El presidente electo, Nayib Bukele, rechazó someterse a un peritaje psicológico que ordenó un tribunal especializado en casos de violencia contra la mujer, instancia donde espera un juicio por supuestas agresiones verbales y físicas contra Ana Xochitl Marchelli Canales, la exsíndica de la Alcaldía de San Salvador.
“Es una decisión que hemos tomado de manera conjunta. Él no se va a someter al peritaje psicológico. En primer lugar, se autorizó fuera del plazo para obtener prueba; en segundo lugar, nadie se lo solicitó a la jueza, es una decisión de oficio que para nosotros es arbitraria; y en tercer lugar, por la prohibición de autoincriminación. Ni siquiera dicen qué buscan establecer”, dice la abogada de Bukele, Bertha María Deleón.
El juicio contra Bukele está programado para el 28 de marzo de 2019. La Fiscalía lo acusa de llamar “bruja” y de lanzar una manzana contra Marchelli al final de una sesión del concejo, el seis de septiembre de 2017. Luego de esa reunión, la exsíndica denunció que no era la primera vez que recibía “hostigamiento” y “menosprecio” por cuestionar la gestión del alcalde.
El encontronazo entre Bukele y Marchelli sucedió en momentos en que discutían sobre el proyecto de recuperación del Centro Histórico. Marchelli reprochaba una serie de supuestas anomalías, mientras que Bukele consideró que las críticas eran un bloqueo del FMLN, partido al que estaba afiliado en ese momento. “Al principio se estaba alegando que él la había discriminado y eso había afectado sus derechos políticos, le había producido aislamiento. En el análisis que se hace, al final el expulsado fue Nayib. Ella se mantuvo como concejal, opinando, deliberando. ¿Dónde está la restricción de sus derechos políticos?”, cuestiona Deleón.
La denuncia de septiembre de 2017 ocurrió en un momento de tensión entre Bukele y la dirigencia del FMLN porque no tenía la venia para ser candidato presidencial. Tras el incidente con Marchelli, el Tribunal de Ética del FMLN le abrió un investigación y lo expulsó del partido. Bukele y su entorno cercano vieron todo esto como una excusa para deshacerse de él.
Deleón presentó un escrito el 19 de febrero en el que informa al tribunal que Bukele no se someterá al peritaje psicológico. El Tribunal de Sentencia que juzgará al presidente electo aún no se ha pronunciado sobre ese escrito. La principal protagonista del caso, la víctima, ha pedido retirar los cargos contra Bukele, alegando que padece una grave enfermedad. Deleón critica que tanto la Fiscalía como el sistema de justicia se empeñan en llevar el proceso hasta las últimas consecuencias. “Creo que no están respetando el derecho de la víctima, ella ya dijo que no tiene interés, que no quiere que la citen porque es una fuente de estrés”.
“Tristemente, como en muchos otros, este caso se ha partidarizado. Las mujeres hemos venido sufriendo expresiones de violencia de funcionarios de diferente nivel. Lo que evidencian es la naturalización de la violencia contra las mujeres”, dice Ima Guirola, la vocera del Instituto de Estudios de la Mujer “Norma Virginia Guirola de Herrera” (Cemujer).
Además del juicio por expresiones de violencia contra una mujer, Bukele enfrenta un segundo proceso judicial por calumnia, caso que promueve Eugenio Chicas, exsecretario de comunicaciones de Casa Presidencial. Bukele aseguró en un canal de televisión que Chicas abusó de una menor. El presidente electo trató de frenar este proceso judicial alegando que tiene fuero, pero un Tribunal de Santa Tecla programó el juicio para el próximo siete de marzo.