Benjamín Cuéllar, exdirector del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), cree que después de que la Corte Suprema denegó la extradición a España del militar de más alto rango condenado por el asesinato de los sacerdotes jesuitas, este puede ser el caso que permita a la justicia salvadoreña demostrar que puede combatir la impunidad y la corrupción. El coronel Guillermo Benavides, según la Corte, debe volver a cumplir su sentencia de 30 años de cárcel, que quedó truncada en 1993 cuando la Asamblea Legislativa emitió la Ley de Amnistía y el militar había cumplido solo 14 meses de prisión. La Corte aún debe decidir sobre las peticiones de extradición de otros 12 militares, pero para Cuéllar ya se dio un paso hacia adelante que pone a prueba el sistema de justicia de El Salvador.