Columnas / Cultura

Teatro, reflejo de nuestros días

El teatro ofrece un respiro frente al estrés cotidiano. Ahora que estamos en cuarentena demos un tour relámpago por la historia, para ver cómo sucedían las cosas de teatro en épocas de pandemia en otras épocas.

Miércoles, 25 de marzo de 2020
Roberto Salomón

El teatro ofrece un respiro frente al estrés cotidiano. Desgraciadamente, en tiempos de pandemias, este no puede cumplir con una de sus funciones, ya que antes de cerrar los comercios se cierran primero los cines y los teatros. La primera función del teatro es divertir, pero si esa diversión es acompañada de una reflexión y respaldada por una filosofía, el teatro habrá cumplido su función verdadera: divertir y dar en qué pensar. Ahora que estamos en cuarentena demos un tour relámpago por la historia, para ver cómo sucedían las cosas de teatro en épocas de pandemia en otras épocas. 

En la antigüedad, el historiador militar Tucídides nos cuenta de la gran plaga de Atenas en el siglo V antes de nuestra era. Afuera, Esparta sitia la ciudad, adentro, la plaga diezma la cuna de la democracia. Es imposible no relacionar el Edipo Rey, de Sófocles, a la luz de esta plaga. La plaga también tuvo un efecto sobre la forma misma del teatro; en efecto, a partir de esta fecha, los festivales dionisíacos introdujeron la poesía cantada. 

Florencia, 1348: la Peste, que duró tres años, azotó el continente europeo, matando a más del 30 % de la población. Giovanni Boccacio se inspiró en la plaga para escribir El Decamerón, en el que 10 jóvenes escapan de la ciudad; recluidos en una casa de campo, cuentan 100 historias. Retratos de individuos, realistas y sicológicos, que anuncian el Renacimiento y se alejan del estereotipo de la Edad Media. 

Londres, siglo XVI, la época del más grande dramaturgo de todos los tiempos, William Shakespeare. Estamos en pleno Renacimiento, salvo que la peste bubónica -de la que nunca sabremos el verdadero origen- parece no saber que la Edad Media ha finalizado. Curioso, ¿no? Parecería que el arte evolucionara más rápido que los sistemas de salud. La peste se llevó a 30 de cada 100 londinenses. La ley estipulaba que si durante una semana había más de 30 muertos, los teatros debían cerrarse para que la gente no se apeste junta en espacios pequeños, afectando así la riqueza de la ciudad. No faltaba el fanático religioso que proclamara con lógica infernal que la plaga castiga el pecado, que el teatro es pecado y, por consiguiente, el teatro causa la plaga. 

Más cerca de nuestra época, la gran obra de Tony Kushner, Ángeles en América, es la respuesta del teatro a la plaga del Sida de los años 1980. Metáforas que remiten a miedos ancestrales y cuyos ángeles anuncian la venida de tiempos renovados. 

Y hoy mismo, con el objetivo de que el arte nos proporcione ejemplos para llevar nuestras vidas, el director Laszlo Magacs ha creado el “teatro de cuarentena”, por Facebook. La obra Después del final, creada hace unas semanas en Hungría, narra la interacción de un hombre y una mujer en un espacio restringido. 

Finalmente, para terminar este tour relámpago en tiempos de corona, veamos un detalle de la trama de Romeo y Julieta, gran obra de Shakespeare, escenificada durante las últimas dos temporadas del Teatro Luis Poma. Cuando el astuto Fraile, en Verona, instruye a Julieta beber un líquido que la hará aparentar muerta por 48 horas, para luego poder escapar de las garras de su familia, envía un mensaje a Romeo, desterrado en Mantova. El mensaje que debe informar a Romeo que Julieta vive, nunca llega a su destinatario. ¿La razón? El fiel mensajero no pudo salir de la ciudad en cuarentena en la que reinaba la pestilencia infecciosa. Si no fuera por la cuarentena, ¿quién sabe?, Romeo hubiera recibido el mensaje, no se hubiera desesperado y dado la muerte, y quizás no tendríamos hoy esta tragedia de Shakespeare. Señalemos que ambas ciudades mencionadas están en el norte de Italia, zona terriblemente afectada hoy por el virus. 

Sí, el teatro siempre responde a los eventos de la sociedad. ¡Qué viva el teatro!

Roberto Salomón es director salvadoreño de teatro. Ganador del Premio Nacional de Cultura 2014 y Director creativo del Teatro Luis Poma desde su fundación en 2003.
Roberto Salomón es director salvadoreño de teatro. Ganador del Premio Nacional de Cultura 2014 y Director creativo del Teatro Luis Poma desde su fundación en 2003.

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