de donaciones eso no lo podemos hacer, pero...
¿Qué tipo de derecho a la privacidad podría alegar alguien?
El tema... Bueno, la verdad es que no. En este momento tenemos que hacerlo todo de manera transparente.
Entonces, ¿sostiene que debe publicarse no solo lo que ingresa el partido sino también el detalle de en qué usa el dinero?
Sí, debe publicarse en qué se ocupa el dinero, hasta donde no estemos divulgando nuestras estrategias.
Justamente eso alegó Arena para no entregar el detalle de sus gastos tras una petición de información de la organización Acción Ciudadana. ¿A qué estrategia se refieren? Porque cuando se pide un detalle de gastos claramente no se está pidiendo la estrategia partidaria.
Es que si a mí me dicen que quieren saber cuánto se gastó en un año y en qué lo gastamos, está bien. Pero ya cuando me preguntan cuánto invertiste en esta campaña en este municipio, cuánto invertiste en este sector... Ahí es donde ya estamos hablando de cosas muy específicas, donde puede ser... No es algo que podamos divulgar.
¿Por qué no? Estrategia es otra cosa.
Sí, comparto eso contigo, tenemos que ser coherentes con lo que queremos propiciar. Debemos ser tan transparentes como queremos que todos los funcionarios lo sean, y tenemos que ponernos siempre del lado de los ciudadanos.
¿Por qué entonces tardó Arena casi cinco meses en entregar la información de sus finanzas que pedía Acción Ciudadana?
Por dos razones. Uno, se estaba construyendo toda la información; acordate que la Ley de partidos políticos entró en vigencia recientemente y eso nos obligó a tener un nuevo sistema de contabilidad. Todo eso es parte de lo que se estaba trabajando y había que entender realmente de qué manera se entregaba la información. Y lo otro es que no había claridad sobre qué información se tenía que entregar y cuál no.
Dice que Arena no tenía la contabilidad lista para cumplir con la exigencia de la Ley de partidos políticos porque la ley es nueva. ¡Pero desde octubre de 2014 la ley incluye que el financiamiento es público!
Pero ya se cumplió, ya pasamos eso. Y ahora lo importante para nosotros es mantener ese espíritu de transparencia.
¿No fue por presión de los donantes que guardaron la información?
Ya te dije qué fue lo que pasó. Ahora ya dimos ese paso hacia adelante y tenemos el reto de volver a enamorar a los salvadoreños basándonos en una relación de confianza y credibilidad.
¿Usted estaría dispuesto a hacer público su patrimonio y su declaración de impuestos sobre la renta?
Sí, no tengo ningún problema en hacerlo. Me gusta la idea de tomar ese tipo de medidas para dar el ejemplo.
Ok. ¿Cuándo esperamos su copia?
Ja, ja, ja. Ya te me estás adelantando.
Es que es en serio.
Pero sí, me gusta, porque esos son el tipo de ejemplos que tenemos que dar. Ahora que vamos a tener este cambio de Coena es importante empezar a dar señales de en qué consiste esta renovación.
Puede parecerle una tontería, pero de verdad necesito saber si me va a dar una copia.
Lo que te puedo decir es que, si la damos, vas a ser el primero en tenerla.
Es decir, ya no está tan seguro de ser transparente en ese sentido.
Estamos claros en ser transparentes. Ahora, si tú querés mi declaración no tengo problema en compartirla, si debe de ser pública.
No hay obligación legal, pero usted habla de la voluntad de transparencia.
...Lo vamos a evaluar.
Mauricio, usted fue parte del equipo que organizó el Quinto Congreso Nacionalista en mayo de 2014, un foro en el que las bases de Arena hicieron catarsis de los problemas del partido y las causas por las que perdieron de nuevo una elección presidencial. Las conclusiones fueron drásticas: sentían que el partido pertenecía a unos pocos, que era muy vertical y no había espacios para hacerse escuchar, que había injerencia extrema de los donantes. Y al final, la conclusión fue simple: el partido estaba mal porque no cumplía sus propios estatutos. ¿No le asustó el carácter poco democrático de Arena?
¿Por qué asustarnos? Los tiempos van cambiando. Lo que salió en el congreso me motivó y, al contrario, disfruté mucho esa participación dentro y fuera del partido. Me motivó a pensar que había una oportunidad para volver a conectar con la población.
