San José, COSTA RICA. El primer satélite centroamericano es fruto de una iniciativa llamada ‘Proyecto Irazú’, y está ya construido. En los próximos días, será enviado desde Costa Rica al Instituto Tecnológico de Kyutech, en Japón, donde será sometido a pruebas antes de su lanzamiento, previsto tentativamente para marzo de 2018.
Inicialmente, la idea era lanzarlo al espacio en el año 2016, pero lo complejo del proyecto hizo que se acumularan retrasos.
El aparato fue construido por la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE) y la universidad estatal Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), que dieron a conocer la conclusión del proyecto en conferencia de prensa este lunes 23 de octubre.
“Hoy es un día histórico para Costa Rica y Centroamérica”, dijo Carlos Alvarado, presidente de ACAE. “Nuestra intención es desarrollar tecnología espacial para promover la paz y crear prosperidad en el mundo”, agregó.
Durante las últimas tres semanas, cuatro ingenieros del TEC realizaron la verificación de los sistemas y ensamblaje de las piezas del satélite en un cuarto limpio facilitado por la empresa MOOG Medical en la zona industrial de El Coyol, a 20 kilómetros de la capital tica, San José.
Fue en ese local donde el satélite fue presentado a medios de prensa antes de su envío a Japón, donde será sometido a pruebas de vuelo para su lanzamiento espacial.
“Una vez que el satélite llegue al Instituto Kyutech, será sometido a estudios que simulan las condiciones extremas del lanzamiento y del entorno orbital de la manera más realista, con la intención de asegurarnos un funcionamiento óptimo en el espacio”, explicó Luis Diego Monge, gerente de proyecto de ACAE.
El satélite, tipo CubeSat1U, fue desarrollado para ayudar a científicos costarricenses a reunir información sobre los esfuerzos que realiza el país para mitigar las emisiones de carbono.
Para ello se conectará con una estación remota del TEC en el cantón norteño de San Carlos, donde se colocarán sensores para monitorear el crecimiento de los árboles, los cuales estarán conectados a una antena que se enlazará al satélite dos veces al día, cuando pasa por Costa Rica, para extraer información que servirá para calcular los niveles de fijación de carbono, explicaron los responsables del proyecto.
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