Donald Trump ha amenazado al gobierno de Honduras para que detenga una caravana de alrededor de 2 mil personas que salieron desde la ciudad de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país centroamericano, huyendo de la violencia y la falta de empleo. La caravana tiene un objetivo claro: llegar a Estados Unidos.
La travesía arrancó el sábado 13, con 300 personas, pero creció hasta llegar a más de 2 mil, entre hombres, mujeres y niños y hasta familias completas. El domingo 15 de octubre, atravesaron la frontera entre Honduras y Guatemala. Organizaciones sociales solicitaron al gobierno de Jimmy Morales que los proteja en su recorrido por Guatemala hacia México, aunque este último ya comunicó que no los dejará seguir su camino hacia Estados Unidos.
Un hombre que se identificó como Walter Pompilio Coello, procedente de Tegucigalpa, manifestó que se va a Estados Unidos ya que por 'la crisis del país, no hay empleo' en Honduras. Vamos 'a buscar el sueño americano para poder ayudar a nuestra familia porque aquí ya no se puede encontrar trabajo', declaró otro hombre que iba con 'dos amigos'. Una mujer aseguró que lleva cinco años buscando empleo para mantener a sus dos hijas menores de edad y que cuando se consigue el salario 'es muy poco'.
Honduras cerró el año 2017 con una tasa de 42.8 homicidios por cada 100 mil habitantes: 3,791 personas fueron asesinadas.
La oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) advirtió que el triángulo norte de Centroamérica ha registrado incrementos en las solicitudes presentadas por ciudadanos de estos países para aplicar al estatus de refugiados en los países de destino: Belice, Costa Rica, Estados Unidos y Mécio. Por el contexto de violencia y narcotráfico que atraviesan Guatemala, Honduras y El Salvador, la migración de centroamericanos ha sido considerada como un nuevo fenómeno de refugiados que huyen de la violencia.
Trump, que ya antes intentó cancelar el programa de Protección Temporal (TPS) y que implementó una política de separación de niños migrantes centroamericanos de sus padres (ambas medidas puestas en 'stand by' por la Corte en Estados Unidos), lanzó el lunes 16 un mensaje con tono de amenaza al gobierno de Honduras y al presidente Juan Orlando Herández. '¡Los Estados Unidos han informado firmemente al Presidente de Honduras que si la gran Caravana de personas que se dirigen a los Estados Unidos no se detiene y se regresa a Honduras, no se dará más dinero ni ayuda a Honduras, con efecto inmediato!', dijo Trump.
Más de un millón de hondureños reside en Estados Unidos, la mayoría indocumentados. El año pasado inyectaron 4.000 millones de dólares en remesas a la economía de su país, equivalentes al 20% del producto bruto interno (PIB). Estados Unidos ha llamado la atención a los gobiernos de los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) por desatender las necesidades de empleo y seguridad de la población, con los que alientan la migración hacia Norteamérica.
Esta semana, el gobierno de Jimmy Morales comunicó que no iba a dejar ingresar a los hondureños. 'Guatemala no promueve, ni respalda la migración irregular en ninguna de sus formas, por lo tanto, rechaza los movimientos organizados con fines ilícitos y que tergiversen o utilicen la figura de un derecho humano, como es la migración para fines particulares', dijo. El domingo 15 de octubre, los hondureños ingresaron a Guatemala a través de la frontera de Agua Caliente y esperan recorrer el país hasta llegar a México donde continuarán su camino hacia Estados Unidos.
Antes de ingresar a Guatemala, un numeroso contingente de policías les cerró el paso pero horas después llegaron a un refugio para migrantes en Esquipulas, según imágenes y vídeos divulgados por la prensa local. 'Exigimos el cese de toda acción policial y administrativa que restringe sus derechos fundamentales', añadieron las organizaciones sociales.
El gobierno mexicano dijo que cuenta con medidas de protección internacional que son usadas cada año por migrantes, aunque 'la ley no prevé permisos para acceder al país sin cumplir con los requisitos y posteriormente dirigirse a un tercer país'. Al mismo tiempo, fuentes de seguridad mexicanas informaron que policías federales y agentes del INM reforzarán la seguridad y vigilarán la entrada de personas que pretendan ingresar al país sin documentos.