¿Cómo se puede creer a un partido cuando dice que habrá una renovación si nunca ha hecho una reflexión pública sobre sus errores?
Las encuestas dicen que la población está esperando un cambio, no solo en Arena sino en toda la clase política. La gente está esperando ver políticos que entusiasmen y un proyecto que inspire a toda una nación. Nuestro país tiene un gran potencial, lejos de lo que ahora es, y si queremos transformarlo debe haber antes una transformación en la política. Quiero que todo eso comience desde Arena. La renovación de Arena es una necesidad, pero no solo se trata de reformas, va más allá: es un tema de convicciones y actitudes, y de si estoy convencido de actuar diferente.
Dice que la renovación es una necesidad pero hay personas que parecen no estar en esa misma línea. Los diputados Norman Quijano y Ernesto Muyshondt han dicho que no les interesa competir por la presidencia del Coena porque las reglas aprobadas por el partido el 24 de julio prohíben a la futura dirigencia aspirar a cargos de elección popular. ¿Hay aún quien quiere usar el Coena como trampolín?
Te puedo hablar de mi experiencia en los últimos años en el Coena. Yo esas prácticas, si las ha habido en el pasado, no las he visto. Pero asumo que por esa razón se han hecho las reformas, para evitar eso hacia adelante.
Le pedimos que vea al pasado: ¿Qué dos o tres cosas criticaría usted de la historia del partido?
Hemos estado muy enfrascados, viéndonos hacia adentro. Todos los areneros estamos muy pendientes de lo que pasa con la dirigencia y con nuestros líderes, pero necesitamos acercarnos a la población y a nuestras bases, enfocar nuestra energía en ver sus problemas. Nos tenemos que volcar a trabajar de la mano con nuestras bases. Nuestra gente ven que el Coena se queda en la sede y no está con ellos. Y también es importante tener clara cuál es nuestra visión, cuál es el proyecto político que guía el trabajo, el camino a seguir.
¿Cuántas visiones hay en Arena? ¿Hay muchas Arenas en Arena?
Hay una sola Arena y debe tener un proyecto que nos una a todos. En este momento tenemos que aclarar cuál es ese proyecto. Primero hay que entender cuál es la realidad que estamos viviendo como país y hacer una proyección de país a pesar de la diversidad de estilos, visiones y carácteres, personalidades, intereses. Por eso Arena nace como una unión de sectores: agrícola, obrero, juventud... Tenemos que trabajar en ser una oposición más específica, que venga de esos sectores. El sector agropecuario, por ejemplo, tiene un gran alcance. Nosotros como dirigencia tenemos que entender sus necesidades, acercarnos a los agricultores, a los campesinos, para poder solucionar sus problemas.
¿Usted cree que han estado alejados del agro, como partido y en sus gobiernos?
Creo que el sector agropecuario ha sido abandonado por el Gobierno. Y ese es uno de los grandes problemas que tenemos. No estamos enfocándonos en resolver los problemas del sector agropecuario.
Pero un momento... Fue en los gobiernos de Arena que se abandonó el modelo agroexportador para dar inicio a una etapa de liberalización de la economía. En sus gobiernos no hubo una apuesta fuerte hacia la agricultura. Me sorprende escuchar de usted que el descalabro sea un problema desde la llegada del FMLN en 2009.
Así lo vi en tu reacción.
...
Y es válido. Para sacar adelante a este país tenemos que definir las grandes apuestas, y obviamente una debe ser la agricultura. Pero también hay otras apuestas que se deben hacer. En los gobiernos de Arena se hicieron otras apuestas fuertes, por otro tipo de industrias, lo cual era importante hacer. Pero probablemente sí, hay una deuda ahí, no se hizo una apuesta por el sector agrícola del cual depende... o sea, ¿cuánta de nuestra población depende la agricultura, ya sea el agricultor pequeño o la agroindustria? No lo podemos obviar. E independientemente de qué pasó antes, en estos años se ha magnificado el problema. Pero lo que tenemos que hacer es ver hacia adelante.
Para mirar hacia adelante hay que ver qué falló cuando Arena fue gobierno. ¿Qué evaluación hace de las políticas económicas de los gobiernos de Arena?
