El médico Iván Solano Leiva es el vicepresidente de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología. Desde marzo, ha sido una de las principales voces críticas por las malas prácticas en el sistema de salud para atender la pandemia, pero también una de las principales voces para entender con criterio científico cómo enfrentar la covid-19. A media cuarentena incluso vivió los síntomas en carne propia, cuando fue ingresado ocho días por coronavirus. Desde su recuperación no bajó la guardia, y en su cuenta de twitter es común ver casos de éxito del #SealTeam, como llama a su equipo de médicos, con los cuales ha recuperado a pacientes de coronavirus que ingresaron con neumonías severas al Centro Médico Escalón, antiguo Hospital de la Mujer.
Graduado en Medicina de la Universidad de El Salvador, es miembro del Observatorio del Colegio Médico de El Salvador. A las puertas de una reapertura sin una ley que la regule, Solano advierte que él no está de acuerdo con que todos salgamos a la calle, pero tampoco con el encierro total. Lo mejor, dice, son cuarentenas focalizadas, con criterios científicos.
En esta entrevista, Solano concluye que el sistema de salud colapsó porque se cometieron errores desde el Ejecutivo y el Legislativo a la hora de intentar contener la pandemia. Y señala los indicadores de ese fracaso: los pacientes que esperaron en colchonetas en los parqueos de los hospitales, la alta tasa de mortalidad del personal de salud en El Salvador y las dudosas estadísticas oficiales sobre la pandemia.
Pero Solano no es pesimista. Asegura que, contrario a lo que reporta el Gobierno, hay una reducción de pacientes de covid-19 en los hospitales. Además, explica cuál sería la mejor solución para atender la pandemia en estos momentos. Sugiere cuarentenas focalizadas y reaperturas económicas organizadas. Pero lo principal, dice el médico, es que los políticos se aparten y que -al fin- le den paso al personal técnico para que manejen la crisis como un tema de salud pública y no como uno de marketing político.
Crónicas COVID: porque la Buenas Noticias deben compartirse, Sandra venció la Neumonía Grave y ya esta en casa.
— Ivan Solano Leiva (@solano_leiva) August 13, 2020
¡ BRAVO #SealTeam !
Agradecidos con DIOS
PD: Sandra autorizó publicación fotos pic.twitter.com/DQVAvk17o0
La Sala le ha dado al Ejecutivo y Legislativo hasta el 23 de agosto para ponerse de acuerdo en el tema de reapertura económica. Técnicamente, ¿qué sería lo más adecuado para proteger a la población de la covid-19?
Descontaminar la pandemia de intereses políticos electorales y dejar que los técnicos sean los que manejen la crisis. El Órgano Ejecutivo y Legislativo deben ponerse a disposición de las medidas que recomiendan los técnicos. Desafortunadamente, estamos viendo una crisis de salud pública que estaba generando una crisis política ideológica. El Ministerio de Salud tiene técnicos de calidad trabajando con ellos, pero ni siquiera el mismo Ejecutivo los toma en cuenta. Los ha hecho a un lado. No se pueden entender ciertas medidas que se han tomado desde el punto de vista de salud pública.
Cuando me dice que el MINSAL tiene asesores técnicos, ¿estamos hablando a nivel del despacho?
No, son empleados del Ministerio: Epidemiólogos, salubristas con mucha experiencia. Los han hecho a un lado. Notamos eso cuando no había llegado a El Salvador el primer caso de la Covid-19. Salud se había reunido con el Colegio Médico y nos presentó planes escritos de cómo pensaban manejar la pandemia. Había un plan de protocolo de cuarentena y aislamiento domiciliar. Aquellos casos leves o asintomáticos o con nexos epidemiológicos los íbamos a manejar en sus casas. El plan original lo habían hecho los técnicos de Salud, pero al final de cuentas nunca se cumplió. El cambio de esos planes originales se dio con el aparecimiento del primer caso. El Ejecutivo, creo, entra en pánico cuando se detecta el primer caso y deciden que no confían en sus técnicos. ¿Y saben por qué no confían? Porque muchos de ellos fueron puestos en los gobiernos de Arena y en los gobiernos del FMLN. Según ellos, les podían boicotear los planes. Algunos miembros del observatorio del Colegio Médico se reunieron con el hermano del señor presidente, que es como el emisario político en las negociaciones.
