El presidente Nayib Bukele apareció frente a la multitud casi con puntualidad. Para las tres de la tarde –hora en que había sido convocada la concentración frente a la Asamblea Legislativa– unas cinco mil personas aguardaban al mandatario entre sonidos de pitos y tambores.
Bukele inició con una larga defensa de sus facultades constitucionales para obligar a los diputados a sesionar de forma extraordinaria este domingo 9 de febrero. Llamó a los legisladores delincuentes y también sinvergüenzas, dijo que habían entregado dinero a las pandillas para que mataran al pueblo, dijo que se habían “hecho en los pantalones” luego de que él les retirara durante 12 horas a los escoltas policiales que les custodian, dijo que la Constitución confería al pueblo la facultad de removerlos de sus cargos.
El público despedazó piñatas que representaban a los adversarios del presidente, en medio de aplausos y risas. Insultaron a coro a los parlamentarios. Bukele jugueteó con la idea de dar vía libre a sus seguidores para que irrumpieran por la fuerza en el congreso.
El mandatario hizo el que sin duda es, hasta hoy, su intervención pública más religiosa: mencionó 25 veces a Dios y, al final de su discurso, aseguró que había recibido un mensaje del él.
La siguiente es una transcripción literal de cada una de sus intervenciones en la tensa jornada del domingo 9 de febrero.
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Prometí en la campaña que si había que marchar a la Asamblea Legislativa, íbamos a marchar a la Asamblea Legislativa, y este día estamos cumpliendo esa promesa de campaña: si necesitábamos marchar, marchábamos y ahí está el Palacio Legislativo en donde vamos a entrar en un momento.
Ahora: ¿Qué fue lo que pasó para que tuviéramos que estar aquí ahora? En primer lugar quiero hacerles una pregunta a todos ustedes: piensen si han perdido a un ser querido, ya sea por enfermedad, por vejez, por accidente, por las pandillas, por la delincuencia, piensen, cualquiera que esté acá, que nos esté viendo por los medios de comunicación, por las redes sociales, por cualquier forma, ¿qué pagarían? ¿Cuánto dinero pagarían para que ese ser querido volviera a estar aquí con nosotros? ¿Cuánto? ¿Un dólar? ¿Mil dólares? ¿Cuánto? Yo diera todo lo que tengo, me endeudaría toda la vida y trabajaría toda la vida, solo para disfrutar a ese ser querido.
Pues estos delincuentes de la Asamblea Legislativa no quieren ni siquiera aprobar dinero que no es de ellos, sino que es del pueblo salvadoreño, para garantizar la seguridad del pueblo salvadoreño.
(La gente grita en coro: ¡Nayib, Nayib!).
Entonces pusimos en función el plan Control Territorial, que ha dado resultados irrefutables, porque se ha reducido el 60% de los homicidios, pero todavía el pueblo salvadoreño sufre el embate de la violencia, de las extorsiones, de ese 40% de homicidios que no hemos reducido y ahora también sabemos que esos señores, que no quieren financiar a nuestros policías y a nuestros soldados para que nos cuiden, son los que financiaron a las pandillas para que compraran armas y mataran a sus familias. Compraron, dieron dinero, y, según el propio requerimiento… Ojo, no lo digo yo, no lo dicen los que están conmigo, lo dice el propio requerimiento de la Fiscalía General de la República: con el dinero compraron armas y municiones. ¿Y qué hicieron con esas armas y municiones? Mataron a sus familias, mataron al pueblo salvadoreño y ahora sabemos también que el gobierno del FMLN les prestó los polígonos de tiro para que practicaran a disparar a la cabeza y al corazón de sus seres queridos. Y ahora sabemos también que el ex ministro de Gobernación del FMLN, Arístides Valencia, les decía cuántos muertos tenían que haber y negociaron la sangre del pueblo salvadoreño a cambio de votos, y eso no lo digo yo, no lo dicen los testigos criteriados, eso lo ha visto todo el pueblo salvadoreño. Tanto ARENA como el FMLN financiaron las pandillas que asesinaron a nuestro pueblo y que continúan asesinando a nuestro pueblo. Ahora, eso está en sede fiscal y no me compete a mí como presidente resolverlo, o sea, está en sede judicial y será la Fiscalía y el sistema judicial los que se encargarán de darles justicia y si no, pues se las dará Dios, porque de la justicia de Dios no se escapan.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer como gobierno? Hacer un plan. Y ahora vamos… dicen que le han dado dinero al Gobierno. Hasta el día de hoy un solo centavo partido por la mitad de préstamo no ha venido a este Gobierno para el plan Control Territorial. En diciembre dicen que aprobaron la fase II, pero estamos en febrero y aún ni siquiera lo han ratificado. Dieron dictamen favorable. Todos los partidos políticos dijeron que estaban a favor de la fase III, dieron dictamen favorable para aprobarla, todos los partidos políticos representados. ¿Qué es la fase III? Es la compra de chalecos antibalas para nuestros policías y soldados, es la compra de visores nocturnos, de cámaras térmicas, de drones, de helicópteros, de patrullas, de cámaras de videovigilancia, de sistemas de comunicación, es la compra del equipo que ellos necesitan para darle seguridad a ustedes.
