El primero en dar la noticia fue Daniel Divinsky, su editor de hace años, director de Ediciones de la Flor. 'Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará', anunció.
Quino tenía 88 años y se encontraba en su ciudad natal, Mendoza (oeste). Solía pasar seis meses al año en España y seis meses en Argentina. La muerte le llegó estando con los suyos. Tras la noticia, en una de las plazas de Mendoza, donde se exhiben al aire estatuas de los personajes de su obra más famosa, niños de la localidad llegaron a consolar a Mafalda, flanqueada por ramos de flores.
La provincia de Mendoza decretó duelo por el fallecimiento de Quino, pero debido a las restricciones por la pandemia del covid-19 no se realizarán homenajes oficiales.
'Huérfanos'
Una escultura de Mafalda y sus compañeros lo honra en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires. Este miércoles, varias personas se acercaron al lugar para depositar ramos de flores.
'Tuve que salir a hacer unos trámites y pensé en venir a saludar a Mafalda, a Susanita y a Manolito, porque estamos varias generaciones, creo yo, un poco huérfanos hoy, y ellos más todavía', dijo a la AFP Damián Lozada, vecino de San Telmo de 55 años.
'Quino deja una obra extraordinaria para el mundo. Es amor y es humor. Es ternura y es inteligencia. Es la observación mordaz y también la inocencia', añadió.
En Twitter, #Quino es tendencia en Argentina con una avalancha de mensajes de despedida. 'Se fue mi segundo papá. Gracias por todo, Quino (1932-2020)', escribió el dibujante y humorista gráfico argentino Miguel Rep. El también caricaturista argentino Liniers lo despidió en Instagram con la frase: 'Gracias maestro'. Quino no tuvo hijos. Estuvo casado desde 1960 con Alicia Colombo, quien falleció en 2017.
Padre de Mafalda
Hijo de andaluces, Quino había nacido el 17 de julio de 1932. A los 13 años ingresó al colegio de Bellas Artes en Mendoza, pero pronto se sintió 'cansado de dibujar ánforas y yesos' y volcó su genio en la historieta y el humor, aunque en su primera etapa, sin palabras.
A los 18 años publicó su primera viñeta en Buenos Aires, pero no fue hasta los 30 cuando del trazo de su lápiz nació Mafalda, la niña que odia la sopa, concebida por encargo para una publicidad de electrodomésticos en 1963.
Con un humor sutil, cargado de crítica social, las tiras de Mafalda y sus amigos Susanita, Miguelito, Manolito, Felipe y Libertad, se publicaron desde 1964 hasta 1973. Fueron esos los únicos personajes permanentes que dibujó y por los que ganó fama en el mundo entero.
Entre sus otros libros, destacan 'A mí no me grite', 'Hombres de bolsillo', 'Gente en su sitio', 'Humano se nace', 'Déjenme inventar'.
Quino fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias en 2014 y también recibió la Legión de Honor de Francia.
Su legado fue destacado este miércoles por la Real Academia Española de la Lengua. 'Nos ha dejado Quino, creador de la inolvidable Mafalda y uno de los dibujantes en español más internacionales. Sus agudas palabras viajaron a ambos lados del Atlántico gracias a sus viñetas y su peculiar sentido del humor', escribió la RAE.
'Mafalda es histórica (...) yo crecí, como otras muchas generaciones, con Mafalda', afirmó el tenista argentino Diego Schwartzman (14º del mundo), que disputa Roland Garros, al enterarse de la muerte de Quino en una conferencia de prensa.
En sus caricaturas siempre reivindicó la libertad, muchas veces ironizó sobre la explotación laboral y también hizo humor con el psicoanálisis.
Una de las última veces que se le vio en público fue en enero de 2015 en un acto en Buenos Aires para repudiar el atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo.
'Mafalda hubiera tenido una terrible pena por el atentado', dijo entonces Quino que asistió en silla de ruedas y con un cartel con la leyenda: 'Yo soy Charlie'.