¿Karim?
Karim Bukele, sí. Se le dijo de parte del Observatorio: “miren, pero si ustedes tienen buenos profesionales ahí formados. Utilicenlos”. Y él dijo que no los iban a utilizar porque no confiaban en ellos por el sesgo político ideológico.
¿Milton Brizuela, el presidente del Colegio Médico, estuvo presente en esa reunión?
Sí, estuvo Milton y estuvieron otros colegas parte del Observatorio. Y eso se les manifestó. Posteriormente entendemos que en quienes confiaban es en el famoso grupo asesor de venezolanos que ellos tienen, que ninguno tiene experticia en salud pública; tienen experticia en marketing político. Y lo más cercano que tenemos al trabajo en salud son dos personas de este grupo donde hay una persona odontóloga y una veterinaria. Ellos han tomado las riendas del asunto y manejan la pandemia. Me he atrevido a decir que son jefes, incluso, del señor ministro de Salud.
Es fuerte lo que usted dice, doctor.
No es la primera vez que lo digo. Sabemos por fuentes fidedignas que han manejado cuatro bases de datos y ellos manipulan la información estadística de los casos covid, dependiendo de sus propios intereses. Cuando el Ejecutivo estaba en disputa con la Asamblea Legislativa de pedir más prórrogas de cuarentena, siempre que se acercaba la discusión había incremento de casos, como una manera de presionar. Eso nos permitió comprender por qué el Gobierno rompió reuniones que tenía con el Colegio Médico.
En mayo, usted y otros médicos acudieron a la Asamblea legislativa con la recomendación de cuarentenas focalizadas. ¿Usted cree que esa ruta habría contenido los contagios?
La comisión política invitó a diversos sectores para discutir una propuesta de cuarentena. Como Colegio Médico llevamos la propuesta de que se establecieran cuarentenas focalizadas, basados en que llevábamos una cuarentena estricta que no había demostrado ser efectiva. Al contrario, los casos fueron en ascenso. Nos dimos cuenta que solamente mantenernos encerrados no es una estrategia de salud pública acertada. Además, vimos que este tipo de medidas eran bastante coercitivas y punitivas. Entonces -como dice la canción: “tropecé de nuevo y con la misma piedra”-, ¿cómo voy a seguir implementando la misma medida que me ha dado malos resultados y seguir insistiendo con eso? ¿Cómo voy a esperar que esas medidas,en esta oportunidad, me ayuden, cuando se ha demostrado que no han ayudado?
El abordaje que le ha dado el Ejecutivo a la pandemia no es el correcto porque le ha dado un abordaje curativo hospitalario. Todas las estrategias que han hecho han ido a potenciar nada más el tratamiento hospitalario y así vemos cómo buscan tener la mayor cantidad de UCIs en Latinoamérica, pero no hemos ido a buscar al enfermo a su casa.
No se fue a buscar a los enfermos a sus casas, ¿eso explicaría por qué la curva de contagios creció entre abril y mayo? Estábamos encerrados y con medidas drásticas…
Ese es uno de los factores. Pero también se dieron rompimientos de cuarentena desde el mismo Ejecutivo. Primero lo de los CENADE. Segundo, las marchas de los sindicalistas en apoyo a las medidas gubernamentales. Ahí no les aplicaron ningún tipo de sanción,a pesar de que estaban rompiendo las medidas de distanciamiento social. Luego, con la venida de las tormentas tropicales se crearon centros para poder atender a las personas (damnificadas). Los centros no eran los adecuados y se rompían las medidas de aislamiento y prevención. Y si le agregamos a esto que el señor presidente hizo conferencias de prensa entregando ayuda en la zona de Nueva Israel, pero ahí no se guardaba la distancia. Es una serie de factores que hicieron que nuestro sistema de salud fuera colapsando.
En abril usted no creía que el sistema se fuera a colapsar como en Estados Unidos. Tres meses después, ¿colapsamos?
