Raúl Valladares es un expandillero de 34 años, de la pandilla Barrio 18-Revolucionarios, de la clica de la colonia Dina de San Salvador. Asegura que a los 15 años encontró en la pandilla una familia. Fue conocido como el “Shadow”. Durante su vida como pandillero, su máximo anhelo fue ser un buen criminal. En el 2006 fue capturado por asociaciones ilícitas, y en la cárcel decidió que ya no quería ser más un pandillero y se hizo evangélico. Al salir del penal fue recibido en la iglesia Ebenezer, donde vivió durante cinco años, aunque desde hace siete meses Raúl se fue a vivir con su pareja y con los hijos de ella. Ahora Raúl solo quiere una vida normal junto a su nueva familia, pero los tatuajes en su rostro no le permiten ser aceptado en una sociedad que lo ve como un monstruo.
Raúl con su hijastro Josué, de seis años, en su apartamento. Raúl asegura que cuando él era niño sufrió violencia intrafamiliar en su hogar, y eso lo incentivó a pasar más tiempo en la calle, con lo que se fue involucrando con la pandilla 18.
La colonia Dina, donde Raúl ha vivido toda su vida, es icónica por ser un bastión del Barrio 18-Revolucionarios. En esta colonia, el expresidente Francisco Flores lanzó con bombo y platillo en julio de 2003 el plan Mano Dura, que dio origen al concepto 'manodurismo', que ha permeado prácticamente todas las políticas públicas desde entonces.
Desde hace cuatro años, Raúl se está sometiendo a un proceso de remoción de tatuajes en el Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE). Desde entonces ha removido aproximadamente el 20 % de sus tatuajes en todo su cuerpo. Las irregularidades en la programación de las sesiones han hecho que su proceso se alargue, esto debido a la alta demanda y a problemas técnicos con las máquinas.
Raúl después de la sesión de remoción de tatuajes. La pandilla no autoriza que un expandillero se remueva los tatuajes, pero la insistencia de Raúl hizo que la pandilla cambiara de opinión. “Solo que te vas atener a las consecuencias”, asegura Raúl que le dijeron.
La transición de Raúl de pandillero a expandillero evangélico fue cuando estuvo preso en el penal de Izalco, en 2006. La crisis en la salud de su exesposa y la falta de dinero lo llevaron a pedir ayuda a un pastor expandillero, y este lo persuadió para que declarara su fe en Dios. Raúl asegura que cuando repetía las palabras de declaración, sintió algo parecido a una explosión dentro de él, que se le hace muy difícil de explicar.
Cuando la ocasión lo requiere, Raúl oculta sus tatuajes con maquillaje antes de salir de la colonia Dina. Esto lo hace para evitar el recelo de la sociedad y percances con la Policía.
Raúl durante un partido de fútbol con hermanos de la iglesia Ebenezer. Raúl es bastante apreciado por los demás miembros de la iglesia, sobre todo los más jóvenes. Este aprecio no lo tuvo en un inicio, incluso hubo quienes abandonaron la iglesia tras la llegada de Raúl.
Hace un año y medio Raúl recibió un disparo en su brazo derecho de parte un desconocido, mientras platicaba con unos amigos en un esquina, en los alrededores de la colonia Monserrat, en San Salvador. Raúl asegura que lo que más extraña es la libertad de caminar sin miedo por la ciudad.
Raúl predica en un culto en la colonia Dolores en San Salvador. Raúl es parte de la iglesia Ebenezer, pero colabora con el ministerio La Final Trompeta, el cual es conformado en su totalidad por expandilleros.
Almuerzo familiar organizado por su pareja para celebrar el cumpleaños número 34 de Raúl.
Como todos los martes, Raúl se prepara para ir al culto en la iglesia Ebenezer. Además, asiste al culto del jueves, el domingo y a veces el sábado; y se levanta todos los días a las 4:00 a.m. para orar, además de colaborar en actividades relacionadas con los grupos juveniles de la iglesia.
Boda de Raúl con su exesposa, Ana Catalina de Valladares, hace 11 años. El día después de la boda su esposa fue asesinada.
Raúl ayuda a decidir qué zapatos comprar a su pareja en una zapatería en el centro comercial Metrocentro. Debido al calor del día, Raúl decidió no ocultar sus tatuajes con maquillaje y simplemente usar una gorra. Algunas personas murmuraban entre ellos al ver a Raúl pasearse por el centro comercial.
Raúl realizando las compras en el supermercado. 'Me da risa sólo pensar que toda esta gente que anda aquí no se imagina quién soy en realidad', comentó Raúl ese día, mientras realizaba las compras.
Raúl no terminó el segundo grado. Dice que siempre le gustó más la calle que la escuela, pero desde que se fue a vivir con su pareja y los hijos de ella, él les ayuda con las tareas.
Raúl fue capturado el 21 de marzo de 2015, acusado de asesinar a un policía. Cuatro horas después de su captura fue puesto en libertad por falta de evidencia. En los últimos cinco años Raúl ha sido arrestado dos veces, pero liberado inmediatamente.
Raúl haciendo bromas con sus amigos expandilleros y miembros de la iglesia. Aproximadamente hay 15 expandilleros del ministerio de La Final Trompeta que asisten a la iglesia Ebenezer, pero Raúl es de los que más tiempo suma fuera de la pandilla.
Hace cuatro años Raúl fue rechazado de un trabajo en una constructora por sus tatuajes, y desde ese entonces no volvió a buscar más. Con su pareja han hecho el trato de que él se encarga del trabajo doméstico, y ella, de llevar el dinero para los gastos del hogar.
Raúl considera que lo único que extraña de su vida como pandillero es la libertad de poder caminar. Él cree que en la actualidad su vida corre más riesgos.
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