Hacia adelante, como decía anteriormente. Necesitamos dinamizar la economía y facilitar que se generen oportunidades. Nuestra mayor riqueza es nuestra gente, el recurso humano. El salvadoreño por naturaleza es perseverante, pero no le estamos dando las oportunidades. Y para ello necesitamos reglas claras, incentivos para la inversión, formación para los emprendedores, formación del recurso humano para que realmente podamos atraer oportunidades.
Se lo pongo de otra manera: Oxfam dice que para que un país crezca debe reducir la desigualdad entre las capas más altas y más bajas de la sociedad, y eso implica replantear el esquema de tributación, evaluar los impuestos regresivos, como el IVA, aprobados en un gobierno de Arena, el de Armando Calderón Sol. ¿Está usted de acuerdo con Oxfam, o cree que la receta económica sigue siendo siempre aquella que permite a los empresarios invertir más y que por tanto haya más trabajo?
No, claramente, la desigualdad es importante. Todo salvadoreño debe tener la misma oportunidad para salir adelante. Es decir, sí es importante que hagamos inversiones fuertes, que realmente brindemos a todo joven salvadoreño —con independencia de que viva en la capital o en el interior, si tiene recursos económicos o no— iguales condiciones y oportunidades. En el tema de educación debemos tener una apuesta seria, para que todo salvadoreño pueda estar preparado. Me pasó el otro día: tomé un taxi y venía con una persona de un municipio de Sonsonate, y me dice “Yo a los 15 años me tuve que venir a San Salvador. Yo soñaba con ser profesional, con ser un empresario, con sacar mis estudios, pero a duras penas llegué a noveno grado y no pude seguir”. Esa persona, Omar se llamaba, tenía potencial, pero le faltó apoyo económico, le faltó un padrino tal vez, y eso lo tenemos que cambiar.
Si pone el ejemplo de Omar, supongo que no ve mal el programa “Jóvenes con Todo” del actual Gobierno, que dará subsidios a jóvenes que no lograron estudiar por falta de recursos.
Es que eso, hasta donde yo entendí, no tenía mucho sentido porque era un subsidio para dar recursos a jóvenes pero no les genera oportunidades. No estaba cambiando el sistema educativo, no estaba realmente haciendo una apuesta por incrementar el nivel educativo de los jóvenes...
Pero usted habló de Omar, que no estudió más allá de noveno grado porque no pudo, porque quizá le faltó dinero para transporte, para los materiales escolares... Y usted habla de dar oportunidades a los jóvenes que no lograron seguir estudiando.
¿Pero cómo vas a controlar que realmente se esté sacando provecho a eso? ¿Cómo vas a asegurarte de que lo estén utilizando de manera correcta? ¿Cómo vas a asegurarte de que esos recursos lleguen a aquellos que realmente quieren hacer el esfuerzo?
La Secretaría Técnica explicó en una entrevista con El Faro Radio que el estipendio se daría a cambio de resultados, y si estos no se cumplen se termina el subsidio.
Hasta donde vimos nosotros, no había claridad en cómo lo iban a hacer. Hay cosas básicas que nunca supimos cómo se iban a hacer. Necesitamos, por un lado, oportunidades de trabajo porque un joven preparado necesita trabajo. Y por otro, entendamos dónde se va a educar, si aquí las instituciones educativas tienen demasiadas necesidades. En una charla a la que fuimos me decían: “mire, ¿cuál es la diferencia entre un país como Suiza y un país como El Salvador? Tenemos similar geografía, tamaño, población”. Pero obviamente en nivel de desarrollo económico, de desarrollo social, estamos hablando de dos mundos distintos. La diferencia entre un país desarrollado y un país subdesarrollado, es cómo se utilizan los recursos, lo poco o mucho que tengan.
Otra diferencia entre Suiza y El Salvador son sus niveles de tributación y recaudación. Tradicionalmente, Arena se opone a reformas fiscales profundas que combatan la elusión y la evasión, y sostiene que el problema es el gasto desmedido del Gobierno. Nuestro nivel de tributación es de un 16% del PIB, y según cálculos de Oxfam la recaudación debería llegar al 20%. ¿La receta económica para El Salvador incluye el rediseño de la tributación?
Se me está agotando el tiempo pero, a ver, en este tema: para incrementar la recaudación tienen que crecer la base tributaria y el empleo formal. En este momento solo un pequeño porcentaje de salvadoreños paga impuestos. Más del 70% de la población económicamente activa está en el sector informal. Tenemos que seguir creciendo para que haya más oportunidades de empleo formal.
