El Salvador / TRANSPARENCIA

$3.5 millones de Salud a Lasca Design generaron “observación de transacción sospechosa” en EUA

Lasca Design, la empresa de porcelanas y cerámica a la que MINSAL compró 3 millones de mascarillas asegura que no puede entregarlas porque el banco Wells Fargo ha catalogado como “transacciones sospechosas” los pagos recibidos del gobierno de El Salvador en abril de 2020. A la fecha, Salud no responde si ya recibió los productos. El expediente de contratación revela además que Lasca Design fue recomendada por una empresa china que también incumplió un contrato de mascarillas con el Gobierno. 


Martes, 8 de septiembre de 2020
Jimmy Alvarado

Lasca Design, la importadora de cerámica y porcelanas contratada en abril pasado por el Ministerio de Salud para proveer 3 millones de mascarillas y mil termómetros por un total de $3.5 millones de dólares, informó al MINSAL a finales de mayo de un retraso en la entrega de los insumos médicos, porque un banco estadounidense congeló sus fondos debido a una observación de transacción sospechosa entre una cuenta del Estado salvadoreño y la cuenta de la empresa con sede en Miami, Florida.

Ariel Lasca, CEO de la compañía, explica en una carta enviada el 28 de mayo a Jesús Corea Barahona, jefe de la Unidad de Adquisiciones y Contrataciones (UACI) del ministerio, que el banco Wells Fargo realizó una “observación de transacción sospechosa” en las transferencias del Estado salvadoreño hacia la empresa. “Dicha transferencia la habría considerado de origen ‘dudosa’, por lo que procedió, según protocolo bancario, al bloqueo de todos los fondos disponibles en la cuenta receptora, determinando el cierre de dicha cuenta y demorando la devolución de dichos fondos por el término de 30 días”, se lee en el documento que obtuvo El Faro gracias a la Ley de Acceso a la Información Pública.

Los pagos del Gobierno a Lasca fueron realizados dos semanas antes de la entrega de los productos, programada para el 4 de mayo. En la carta, Lasca confirma la recepción de las transferencias cablegráficas cargadas a la cuenta del Banco Agrícola “MH-MSPAS Atención de Emergencias Ocasionadas por Desastres” en la cuenta de la empresa “Lasca Design del Wells Fargo Bank, N.A., en  420 Montgomery Street, San Francisco, California 94104, Estados Unidos”.

Según Lasca, fueron tres transferencias las que activaron la alerta del banco: el Invoice FL 1021 registra que la primera transferencia, del 21 de abril de 2020, por $495,000 en concepto de pago de 1.5 millones de mascarillas quirúrgicas. Tres días más tarde, se generó el Invoice FL 1026 por $3 millones para el pago de 1.5 millones de mascarillas KN95. El 24 de abril también se generó  el Invoice FL 1027, por  $41,050, por 1,000 termómetros.

Las órdenes de compra emitidas por Salud a favor de Lasca estipulan que las mascarillas y los termómetros entrarían a El Salvador, a través del Aeropuerto Internacional San Óscar Arnulfo Romero, siete días hábiles después de recibidos los desembolsos. En la primera semana de julio 2020, El Faro tuvo acceso a los expedientes de contratación de Lasca Design y hasta esa semana no había sido incorporada ninguna “acta de recepción” de los insumos en las bodegas del Ministerio de Salud. 

El 21 de julio, a través de Ley de Acceso a la Información, El Faro pidió al Ministerio las “actas de recepción” de las 3 millones de mascarillas (1.5 millones de KN95 y 1.5 millones de HDL 3 Ply) y de los 1000 termómetros. No hubo respuesta. El 25 de agosto, El Faro volvió a hacer la misma solicitud, pero tampoco hubo respuesta.  El 31 de agosto se enviaron preguntas al ministro de Salud, Francisco Alabí, a través de su jefe de comunicaciones, pero pasada una semana no hubo respuesta. El 31 de agosto también se consultó  por la recepción de los insumos a las administradoras de los contratos, pero tampoo hubo respuesta. Ariel Lasca tampoco respondió a las llamadas y mensajes de Whatsapp.

El Faro consultó a Wells Fargo Bank sobre la observación de transacción sospechosa narrada por Lasca, pero el banco respondió que no podían otorgar información sobre sus clientes. “No discutimos información sobre nuestros clientes o sus cuentas debido a la privacidad y confidencialidad del cliente. Wells Fargo monitorea constantemente las cuentas para detectar actividades potencialmente fraudulentas, y cuando se detecta dicha actividad, investigamos la actividad (incluida la comunicación con nuestros clientes y, si es necesario, con otras instituciones financieras) para determinar qué pasos se deben tomar si se sospecha fraude”, respondió por correo Rubén Pulido, vocero de la sucursal bancaria en San Francisco.

La 'observación de transacción sospechosa' y la congelación de cuentas bancarias que narra Lasca en su carta al MINSAL coincide con el procedimiento empleado por los bancos y las autoridades estadounidenses ante movimientos irregulares en cuentas bancarias. Según el Bank Secrecy Act, cuando se detecta una operación sospechosa el banco emite un ROS (Reporte de Operaciones Sospechosas en español o SAR, por sus siglas en inglés) y este es enviado la Financial Crimes Enforcement Network (Fincen), una oficina del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que investiga si la transacción es un caso de lavado de dinero o si hay indicios de otros delitos. El 18 de agosto, El Faro consultó por correo al Departamento del Tesoro y a Fincen si Ariel Lasca y Lasca Design LLC están bajo investigación por los pagos que llevó a cabo el gobierno de El Salvador. Al cierre de esta nota no hubo respuesta.