Los diputados se quedaron sin seguridad 12 horas. ¡12 horas! Y todavía están poniendo el grito en el cielo: llamaron a la OEA, a la ONU, a la comunidad internacional, a la Unión Europea, a la comunidad del anillo, al consejo Jedi, llamaron a todo el mundo para decir: ¡Ay! ¡Nos quitaron la seguridad! 12 horas sin seguridad y se estaban haciendo en los pantalones. ¡12 horas! ¿Y qué pasa con el pueblo salvadoreño que va en bus y que en cada parada tiene que aguantar la respiración para saber si el que se va a subir lo va a asaltar y lo va a matar? Yo no vivo eso. Yo no vivo eso, nunca lo he vivido y lo acepto. Ellos tampoco. La diferencia es que yo quiero que ustedes tengan la seguridad que ellos no quieren que tengan. Entonces el Consejo de Ministros, de acuerdo al artículo 167 numeral 7 de la Constitución de la República de El Salvador, convocó a las 3 de la tarde a una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa para tratar un punto de interés de la República: la aprobación del Plan Control Territorial y ¿qué fue lo que hicieron? No solo no vinieron, a excepción de algunos diputados que están ahí dentro. Les pido un aplauso
(Breve y tenue aplauso).
Pero la gran mayoría no vinieron, la gran mayoría no vinieron, ¿y qué fue lo que hicieron al no venir? Rompieron el orden constitucional, porque la Constitución no es letra muerta. El artículo 167 numeral 7 no está ahí por si ellos quieren o no quieren hacerle caso. Está ahí como una atribución constitucional del Consejo de Ministros. El Consejo de Ministros los convocó , ¿y qué fue lo que hicieron los diputados? Sacaron una resolución declarando improcedente nuestra convocatoria. Les hago una pregunta: ¿En qué lugar de la Constitución dice que va a depender de los diputados si es procedente o no es procedente? En ningún lugar. Ellos están obligados por la Constitución a atender la convocatoria a la sesión extraordinaria del Consejo de Ministros. Ahora: cualquier niño de 6 años para arriba que pueda leer puede decir claramente lo que dice ese artículo. Me extraña que haya abogados que digan que el artículo no dice eso. No sé si no saben leer español, pero el artículo dice textualmente que es potestad del Consejo de Ministros convocar extraordinariamente a la Asamblea Legislativa para asuntos del interés de la República. Ahora, ellos dicen: bueno, ¿pero quién define cuál es el interés de la República? ¡¿Y no dice que el Consejo de Ministro, pues?! Ahora: ¿ellos están obligados a votar a favor o en contra? No. Ellos pueden votar a favor, pueden votar en contra, pueden incluso no votar, mandarlo al archivo, mandarlo a la comisión, lo que ellos quieran, pero lo que no podían hacer era no venir.
Al no venir… Ahora… Vienen unos seudo abogados, de esas gremiales que se crearon hace 6 meses: el CTTJ el PPIJGC el HMQ, etcétera, y sacan los comunicados, que son el mismo comunicado, con un poquito… Mueven el párrafo dos al uno y el tres al cuatro, y salieron al mismo tiempo, más o menos a la una de la tarde del día de ayer. Huevo con huevo. Y publican que es inconstitucional nuestro llamado. ¡Hombre!, en primer lugar: ¿Quién les puso el título de Sala de lo Constitucional? En segundo lugar: no necesitamos que la Sala interprete un artículo textual. ¿Quién nos va a decir cómo se lee algo que está claro?, si ahí dice: el Consejo de Ministros bla, bla, bla… no lo leo de nuevo porque ya lo leí cuatro veces.
Ahora estaba desayunándome, ahora… No comí haciendo una noticia… Estaba desayunándome la noticia… No, no, no, después la foto… el Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa, es decir…
(La gente le pide que se tome una selfie y ante la petición popular se da la vuelta y se toma una selfie).
… El Consejo, para que quede para la historia, porque nosotros, aunque se burlen los del 3%, estamos haciendo historia y los que digan que no, que miren este mar de gente enfrente de la Asamblea Legislativa, con su presidente hablándoles, con el apoyo de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil, que no está… Que está acá, no para reprimir al pueblo, sino para apoyar al pueblo. Entonces... Pero lo que les decía, hoy me desayuno que el reglamento….
(La gente comienza a corear “el pueblo unido jamás será vencido”).
