*Esta nota fue publicada originalmente el 26 de mayo de 2008
Desde una sala de sesiones con una mesa y sillones de cuero en la que resplandece un televisor Sony pantalla plana, el secretario de la juventud, Carlos Alemán, habla de los desembolsos con los que la oficina que dirige infringió la política de ahorro anunciada por el presidente Saca el 5 de mayo pasado. “Es que eso (la compra) es de principios de este año, de este año... mire...”, señala la esquina inferior de la página donde aparece la fecha. Y entonces repara en la fecha y completa su idea: “... es de abril.”
Después de ver que el documento tiene fecha 17 de abril de 2008 -y no principios de año- se levanta del sillón de cuero e intenta justificar en qué se gastó el dinero. Da vueltas por la oficina y busca un ejemplo de los artículos que compró y se sienta de nuevo.
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*Juventud ha comprado tres veces más caro el lapicero, lo que suponen casi 25 mil dólares más. Si el gobierno hubiese atendido el precio de la segunda empresa, que ofreció lapiceros más caros, el ahorro para Presidencia hubiese sido de más de 20 mil dólares. |
Las tres hojas de papel con membrete de la Secretaría de la Juventud enumeran a detalle la compra de artículos promocionales. En el texto recibido por la Presidencia, Alemán pide el pago de varios artículos promocionales: “respetuosamente me permito remitirle la facturación que aún está pendiente de pago, referente a insumos adquiridos por esta institución en vista de dar cumplimiento a una serie de visitas que se tienen programadas, con la finalidad de dar a conocer el desarrollo del tema central de la XVIII Cumbre Iberoamericana”. El evento será celebrado en octubre de este año y el eje de la cita internacional es la Juventud.
El funcionario alega que sus compras fueron hechas antes del anuncio de principios de mayo, día en que la palabra “austeridad” fue asunto de la agenda del Consejo de Ministros. Sin embargo, el decreto que le ordena a los funcionarios del Ejecutivo suspender los gastos en “prendas promocionales y publicitarias”, entre otras restricciones de compra, fue publicado en el diario oficial el 22 de febrero pasado, día que entró en vigencia.
A pesar del Decreto Ejecutivo, Alemán autorizó compras por 403 mil 200 dólares en artículos alusivos a la XVIII Cumbre Iberoamericana. Entre los 11 productos adquiridos por la Secretaría de la Juventud hay pulseras, pañoletas, 'flyers' -hojas volantes- y camisas.
La Política de Ahorro del sector Público de 2008 dice que la “prendas de promoción” es parte del rubro de Bienes y Servicios en los que debe dejar de gastar dinero. El literal B del segundo apartado dice literalmente: “se suspende la erogación de fondos públicos destinados a la adquisición de uniformes deportivos y otras prendas promocionales y publicitarias.”
Carlos Alemán alega que escuchó de la política de austeridad hasta que el presidente Saca la anunció y por ello defiende que las compras fueron antes de que se anunciara públicamente el decreto Ejecutivo. Además, dice, las compras son “normales”.
El mismo viceminitro de Hacienda, Rafael Mercado, aclaró el día del anuncio que el plan de austeridad estaba vigente desde principios de año y que, a partir del pasado 5 de mayo, se hizo efectivo el congelamiento del 15% de los fondos asignados para la partida de Bienes y Servicios de ministerios e instancias de gobierno.
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*Los 30 mil folder alusivos a la Cumbre Iberoamericana costaron más de 7 veces el precio que una empresa ofreció a este periódico. Una segunda opción, negociable, según la cotización obtenidad por El Faro, pudo haber ahorrado 20 mil dólares al gobierno. |
Para Alemán, la cantidad gastada en tal rubro es justificada: “Nosotros hemos presupuestado... eh, mira, para todo tipo de eventos necesitamos que los jóvenes se integren. Por eso, hemos pensado en el diseño de camisetas alusivas a la cumbre... los folders, que usamos en cualquier actividad, son alusivos a la Cumbre. Tuvimos una cumbre de ministros de juventud, se mandaron a hacer cartapacios para eso. Son los gastos normales que se utilizan en este tipo de actividades, lo hemos hecho a través de las normas establecidas, en lo financiero, capacitación, y los aspectos técnicos.”
*Los 30 mil folder alusivos a la Cumbre Iberoamericana costaron más de 7 veces el precio que una empresa ofreció a este periódico. Una segunda opción, negociable, según la cotización obtenidad por El Faro, pudo haber ahorrado 20 mil dólares al gobierno.
Para Alemán, la cantidad gastada en tal rubro es justificada: “Nosotros hemos presupuestado... eh, mira, para todo tipo de eventos necesitamos que los jóvenes se integren. Por eso, hemos pensado en el diseño de camisetas alusivas a la cumbre... los folders, que usamos en cualquier actividad, son alusivos a la Cumbre. Tuvimos una cumbre de ministros de juventud, se mandaron a hacer cartapacios para eso. Son los gastos normales que se utilizan en este tipo de actividades, lo hemos hecho a través de las normas establecidas, en lo financiero, capacitación, y los aspectos técnicos.”
