EF Foto / Desigualdad

Amanda nos recuerda la vulnerabilidad del Gran San Salvador


Martes, 2 de junio de 2020
Víctor Peña

La corriente de la quebrada El Arenal, destruyó 50 viviendas en la comunidad Nuevo Israel. La fuerza del agua también desapareció a Idalia Maribel Cruz, de 43 años. A Idalia la sorprendió la repunta, intentó escapar, se aferró a un tubo blanco, luego a una rama, pero la fuerza de la corriente arrancó su casa. Así lo describe Jonathan Ramírez, un vecino que, desde una ventana, observó cómo la bóveda se tragó a la mujer que habitaba a la orilla de la quebrada.
La corriente de la quebrada El Arenal, destruyó 50 viviendas en la comunidad Nuevo Israel. La fuerza del agua también desapareció a Idalia Maribel Cruz, de 43 años. A Idalia la sorprendió la repunta, intentó escapar, se aferró a un tubo blanco, luego a una rama, pero la fuerza de la corriente arrancó su casa. Así lo describe Jonathan Ramírez, un vecino que, desde una ventana, observó cómo la bóveda se tragó a la mujer que habitaba a la orilla de la quebrada.

 

 

Marina despertó por el ruido del agua. La corriente de la quebrada golpeaba las paredes de lámina de su vivienda. Corrió, tomó a sus dos hijos y subieron hasta el pasaje principal de la comunidad Nuevo Israel. En la imagen, Marina Cordero, recoge una parte de su cama, después de que la tormenta tropical Amanda destruyó por completo su casa y arrastró a su perro. 
Marina despertó por el ruido del agua. La corriente de la quebrada golpeaba las paredes de lámina de su vivienda. Corrió, tomó a sus dos hijos y subieron hasta el pasaje principal de la comunidad Nuevo Israel. En la imagen, Marina Cordero, recoge una parte de su cama, después de que la tormenta tropical Amanda destruyó por completo su casa y arrastró a su perro. 

 

 

En la residencial Lomas de San Francisco, la riada arrastró a unos 25 vehículos. El agua rompió el muro de contención de este lugar, corrió e inundó la calle principal. Dañó las primeras viviendas, arrastró los carros que encontró al paso. Esta residencial está frente a la comunidad Nueva Israel: son separadas por la quebrada. Esta vez, hubo daños en la comunidad y en la colonia.
En la residencial Lomas de San Francisco, la riada arrastró a unos 25 vehículos. El agua rompió el muro de contención de este lugar, corrió e inundó la calle principal. Dañó las primeras viviendas, arrastró los carros que encontró al paso. Esta residencial está frente a la comunidad Nueva Israel: son separadas por la quebrada. Esta vez, hubo daños en la comunidad y en la colonia.

 

 

Desde las primeras horas del domingo 31 de mayo, y en medio de la lluvia, los habitantes de la comunidad Nuevo Israel, se esforzaban por rescatar las pocas pertenencias que les dejó la lluvia. En la imagen, un hombre carga un televisor plasma que sobrevivió a Amanda. 
Desde las primeras horas del domingo 31 de mayo, y en medio de la lluvia, los habitantes de la comunidad Nuevo Israel, se esforzaban por rescatar las pocas pertenencias que les dejó la lluvia. En la imagen, un hombre carga un televisor plasma que sobrevivió a Amanda. 

 

 

La iglesia de la comunidad La Cuchilla quedó destruida. El agua alcanzó hasta tres metros de altura, y dejó sin nada a algunas personas de esta comunidad de 500 familias, establecida entre la carretera Panamericana y la quebrada El Piro, frente al centro comercial Multiplaza, en el municipio de Antiguo Cuscatlán.
La iglesia de la comunidad La Cuchilla quedó destruida. El agua alcanzó hasta tres metros de altura, y dejó sin nada a algunas personas de esta comunidad de 500 familias, establecida entre la carretera Panamericana y la quebrada El Piro, frente al centro comercial Multiplaza, en el municipio de Antiguo Cuscatlán.

 

 

Aquí había una tienda que vendía ropa, churros y sandalias. La familia Aguilar vive en las orillas del pasaje principal de la comunidad Nuevo Israel. La lluvia no les dejó nada. Esta vivienda está a punto de colapsar, al igual que otras decenas de casas de la comunidad.
Aquí había una tienda que vendía ropa, churros y sandalias. La familia Aguilar vive en las orillas del pasaje principal de la comunidad Nuevo Israel. La lluvia no les dejó nada. Esta vivienda está a punto de colapsar, al igual que otras decenas de casas de la comunidad.

 

 

“Aquí pasaban refrigeradoras, camas, cocinas, de todo llevaba el agua”, dice Ricardo Orellana, habitante del barrio Modelo de la capital. En este lugar, un hombre murió ahogado cuando intentó recuperar su taxi, que estaba siendo arrastrado por el desborde de la quebrada El Arenal, entre las calles Modelo y Francisco Menéndez. La corriente fue tal que alcanzó el semáforo en este lugar.
“Aquí pasaban refrigeradoras, camas, cocinas, de todo llevaba el agua”, dice Ricardo Orellana, habitante del barrio Modelo de la capital. En este lugar, un hombre murió ahogado cuando intentó recuperar su taxi, que estaba siendo arrastrado por el desborde de la quebrada El Arenal, entre las calles Modelo y Francisco Menéndez. La corriente fue tal que alcanzó el semáforo en este lugar.

 

 

Manuel Mendoza, de 76 años, observa los estragos de la lluvia en su casa, a cinco metros de la quebrada El Piro, en la comunidad La Cuchilla, de Antiguo Cuscatlán. Manuel lo perdió todo y ahora ha buscado refugio entre sus conocidos dentro de la comunidad.
Manuel Mendoza, de 76 años, observa los estragos de la lluvia en su casa, a cinco metros de la quebrada El Piro, en la comunidad La Cuchilla, de Antiguo Cuscatlán. Manuel lo perdió todo y ahora ha buscado refugio entre sus conocidos dentro de la comunidad.

 

 

El agua arrastró y dañó este vehículo en la colonia Málaga de la capital. Sus propietarios lo recuperaron y lo amarraron a un árbol para evitar otro susto. La quebrada El Arenal se desbordó sobre la calle principal de la Málaga, que se inundó completamente una vez más.  
El agua arrastró y dañó este vehículo en la colonia Málaga de la capital. Sus propietarios lo recuperaron y lo amarraron a un árbol para evitar otro susto. La quebrada El Arenal se desbordó sobre la calle principal de la Málaga, que se inundó completamente una vez más.  

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