Está colapsado el sistema, pero le voy a decir por qué. Porque nosotros decíamos que no se debía ingresar al 100% de personas diagnosticadas con covid. Y una de las estrategias del Gobierno fue que toda persona, incluso las asintomáticas, fueran hospitalizadas. Cuando sabemos que los leves y los asintomáticos pueden manejarse de forma ambulatoria a través del aislamiento. Eso es otra parte del error del manejo de la pandemia. Ya después, cuando el sistema colapsó, ellos volvieron a decir: “mire, hoy no vamos a ingresar a todos”. Pero ya el daño ya estaba hecho. Entonces, hemos dado prioridad a que los pacientes lleguen a los hospitales, pero no hemos dado la capacidad al sistema primario de atención para que busque los casos y haga educación, explicar cómo se va a cuidar en casa a una persona con síntomas leves. Si usted hace la labor educativa a nivel de toda la colonia, eso permitirá detectar de manera temprana. A eso nos referimos nosotros con una estrategia focalizada basada en datos epidemiológicos adecuados, no trastocados con otros fines.
El Colegio Médico ha trabajado con municipalidades directamente para ayudar en la búsqueda activa de casos.
Alrededor de doce alcaldías le han pedido asesoría al Colegio Médico con estas estrategias de búsqueda de casos. Entre ellos Izalco, Sonsonate, Soyapango, San José Villanueva, Santa Tecla. Independientemente de la ideología política, el Colegio Médico ha dado esa asesoría a aquellos alcaldes que se lo han solicitado.
El Colegio Médico ha informado de una disminución de casos en las últimas semanas ¿Qué opina usted de esto?Llevamos dos semanas de una tendencia hacia la baja. Los colegas que trabajan en los hospitales públicos nos han informado de la disminución de casos. Hoy ya se pueden encontrar camas vacías. Imagínese que va a pasar consulta al Médico Quirúrgico y consideran que usted requiere ingreso, inmediatamente la trasladan a una cama. A diferencia de tres semanas atrás, donde la tenían esperando en condiciones bien difíciles y usted necesitando oxígeno. Hoy lo más probable es que se le diga: “okay, se le va a ingresar y será en la cama tal”. Hay camas disponibles. Esa es una cosa. Dos, se han estado cerrando espacios o servicios de camas en el MQ, en el General, en el Rosales, San Rafael y Zacamil que antes eran utilizados para atender a pacientes covid. Ahora los han tenido que cerrar porque no ha habido mayores necesidades. Sin embargo, aquí si hay algo que decir: La capacidad del Hospital El Salvador ya la incrementaron. A muchos de estos pacientes los han trasladado ahí. Su capacidad inicial fue de 105 camas. Creo que hoy ya la subieron a 400 camas.
En lo privado, donde yo me movilizo, hasta hace tres semanas era de locos. Mi esposa ni me veía, pero en las últimas dos semanas los ingresos han venido disminuyendo. Pasamos de estar viendo 15 pacientes diarios o más que consultaban, a dos pacientes que consultan a las unidades respiratorias. La realidad que nosotros estamos viendo, dista mucho de la realidad que nos presenta el Ejecutivo. Por ejemplo, ayer creo que presentaron 465 casos nuevos de covid. Entonces volvemos a lo mismo: la realidad no pega con esos números. Al principio de la pandemia era al revés. El Gobierno decía que todo estaba bien, pero nosotros en la realidad veíamos que el sistema de salud se iba colapsando.
Usted dice que ahora CIFCO sí está haciendo una diferencia descongestionando otros hospitales. ¿Un hospital temporal, que era la sugerencia al inicio de la pandemia, habría hecho la diferencia para los casos que no lograban ser ingresados a tiempo?
Sí, pero está descongestionando porque también ha disminuido la cantidad de pacientes en los otros hospitales. Si usted recuerda, una semana después que el presidente inauguró el hospital, el sistema de salud pública estaba desbordado. Ahí vimos las famosas imágenes del hospital general del ISSS, donde la gente estaba en el estacionamiento con colchonetas, tirados ahí con los tambos de oxígeno. En ese momento el hospital no tuvo la capacidad para descongestionar. Ahora se ha incrementado esa capacidad, pero también ha disminuido la consulta. Eso ha ayudado a que venga a darnos un respiro al sistema. Creemos que el objetivo general de la creación del hospital El Salvador no se cumplió en su momento. El objetivo era evitar que colapsara el sistema de salud pública. Necesitábamos construir hospitales temporales, de campaña. Y eso sí nos hubiera ayudado a descongestionar el sistema. Pero bueno, el presidente se empecinó en eso y lo tomó como bandera política. ¿Cómo voy a inaugurar un hospital si no tengo el equipo técnico para atender a los pacientes? Lo inauguraron domingo en la noche y lunes y martes empiezan a salir convocatorias para contratar a personal que vaya a trabajar ahí. Eso no cabe en una estrategia de salud pública: decir que voy a construir el gran hospital, pero no tengo quién atenderá a los pacientes.