La Secretaria de la Juventud está adscrita a la Presidencia de la República, y en el presupuesto general aparece con una partida de 5.1 millones de dólares, de los que casi la mitad están destinados al pago o adquisición de bienes y servicios. Fondos que, según las cuentas del titular de la institución, no alcanzan porque los gastos de la Cumbre no estaban previstos. “Vamos a pedir refuerzo”, dice.
Contra el mercado
Detrás de la contradicción a la política de ahorro, está una decisión que también va contra la lógica del mercado. Según seis cotizaciones hechas por este periódico, sobre la base de muestras pagadas por la Secretaría de la Juventud y especificaciones de la lista de artículos a la que tuvo acceso El Faro, los precios de artículos promocionales en empresas legalmente establecidas están muy por debajo de los que obtuvo la Secretaría de la Juventud.
El Secretario de la Juventud muestra algunos de los artículos comprados a precios superiores a los del mercado.
Los 30 mil folders, de los que Alemán dio una muestra, costaron a la secretaría 34 mil 500 dólares y el cheque fue emitido a nombre de Servi-ilimitados, S.A de CV. La oferta más cara conseguida por este medio no supera los 11 mil dólares, con los que pueden comprarse folders de alta calidad -impresos “full color” con barniz-. Los más baratos ofrecidos por una empresa diferente cuestan 5 mil 85 dólares, con IVA incluido.
El Faro pidió cotizaciones a partir de la descripción que detalla el documento recibido por Casa Presidencial el 17 de abril a las 3:05 p.m. En este, Alemán pide a la Presidencia el pago por la “elaboración de 30 mil folders en papel Foldkote 12, impreso full color, con barniz U.V de 15” x 17.75” troquelados y pegados”. La Secretaría pagó 1.15 dólares por cada fólder cuando en el mercado el mismo producto puede ser adquirido por 31 centavos de dólar. Una agencia de publicidad incluso ofreció a este medio el mismo material a 25 centavos de dólar.
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*Cinco empresas diferentes, desde la más grande hasta otras medianas, ofrecieron opciones de envases promocionales. Las empresas mejor establecidas en el mercado venden a casi $45 centavos menos cada zqueeze. |
Entre los productos más caros se cuentan las 50 mil hojas volantes, conocidas como “flyers” en el mundo publicitario. La secretaria gastó 32 mil 500 dólares en este apartado. Las mismas 50 mil hojas volantes, muy parecidas a las repartidas en los centros comerciales para promocionar ofertas de comida rápida, cuestan entre 700 -la oferta más barata recibida por El Faro- y 4 mil dólares – que corresponden a la oferta más cara. Si la Secretaría hubiera comprado el producto con la oferta más baja a la que El Faro tuvo acceso, el gobierno se hubiese ahorrado cerca de 30 mil dólares, es decir, que el precio es casi 45 veces más caro. Por cada hoja volante, la Secretaría ha pagado 65 centavos de dólar, cuando una empresa las ofreció a El Faro a 6 centavos de dólar la unidad y otra a 1.6 centavos.
¿No le parece mucho dinero? “Eso es para toda la cumbre, para todo el año. Es un flyer institucional y no solo va a servir para la cumbre, sino que para todo tipo de actividades de la institución. Teníamos (de años) pasados, pero se agotan”. La respuesta del secretario de la juventud viene acompañada de explicar que los artículos promocionales sirven y son de calidad.
Alemán se levanta nuevamente y sale de la oficina. Casi después de dos minutos vuelve a explicar que los productos son necesarios para ir a los 14 departamentos del país y divulgar en qué consiste la cita de los mandatarios de España, Portugal y Latinoamérica.
Este gasto en promoción realizado por la Secretaría de la Juventud cubre casi la mitad del presupuesto con el que funciona la oficina del Consejo Nacional de Seguridad Pública y es casi la tercera parte del ocupado por Casa Presidencial para “contribuir a mejorar el estado nutricional de la población más vulnerable y de escasos recursos”, como lo indica el rubro del presupuesto del Ejecutivo en la División de asistencia alimentaria.
Alemán cree que la cantidad no es un exceso, más bien dice que antes de asumir el cargo no estaba planificada la partida que se ocuparía para la Cumbre: “Estamos solicitando un refuerzo presupuestario, resulta que cuando asumí la administración en julio del año pasado, el presupuesto ya había sido enviado, no se había presupuestado los gastos de la Cumbre, desde nuestra Secretaría.”
La instancia de gobierno tiene en sus oficinas un departamento de compras con tres personas. Un asistente, un jefe de compras y un encargado de recepción de bienes y cotizaciones. En una semana, y sin unidad de compras ni análisis de gastos, este periódico consiguió ofertas que en algunos casos suponen un desembolso 40 veces más bajo. Si una empresa privada, o la unidad de compras de la Secretaría de la Juventud hubiese atendido ofertas más bajas del mercado, como las obtenidas por este medio, se habría ahorrado casi 100 mil dólares.