El pandillero Carlos Humberto Rodríguez Burgos (a) Shyboy fue asesinado el jueves 1º de marzo en la colonia Portales de Ciudad de México, la capital de los Estados Unidos Mexicanos. De 37 años de edad y con un pasado activo en la Mara Salvatrucha, el Shyboy ganó notoriedad en septiembre y octubre de 2017, cuando, recién excarcelado tras cumplir una condena de 18 años, se presentó a rostro descubierto como el vocero de la Mara Salvatrucha 503 (MS-503), un pequeño grupo de disidentes de la pandilla que quiso desplazar a los pandilleros que integran la ranfla histórica, máximo órgano de decisión de la pandilla.
“Aún México no nos ha comunicado nada oficialmente, pero sí hemos conocido la noticia”, confirmó a El Faro Howard Cotto, director general de la Policía Nacional Civil (PNC).
El asesinato del Shyboy, de quien las autoridades no tenían conocimiento de su presencia en México, ocurrió a las 4 de la tarde en el cruce de la avenida Víctor Hugo y la calzada de Tlalpan, muy cerca de la parada de metro de Portales, colonia de clase media y media-alta conocida por su popular mercado y ubicada en el centro-sur de la ciudad, en la delegación Benito Juárez.
La identidad del fallecido fue confirmada por la Procuraduría General de Justicia y por la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, y publicada en el periódico Reforma.
“Rodríguez Burgos fue atacado con armas de 9 mm cuando iba en un taxi”, señala la nota periodística. “Aprovechando la circulación lenta, dos sicarios a bordo de una motocicleta interceptaron a la víctima y le dispararon en varias ocasiones. Rodríguez Burgos iba con su pareja sentimental, de nacionalidad mexicana, quien confirmó ante el Ministerio Público de Benito Juárez su identidad y su relación con la Mara, consta en la indagatoria”, agrega.
El pasado 26 de noviembre, la Sala Negra de El Faro publicó el reportaje ‘Shyboy, el vocero desconocido de la MS-503’, en el que se detalla la historia de este pandillero exintegrante de la clica Novena Calle Locos, así como el papel protagónico del gobierno salvadoreño para ayudar a una treintena de pandilleros disidentes de la MS-13 a organizarse y tratar de dar una especie de golpe de Estado al interior de la pandilla, para suplantar a la actual ranfla histórica o provocar cuanto menos un cisma capaz de partir en dos la Mara Salvatrucha, similar a lo que hace una década pasó con la pandilla Barrio 18, que se dividió en dos mitades: 18-Revolucionarios y 18-Sureños.
El gobierno benefició a Shyboy y a los demás disidentes con un traslado en enero de 2017 desde el Centro Penal de Seguridad de Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, al penal de Ciudad Barrios. Esto ocurrió pocos meses después de que la llamada ranfla histórica de la Mara Salvatrucha (la que negoció la Tregua con el gobierno en 2012-2015) explicitara en un comunicado que no apoyarían más al FMLN “porque ninguna de sus promesas (recibidas en campañas anteriores) se ha hecho realidad”.
“Nuestras comunidades nunca jamás volverán a ser canchas para que el FMLN o Gana busquen votos y organización partidaria. Por eso hemos dado instrucciones a nuestros territorios de no permitir actividades partidarias del FMLN y Gana, ni el uso de sus distintivos, como banderas, camisetas, gorras, etc. Quienes nos han declarado la guerra no pueden esperar que los recibamos en nuestros territorios”, reza el comunicado suscrito por la Mara Salvatrucha con fecha 18 de abril de 2016.
A pesar del involucramiento del gobierno, Howard Cotto confirmó que la Mara Salvatrucha no se ha partido en dos, como anunciaron el gabinete de seguridad y distintos medios de comunicación que se limitaron a replicar la versión oficial. “La MS-503 se ha debilitado mucho; en los penales no crecieron y tienen problemas internos”, dice Cotto. “Y la ranfla histórica ha jurado vengarse”, agrega.
Líderes de la MS-13 salvadoreña están en México
Una investigación de la Fiscalía General de la República a la que ha tenido acceso El Faro confirma que México se ha convertido en un país al que se han desplazado líderes de la ranfla nacional en libertad de la Mara Salvatrucha. En el argot emeese, México se conoce como “La M”.
En sendas entrevistas concedidas entre julio y septiembre de 2017, un peseta (pandillero que da información a la PNC y declara contra la pandilla) de la MS-13 al que la Fiscalía salvadoreña otorgó criterio de oportunidad en el marco de la Operación Cuscatlán detalló que los siguientes ranfleros estaban instalados en distintas ciudades de México: 1) Hugo Armando Quinteros Mineros (a) Flaco de la Francis Locos (FLS), una clica que tiene su propio programa y que opera en Ilobasco y otros municipios de Cabañas; 2) Juan Antonio Martínez Ábrego (a) Marihuano de la Hollywood Locos (HLS), una de las clicas más poderosas de la Mara Salvatrucha, con ramificaciones fuera de El Salvador, y de la que Marihuano ocupa un puesto de ranflero en la libre; 3) Marlon Antonio Menjívar Portillo (a) el Rojo de la Park View Locos (PVLS), clica también con fuerte implantación nacional y con sucursales fuera del país, y de la que el Rojo es corredor de programa, además de haber sido integrante de la ranfla nacional en libertad de toda la Mara Salvatrucha; 4) José de la Cruz Aguirre (a) Slayer de la Tiny Winos Locos (TWLS), clica con fuerte implantación en la ciudad de San Miguel y de la que, siempre según el testigo de la Fiscalía, el Slayer es su corredor en la libre; 5) Francisco Javier Román Bardales (a) Veterano de la Tribus Locos (TLS), la clica más influyente del programa de Ahuachapán, del que el Veterano es su máximo responsable, además de integrar la ranfla nacional en libertad; y 6) Jorge Alexander de la Cruz (a) Cruguer de Peatonales Locos (PALS), poderosa clica del programa Centro de la Mara Salvatrucha, que opera en el Centro Histórico de San Salvador y de la que Cruguer es ranflero, además de ser una voz pesada en la ranfla nacional de las calles.
Estos seis líderes de la Mara Salvatrucha estaban viviendo en México en la segunda mitad de 2017, y operaban desde aquel país sus clicas y programas en El Salvador, según el testigo criteriado de la Fiscalía. Todos tienen en común ser viejos –en parámetros de una pandilla como la MS-13–, ya que rondan los 40 años de edad; el Flaco de Francis, por ejemplo, tiene en la actualidad 45 años.
“Hemos conocido que varios de los cabecillas de la Mara Salvatrucha han buscado México como destino cuando están siendo perseguidos en El Salvador, y desde allá han continuado dirigiendo y ordenando acciones delincuenciales”, confirmó Howard Cotto.
En la actualidad, a los seis emeeses referidos la Fiscalía los mantiene en calidad de imputados ausentes, y están en búsqueda y captura por delitos como integrar organizaciones terroristas, homicidio agravado y tráfico ilícito de armas, entre otros.
Aún no hay elementos que permitan conectar el asesinato del Shyboy en Ciudad de México el jueves 1º de marzo con la presencia creciente en ese país del capítulo salvadoreño de la Mara Salvatrucha, que tenía al vocero de la MS-503 como uno de sus objetivos.