De acuerdo, le pido su opinión sobre los impuestos actuales. Solo en elusión, en El Salvador se pierden al año 1,200 millones de dólares. Es decir, que las leyes no están diseñadas para que se tribute mejor y el Estado tenga los recursos necesarios para invertir.
Pero estamos viendo que este gobierno es el que más plata ha recaudado. Tú mencionabas algo importante: que la tributación en países como Suiza es mayor; pero los resultados también son mayores, y eso incentiva a formalizar la economía, a que se recaude más, a que se amplíe la base tributaria. Pero nuevamente, tú hablabas de 1,200 millones; el gobierno actual del FMLN ha tenido 1,400 millones de dólares más al año, pero no se ve que esté creciendo la economía, ni el empleo formal, ni la inversión como para que crezca la tributación. Esa es la manera de crecer. Lo que vemos es un gobierno que está descargando en otros su incapacidad de resolver: si no es culpa de la oposición es culpa de los empresarios, o culpa de otros gobiernos.
¿Debe modificarse que las corporaciones en El Salvador paguen por renta alrededor del 5% de los ingresos, cuando los asalariados pagan alrededor del 11%?
Estamos hablando de lo mismo: si queremos más recaudación tenemos que hacer crecer la economía. Con cualquier otra discusión que tengamos no vamos a salir del problema.
¿Entonces el paquete económico que necesita El Salvador no debe incluir que los impuestos sean menos regresivos? No es lo mismo que un empresario pague el 13% del IVA en determinados productos que una señora que vende tortillas en La Rábida, por poner un ejemplo de injusticia fiscal.
Pero pagamos en base a ingresos y en base a eso, el consumo.
Claro, pero no es lo mismo que un albañil pague lo mismo en IVA que usted o yo. ¿No debe cambiar que los impuestos deben ser más progresivos?
Yo asumo que tú pagas más IVA que un albañil.
¿Pero no le parece injusto que por cada producto pague lo mismo usted que un albañil?
¿Que si hay que revisar todo el sistema tributario? Sí, probablemente. Y habrá que traer expertos para ver de qué manera se hace crecer la recaudación manteniendo los incentivos para la inversión y el crecimiento. Yo puedo entender que a una persona de escasos recursos le cueste pagar aunque sea lo poco de IVA que pague, porque también debe pagar otros impuestos: la telefonía, la renta (a las pandillas) para poder llegar a su casa... Es sano que revisemos todo eso. Pero mientras esa persona tenga una fuente de ingresos, por lo menos tiene una fuente de ingresos. La verdadera tragedia la vemos en todos aquellos salvadoreños que no tienen empleo. Entiendo tu punto, y creo que es un tema válido, a revisar en un futuro, es algo que asumo y espero que este gobierno tenga la capacidad de revisar, porque todas las medidas tributarias que han tomado han incrementado la recaudación pero han golpeado la economía.
Solo unas preguntas para terminar. (Su asistente, Diego Marinero, interrumpe para comentar que Interiano tiene otra reunión.)
Te lo voy a agradecer porque estamos cortos de tiempo.
Otra política pública que tiene el sello de las gestiones de Arena es la privatización del sistema de pensiones, que ahora está presionando las finanzas públicas y provocando una crisis…
Estás ocupando palabras que yo no comparto del todo, porque las pensiones no están generando una crisis fiscal. Hay una crisis fiscal por la incapacidad del gobierno actual de manejar de manera responsable las finanzas y de priorizar bien cómo utilizar los recursos del Estado.
En eso podemos estar más o menos de acuerdo, pero mi pregunta es sobre la efectividad del sistema previsional. Si apenas 1 de cada 10 personas en edad de trabajar logra una pensión estamos frente a un sistema que no funcionó del todo, ¿no cree?
El problema de las pensiones más bien se da por los pocos intereses que están recibiendo los afiliados y los cotizantes.
Aun con mayor rentabilidad serían pensiones muy bajas, y la Ley del sistema de pensiones dice que las personas van a recibir pensiones dignas, pensiones seguras.
Honestamente no comparto eso, y creo que es un error pensar que el sistema falló. El sistema sigue trabajando como fue diseñado, si bien lo que se está haciendo en este momento es revisar los ajustes que necesita.