¡El pueblo unido jamás será vencido!, y esa frase no es de la izquierda rancia del FMLN, esa frase es del pueblo salvadoreño, porque unidos no nos pueden vencer.
Ahora, ahora, dicen los seudo abogados, porque son seudo abogados, yo no sé cómo tienen el valor de ser abogados, es más, hay algunas empresas que los contratan a esos bufetes y digo yo: ¡Por Dios! ¿Quiénes están manejando esas empresas? Cuando me pidan una reunión, yo les voy a decir: ¿En serio? ¿Con esos abogados? Si esos no son abogados, son seudo abogados, a lo mucho plumas pagadas. Oigan… Ya todos saben lo que dice el artículo 167 numeral 7, ¿sí o no?
(El público contesta en coro que sí).
No lo voy a repetir, pero miren lo que dice el Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa. ¡El reglamento interno que ellos mismos hacen! Miren lo que dice el Reglamento Interno: artículo 64 numeral 2, el artículo 64 son clases de sesiones, están las sesiones ordinarias, las sesiones extraordinarias y las sesiones solemnes; la uno son las sesiones ordinarias, el dos las extraordinarias y el tres las solemnes, pues el dos, el de las extraordinarias, dice: se celebran por convocatoria de la presidencia de la Asamblea, en fecha previa a la que se había convocado, su finalidad es tratar uno o varios temas específicos, los cuales se darán a conocer en la convocatoria, también será sesión extraordinaria la que realice por convocatoria del Consejo de Ministros de conformidad con lo dispuesto en el artículo 167 numeral 7 de la Constitución. ¡Hombre! No le quieren hacer caso a la Constitución, no le quieren hacer caso a su propio reglamento y alguien tiene el valor de decir que nosotros somos los que estamos haciendo algo inconstitucional, díganme: ¿Dónde está la inconstitucionalidad? ¿Es inconstitucionalidad que el pueblo se concentre pacíficamente? ¿Es inconstitucional que el presidente le hable a su pueblo? ¿Es inconstitucional que nos reunamos en una calle pública? ¿Es inconstitucional que el Consejo de Ministros convoque a la Asamblea Legislativa de acuerdo al artículo 167 numeral 7 de la Constitución? ¿Es inconstitucional que convoquemos de acuerdo al mismo Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa, artículo 64 numeral 2, que dice que el Consejo de Ministros podrá convocar a sesión extraordinaria? ¿Qué es lo inconstitucional? Los que han roto el orden constitucional son los delincuentes que financiaron las pandillas que mataron al pueblo salvadoreño, los que han roto el orden constitucional son esos sinvergüenzas que no quisieron venir a darles la cara, que no quisieron venir a trabajar el domingo. Es más, dicen: que nos espere el presidente, el lunes nos vamos a reunir, y el lunes, tal vez, tal vez, vamos a tener dictamen para reunirnos el jueves, y el jueves tal vez vamos a darle el voto para la aprobación del préstamo. ¿Cuánta gente va a morir de aquí al jueves? Pues esa sangre está en las manos de ellos. ¡Sinvergüenzas! Además, ese préstamo está ahí desde el año pasado. Ya estuviéramos aplicando los fondos, nuestros policías y soldados ya tuvieran las condiciones necesarias para combatir el crimen, pero no la tienen por esos sinvergüenzas que solo se sientan a platicar y a aprobarse cosas para ellos mismos, pero nunca para el pueblo salvadoreño.
Ahora bien, como presidente lo más que podía hacer era pedirle al Consejo de Ministros que convocara, con el artículo 167 de la Constitución de la República, en un marco totalmente constitucional, y nadie que pueda leer español lo puede negar. Le dije incluso a un amigo embajador de la Unión Europea: pídale a su amigo el embajador de España que le traduzca el artículo de la Constitución, porque la Constitución es clara, no tiene otra interpretación más que la que dice ahí, y si alguien, algún leguleyo, tiene alguna duda, pues que lea el Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa, artículo 64 numeral dos, para que le ratifique lo que le estoy diciendo. Ahora bien, como presidente hasta ahí puedo llegar, pero hay otro artículo de la Constitución que no me da el poder a mí, no me lo da, se lo da al pueblo salvadoreño, de que cuando funcionarios rompan el orden constitucional, el pueblo salvadoreño tiene el derecho a la insurrección para remover a esos funcionarios y reestablecer el orden constitucional.
(La gente grita: ¡insurrección, insurrección!).
Ahora, antes de eso yo les quiero pedir que me permitan entrar… ¿Quiénes de aquí son creyentes en Dios? La mayoría, los que no lo son, les pido que nos toleren, así como todos debemos de tolerarnos. Los que creemos en Dios debemos tolerar a los que no creen en Dios y los que no creen en Dios pido que nos toleren a los que creemos en Dios. Yo les quiero pedir que me dejen entrar al Salón Azul de la Asamblea Legislativa a hacer una oración y que Dios nos dé sabiduría para los pasos que vamos a tomar y luego la decisión estará en ustedes. ¿Me autorizan?
