En medio de un juicio por enriquecimiento ilícito y una investigación por corrupción, el expresidente Mauricio Funes pidió asilo a Nicaragua, y el gobierno de Daniel Ortega se lo otorgó. Funes pidió asilo por 'considerar estar en peligro su vida e integridad física y la de su familia por luchar en pro de la democracia, la paz, la justicia y los derechos humanos, y su filiación política en la república de El Salvador'.