¿No es un fallo que quien se jubile solo pueda disfrutar sus ahorros un promedio de cuatro años porque al cabo de ese tiempo el ahorro se le acaba? Esa es la estimación para el actual sistema de pensiones, y en Latinoamérica la sobrevida de los jubilados en ningún caso es menor a 10 años.
Pero no entiendo por qué estás haciendo esas aseveraciones.
Lo dicen las proyecciones del Ministerio de Hacienda y los documentos que tiene en estudio la Asamblea.
Creo que tomas aseveraciones que no son completas. Si queremos revisar el sistema previsional, tengamos una mesa técnica, con expertos que realmente conozcan, para buscar los ajustes que hay que hacer. Pero es importante proteger los ahorros de los salvadoreños, y entendamos que el principal problema del país no es previsional, es fiscal.
¿Usted estaría de acuerdo en reducir la comisión que ganan las AFP por administrar los ahorros de pensiones?
Creo que lo que ganan las AFP no es relevante desde el punto de vista previsional.
En 16 años, las AFP obtuvieron 1,400 millones de dólares en concepto de comisiones junto a las empresas de seguros.
Me refiero a nivel de porcentaje.
(Suena su teléfono. “Sí, ahorita llegamos”, dice Interiano a la persona al otro lado de la línea.)
Te agradezco, de verdad, que terminemos. Habíamos acordado hasta las 4 y se me ha estirado el tiempo...
La última pregunta: usted menciona que las comisiones no tienen nada que ver con el problema de pensiones, pero usted es directivo y socio de una AFP. ¿Cómo podemos creerle?
No soy directivo ni socio de una AFP.
¿Ya no? ¿Desde cuándo?
Desde hace unos meses no soy directivo, y nunca fui accionista, más que con una acción, por los requisitos. Como te digo, honestamente no soy directivo ni AFP. Pero, ¿a dónde vas con esto?
A que su postura se puede ver influída por el hecho de que fue directivo y socio de una AFP .
No, ¡por Dios! Yo desde que inició el sistema creí que el sistema era una solución para El Salvador, y sigue siendo así, y lo sigo creyendo. Se ha querido querido desviar la discusión del problema fiscal y hacerlo parecer un tema previsional. Y sí, es importante hacer revisiones y ajustes, pero hay que entender todo el problema para ver cómo se hacen esos ajustes.
Con esto termino: ¿las pensiones que recibe la gente no le parecen de miseria?
Hay que entender todos los casos. Hay de todo. No me he metido a ver este sistema a detalle. Pero no comparto esa aseveración que tú estás haciendo.
El 70% de los cotizantes tiene salarios menores a dos salarios mínimos del sector comercio, y la pensión que reciben anda alrededor de los 206 dólares al mes. ¿Le parece digno?
¿Qué me estás preguntando? ¿Que alguien reciba 206 dólares…?
Si ese monto le parece una pensión justa y digna.
Creo que tenemos que hacer todos los esfuerzos para incrementar los ingresos de todos los salvadoreños, incluyendo las pensiones, y eso es lo que se está viendo en la comisión que están trabajando esto. Pero habría que tener la discusión en el foro adecuado, con personas que realmente puedan buscar una solución a esto.
¿Arena debe estar abierta a un diálogo con el Gobierno sin restricciones, o dosificar, como oposición, su diálogo con el gobierno actual o incluso con otros partidos?
Debe haber diálogo con el Gobierno y con los demás partidos, pero tiene que ser un diálogo con un propósito claro. Una cosa es sentarse en una mesa solo para hablar, y otra para proponer y defender una línea. Ahora por fin, afortunadamente, se están dando esfuerzos para poder llegar a acuerdos en el tema fiscal, pero los anteriores habían sido diálogos enfrascados y enfocados solo en obtener fondos y recursos. El diálogo debe ser más profundo. Hacia adelante, Arena ha de tener apertura a dialogar, pero con posiciones firmes en los puntos en que veamos que tenemos que serlo. Si es algo que vaya a beneficiar a la población, no veo por qué no lo vamos a apoyar. Lamentablemente, en este gobierno hemos visto muchas iniciativas que están endeudando al país, que simplemente son un uso de recursos que nos está dañando. Llega un punto en el que tenemos que ser exigentes con los resultados de lo que el Gobierno está proponiendo.