(La gente grita en coro: “Sí”).
Dios los bendiga, pueblo salvadoreño. Les pido que me esperen acá. Vuelvo en un momento.
* * *
El presidente bajó de la tarima y se dirigió hacia el Salón Azul del Congreso. La maestra de ceremonias oficial de Casa Presidencial reforzó la última petición del gobernante a su grey poniéndole una pizca de suspenso: “Quédense porque hay más sorpresas”.
Bukele entró al salón de sesiones plenarias flanqueado por los cadetes de la Escuela Militar y por la numerosa escolta presidencial, mientras sonaba la marcha Granadera, que acompaña la entrada de los mandatarios centroamericanos a los eventos oficiales.
Dentro del salón había ya un contingente de soldados portando armas largas y otro de la Unidad de Mantenimiento del Orden de la Policía, con sus escudos y sus trajes antimotines.
El presidente se dirigió al estrado y, luego de estrechar la mano de tres diputados, tomó posesión de la silla que le corresponde al presidente del órgano legislativo, quien no asistió a la sesión extraordinaria, a la que sólo se presentaron 31 legisladores de los 84 que conforman el pleno.
Desde la silla del presidente de otro órgano del Estado, Bukele dirigió unas breves palabras: “Bienvenidos a este recinto legislativo. Vamos a dar inicio a la sesión convocada por el Consejo de Ministros, de acuerdo al artículo 167, numeral 7 de la Constitución de la República y además, de acuerdo al Reglamento Interno de esta misma Asamblea Legislativa, artículo 164, numeral 2, en la que faculta al Consejo de Ministros a convocar a la Asamblea Legislativa para discutir temas de interés de la República. Evidentemente, el tema de interés de la República es la seguridad, y por lo tanto los diputados que no están acá están en desacato constitucional. Felicito a los que sí cumplieron con su labor constitucional de estar acá. Ahora creo que está muy claro quién tiene el control de la situación y la decisión que vamos a tomar ahora la vamos a poner en manos de Dios. Así que vamos a hacer una oración”.
Acto seguido, Bukele se llevó las manos al rostro durante poco más de dos minutos, al cabo de los cuales se levantó sin mediar palabra alguna y abandonó con paso decidido el Salón Azul para volver a la tarima frente a la que aguardaban unas cinco mil personas.
* * *
La ausencia del presidente frente a la multitud duró apenas diez minutos. Al volver frente al estrado presidencial fue ovacionado de nuevo, antes de tomar la palabra:
Yo les pedí que… Con toda humildad, ustedes saben, el pueblo salvadoreño completo sabe, nuestros adversarios saben, la comunidad internacional lo sabe, nuestra Fuerza Armada lo sabe, nuestra Policía lo sabe, todos los poderes fácticos del país lo saben: si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón. Pero yo le pregunté a Dios y Dios me dijo “paciencia”. Paciencia, paciencia.
(La gente grita que no está de acuerdo).
¡Paciencia! El 28 de febrero todos esos sinvergüenzas van a salir por la puerta de afuera y los vamos a sacar democráticamente. ¿Por qué vamos a poner en duda el verdadero poder del pueblo en la democracia? ¿Por qué, si en unos meses vamos a tener esta Asamblea? ¿Por qué la vamos a tomar por la fuerza, aunque la Constitución les dé el derecho y yo no se los voy a impedir? Yo les pido paciencia. Si estos sinvergüenzas no aprueban esta semana el plan Control Territorial, nos volvemos a convocar aquí el domingo, le volvemos a pedir sabiduría a Dios y le decimos: Dios, tú me pediste paciencia, pero estos sinvergüenzas no quieren trabajar por el pueblo.
(La gente sigue inconforme)
Dios es más sabio que nosotros. Dios es más sabio que nosotros. Una semana, señores. Una semana. Una semana. Ningún pueblo que va en contra de Dios ha triunfado, démosle una semana a estos sinvergüenzas: los convocamos de nuevo si no aprueban el plan. Oren ustedes mismos, pidan sabiduría ustedes mismos. Pídanle a Dios ahorita ustedes mismos, no confíen en mí, confíen en ustedes con su relación personal con Dios, pídanle la paciencia, la prudencia, por una semana. Una semana, señores. En una semana nos convocamos acá. Los vamos a volver a citar como Consejo de Ministros si no aprueban el plan Control Territorial y si no, yo no me voy a poner entre el pueblo y el artículo 87 de la Constitución, quedará en sus manos aplicarlo, yo no me voy a poner en medio. Que Dios bendiga nuestro país El Salvador. De verdad los amo y daría mi vida por ustedes pero esperemos esta semana. Dios les bendiga.