¿Usted veía marcadas diferencias entre la propuesta de reapertura económica que tenía la Asamblea y la que tenía el Ejecutivo?
Sí, básicamente la Asamblea Legislativa proponía una apertura económica completa y el Ejecutivo, una cuarentena estricta. Son opuestos diametralmente. El Gobierno dice que si se abre habrá repunte de casos. Si se hace una reapertura económica ordenada, aunque sea ordenada, siempre puede darse la posibilidad de que se den casos. Pero, ¿qué va a decir el Ejecutivo en ese momento? “Ya ven por andar abriendo la economía estamos teniendo estos problemas” y viceversa. Los políticos deben de hacerse a un lado y dejar que los técnicos manejen esto.
¿Qué opinión le mereció la propuesta de la Asamblea, que contaba con el apoyo del INCAE y de la empresa privada? ¿Contaba con aval técnico?
La reapertura económica puede darse, pero de una manera ordenada. Y así como proponemos una cuarentena focalizada, proponemos una reapertura económica focalizada. Yo no estaría de acuerdo que el 23 de agosto vayamos todos a trabajar y haya una reapertura económica de un 100%. Hay que tomar en cuenta los datos epidemiológicos fidedignos. Si yo sé que el municipio de Soyapango es una zona caliente donde está circulando el virus, no se debería permitir que el municipio tenga una reapertura económica. Pero si sé que el Puerto de la Libertad, por ejemplo, tiene pocos casos, no necesariamente podría impedir la reapertura económica. Esta debe estar basada en datos técnicos y epidemiológicos, no en decisiones políticas.
Usted habla de los datos epidemiológicos como un elemento primordial para el manejo de la pandemia.
¡Claro!
Pero hemos visto que se ha cuestionado la veracidad de los datos oficiales y el número de muertos con protocolo covid sobrepasa en gran cantidad el número de muertos oficiales del gobierno. ¿Se ha encontrado alguna manera de comprobar la veracidad de los datos?
Es que mire, no son confiables. Tengo dos meses de no desvelarme ya para leer el tuit del señor presidente de la medianoche sobre los nuevos casos porque hay manipulación de los datos. Yo me refiero a que se tengan datos fidedignos. ¿Y quienes los van a dar? los técnicos. Si yo tengo datos malos o los manipulo a mi conveniencia, las medidas que voy a tomar en salud pública no van a ser las más adecuadas.
Si usted tuviera la facultad de idear un plan para atender la pandemia, ¿cuál ruta recomendaría, además de que los políticos se dejen guiar por asesores técnicos?
Formar un comité de expertos en el manejo de la crisis. Estaría integrado por miembros del Ministerio de Salud, pero contaría con la participación de otros expertos que no laboran en el sistema público. Ese comité multidisciplinario evaluaría las acciones a tomar. Es básico que nuestro sistema de vigilancia epidemiológica funcione como funcionó para la eliminación del sarampión y poliomielitis de nuestro país. En el caso de la covid, yo diría que la medida más adecuada es hacer cuarentena focalizada, basados en los datos de ese sistema epidemiológico. Démosle poder al sistema primario de atención en salud para que visite casa por casa aquellos municipios donde el impacto de la enfermedad está siendo alto. Demos educación a la población.
El Faro ha reportado fallas de planificación, personas que con posibles contagios fueron enviados al Hospital Saldaña y luego a albergues y hoteles. Usted ya antes había dicho que estos se podrían convertir en un centro de contagio. ¿Fue así?
Definitivamente lo confirmo. Las condiciones no fueron las adecuadas. No se cumplian los protocolos internacionales. Fueron improvisaciones en las que a uno le queda claro que esto no ha sido manejado por expertos en salud pública. No ha sido parte de un plan estructurado, sino de improvisaciones.
A usted lo acusan de hacer trabajo político en contra del gobierno. ¿Qué responde a quienes lanzan esos cuestionamientos?
Todos somos seres políticos como seres humanos. Yo no comencé a pronunciarme sobre el sistema de salud pública deficiente en junio de 2019. Nuestra lucha viene desde allá por el 2001. Cuando estaba Arena, estuve cerca de los líderes del movimiento de la no privatización de la salud y no era Nayib Bukele quien estaba en el Ejecutivo. Luego, vino la gestión del FMLN y también fuimos críticos con su gestión. Sobre todo con la gestión de la exministra Violeta Menjívar. Yo pensaba que ya había visto todo de hacer mal las cosas en un Ministerio de Salud con la gestión de la señora Violeta Menjivar, pero ahora el señor Alabí le ha ganado. Y por gran distancia.
Como Colegio Médico debemos participar en la discusión de problemas de salud pública. Cada quien es dueño de su propia vida y es cierto que muchos colegas médicos que fueron líderes de movimientos sindicales oyeron cantos de sirena en sus oídos y decidieron incorporarse a la política partidaria. No hicieron bien las cosas y ahí están siendo juzgados. A mí me han querido vender cantos de sirena también, pero no me interesa para nada.
Si me dice eso, dígame de qué partidos.
Ja, ja, ja. De todo espectro político. Excepto de Arena, porque con ellos si no voy a comulgar.
¿Nuevas Ideas trató de reclutarlo?
De reclutarme para que fuera del partido político, no. Tampoco con la conformación del nuevo gabinete en junio. Yo ya pedí perdón porque di mi firma como respaldante para el movimiento de Nuevas Ideas y voté por el presidente Nayib Bukele en febrero pasado, pero rápidamente me desenamoré de ese proyecto. Anteriores gestiones del FMLN me anduvieron buscando y les dije que no.
En los spots de televisión se pone a los ministros, a la Fuerza Armada luchando frente a la pandemia. Pero hemos visto que en comparación a otros países de Centroamérica, El Salvador tiene una de las tasas más altas de muertes de médicos. ¿Qué opina un médico cuando ve esto?
Los médicos sentimos rabia, tristeza, impotencia. Y a veces lo que más puede con uno es la impotencia porque nos ha tocado a veces decirles a los pacientes “mire, ahorita no hay cama y no la puedo ingresar”. Y le agregamos el hecho de que no están siendo apoyados por el Minsal. ¿Cómo es posible que haya personal sanitario contratado para esta pandemia y ni siquiera les han pagado?
¿Por qué dice que el Minsal no los ha apoyado?
Se demostró que las mascarillas que les han dado no sirven. Que son de una fábrica que hacía zapatos. Ahí está demostrado que no les ha importado el personal de salud. Si les importara, les dieran equipos de protección adecuados. A la gente que contrataron por servicios profesionales para atender la pandemia no les han pagado. Está bien que traigan personal extranjero a apoyarnos porque se necesita, pero primero debemos saldar las deudas con el personal nacional.
¿Hay un consenso entre el Minsal y el gremio médico sobre qué tratamiento se le está brindando a los pacientes con covid-19 o es libre?
Hay lineamientos técnicos, pero en realidad el tratamiento que el Minsal ofrece, en un 90% no funciona. Por ejemplo, en la “cajita feliz”-el kit de medicina- que andan repartiendo a la gente, va como que fuera receta de cocina: acetaminofén cada seis horas por diez días; y un listado de medicamentos con indicaciones similares. El 90% de esos medicamentos no funcionan. En el país estamos utilizando medicina basada en ocurrencias y no medicina basada en evidencia científica. Como médicos muchos cometemos ese error: damos medicamentos que no han demostrado ser efectivos porque hemos escuchado o porque es la moda. Y a muchos les disgusta que lo diga, pero el tratamiento de la covid-19 leve es un tratamiento sintomático: si tengo dolor de cabeza, acetaminofén; si tengo mocosera, algo para la congestión nasal y síntomas catarrales.Hay muchos medicamentos como la ivermectina, como la azitromicina y otros antibióticos que no están indicados. O bueno, la vitamina c, la vitamina d y el zinc, el señor presidente decía que él lo recomendaba, no funcionan. Son más efecto placebo.
¿Qué tratamiento le dieron a usted?
Recibí plasma y también un medicamento que se llama tocilizumab, esos son los que nos han ayudado en el manejo de pacientes con neumonía severa por covid-19. Yo pasé 48 horas en calvario y de 24 a 36 horas después de que me aplicaron eso, comencé la mejoría. Eso estoy utilizando con los pacientes que han tenido neumonía severa y nos está funcionando.
¿Este medicamento ya existía en el país?
Existe en el país el tocilizumab. El nombre comercial es actemra. Es un medicamento un poco caro, pero básicamente nos ha funcionado. En un caso leve no se va a dar, lo mismo un plasma no se va a poner en casos leves. Esto se utiliza en casos severos, ya cuando el paciente está más comprometido. Otro tratamiento que ya demostró ser efectivo es esteroides endovenosos, la dexametasona.
¿Esa atención médica y ese tratamiento son los que hacen la diferencia entre los casos que se recuperan y no?
No, hay muchos factores. La consulta a tiempo. Si yo no llego a tiempo, eso me puede afectar increíblemente.
¿Podríamos hablar de una diferencia entre los tratamientos que se están dando en el sistema público y en el privado?
Ahí dependerá del médico. Creo que del 100% del gremio médico, la gran mayoría, prescriben la cajita feliz del Gobierno. Desde mi punto de vista muy personal, no estamos haciendo una buena medicina. Como Colegio Médico debemos pronunciarnos a dar lineamientos basados en evidencia científica. No le podemos decir a alguien: “vas a prescribir esto”, pero tampoco podemos estar prescribiendo medicamentos que no funcionan.
¿Cómo ha llegado a la conclusión de que los medicamentos que usted está prescribiendo funcionan? ¿De dónde viene esa claridad?
El plasma convaleciente y el tocilizumab no es que los estudios científicos han demostrado que pudieran ser funcionales. Cuando buscamos recomendaciones científicas de organismos internacionales, no todos se queman diciendo que el tocilizumab es un medicamento que ha demostrado en el 100% ser efectivo, pero son los que tienen mayor soporte científico a la fecha. Lo hemos comprobado con la experiencia diaria que hemos tenido. Habrá que hacer estudios con diseño metodológico bien estructurado. Aquí se vuelve bien difícil hacer ese tipo de estudios. Tenemos una iniciativa a nivel privado en la que vamos a comenzar a hacer investigación y reportar la experiencia que hemos tenido en el manejo de 100 pacientes tratados por varios médicos.
Pareciera que esta enfermedad ha venido a acrecentar la brecha entre quienes pueden acceder a tratamientos de mejor calidad y los que están en hospitales públicos. ¿Es así?
Los medicamentos de los que hemos estado hablando también están disponibles en el sistema público. Los médicos que trabajan en el sistema público también utilizan estos medicamentos. A nivel de sistema público se tiene un abanico de oportunidades un poquito mayor que la que tenemos en el sistema privado. Por ejemplo, hay estrategias intermedias de ventilación que se llaman ventilaciones mecánicas no invasivas. A nivel privado no tenemos la suficiente cantidad como la tiene ya el Seguro Social y el ministerio. Por ejemplo, en el hospital donde yo trabajo solo hay uno porque cuestan alrededor de $10 mil.
Su foto de whatsapp es la caricatura de un político tapándole la boca a un médico. ¿Qué tanto ha pasado eso?
Es lo que está pasando en nuestro país. Los políticos le han tapado la boca a los expertos. Y son ellos los que están manejando esto. Y lo que es peor, en este país cualquiera tiene la especialidad en medicina. Uno da opiniones técnicas en twitter y le saltan un montón de trolles y de gente que se dice que es médico. Comenzando con el señor presidente, que él pretende ser médico, abogado y un montón de cosas. A mí me daría pena estar hablando de leyes o de la constitucionalidad de algo o de arquitectura si no soy técnico. Mejor, como bien dice el dicho popular, zapatero a tu zapato.