Ross Delston, un abogado con dos décadas de experiencia y especialista en prevención de Lavado de Dinero, y quien ha actuado como perito en juicios por fraudes financieros en Washington DC, explica que los reportes de operaciones sospechosas emitidos por los bancos buscan dilucidar el motivo de las transacciones. “Si las respuestas no son satisfactorias, le piden al cliente que se vaya e informan a las autoridades para que investiguen”, dice.

Delston afirma que los bancos estadounidenses han puesto mucha atención a las compras de insumos médicos en la pandemia porque este tipo de operación puede ser la fachada para cometer fraudes. “Una práctica común es el ‘trade based money laundering’, cuando tratan de mover dinero fuera de un país con una transacción comercial que parece real, pero que con una llamada puede descubrirse que es una operación ficticia”, dijo. El especialista menciona que otra práctica común de fraude es cuando el proveedor miente al asegurar que cuenta con existencias de productos y pide el pago por adelantado. “Cuando una compañía hace este tipo de falsa aseveración, y además piden pago por adelantado, ese esquema es conocido como ‘advance fee fraud’ (fraude por honorario anticipado)  y ‘stockpile fraud’ (fraude de existencias)”.

Consultado sobre si es normal que un cliente sea informado por su propio banco sobre una investigación a sus cuentas, el experto contestó que no es normal que esto ocurra. “Es un crimen serio que un banco estadounidense informe a un cliente que ha sido emitida un reporte de operación sospechosa. Según las leyes 31 USA C5318(G)2 y 31USC Sections 5321 and 5322, la pena civil por revelar esta información es $100,000 y la ‘criminal penalty’ es $500,000 además de hasta 10 años de prisión para quien revela esta clase de información”. 

Tres versiones para explicar un incumplimiento de contrato

La empresa de cerámica y porcelana había pactado con el Ministerio de Salud entregar el 4 de mayo 1.5 millones de mascarillas quirúrgicas 3ply; 1.5 millones de mascarillas KN95 y mil termómetros. El Ceo de Lasca Design dio tres versiones para justificar la demora en la entrega de los insumos médicos y estas explicaciones están consignadas en tres cartas: la primera del 28 de abril (6 días antes de la fecha de entrega pactada); la segunda, del 20 de mayo y la última misiva del 28 de mayo. 

La carta del 28 de mayo, en la que Lasca informa de la 'observación de transacción sospechosa' es la última información que consta en el expediente de compra de las mascarillas.

El primer retraso, según Lasca, fue provocado por la “gran demanda” y problemas logísticos. El 28 de abril, Lasca escribió al jefe de la UACI pidiendo una prórroga de 15 a 40 días para poder entregar todos los productos. “Fruto de la pandemia, las fábricas proveedoras sufrieron una demanda que excede toda posibilidad de producción. También fue afectado el abastecimiento de las materias primas. Agrava aún más la afectación de las transacciones burocráticas bancarias y el colapso de transporte debido al cierre de algunos puertos aéreos de salida, y la falta de compañías aéreas por la gran demanda”, escribió.

El ministro de Salud Francisco Alabí aceptó la versión de la empresa y concluyó que era “procedente conceder la prórroga ya que se comprueba la existencia de un caso fortuito o de fuerza mayor', según la resolución razonada 146/2020 del 30 de abril. 

En esa primera carta, Lasca prometió que el lunes 8 y el martes 9 de junio iban a cargar 1.5 millones de mascarillas quirúrgicas 3ply (de un contrato del 15 de abril); 500,000 mascarillas KN95 (una tercera parte del contrato del 16 de abril) y mil termómetros (de un tercer contrato del 21 de abril). Según Lasca, esos insumos iban a llegar al país entre el 16 y el 20 de junio. El millón de mascarillas KN95 restantes dijo que iban a cargarse para su envío entre el jueves 11 y 12 de junio, para ser recibidas entre el 19 y el 23 de ese mes.

El 26 de abril y el 30 de abril, el ministro Alabí firmó las resoluciones 146/2020 y 150/2020 con la que modificó la fecha de entrega de todas las mascarillas. Las quirúrgicas serían recibidas casi dos meses después de la firma del contrato (el 29 de junio) y las KN95 el 30 de junio.  

Casi un mes después de la primera prórroga, en una carta enviada el 20 de mayo, Lasca planteó un inconveniente con el primer pago de $495,000 por las 1.5 millones de mascarillas quirúrgicas: “Inesperadamente, Wells Fargo decidió enviarnos dicha cantidad a través de Cheque Certificado en lugar de permitirnos reenviar los fondos al fabricante de los bienes comprados. En estos momentos estamos esperando recibir dicho cheque en los próximos 8 a 10 días hábiles.  El fabricante ha sido informado de este retraso, pero hemos recibido garantías de que la fabricación se está procesando de acuerdo con el cronograma y la entrega no sufrirá más retrasos”.

Tras esta segunda carta, no hay constancia en los informes de una segunda modificación en los plazos de entrega ni de respuestas de Salud a esa misiva. Ocho días después, el empresario argentino envió la tercera carta en la que informó de la observación de operación sospechosa. Para esa carta, tampoco hay respuesta del Ministerio en el expediente de compra consultado por El Faro. 

Lasca llegó recomendada por una empresa que incumplió contrato

Lasca Design no fabrica insumos médicos y hasta antes de la pandemia tampoco los vendía. “Sí, es cierto que yo antes no vendía insumos médicos, pero a raíz de todo esto le hemos vendido a El Salvador y a otros gobiernos”, dijo Ariel Lasca a La Nación el 7 de agosto, en una nota que retoma una primera investigación de El Faro sobre esta contratación. 

Pero si ya es extraño que Salud haya contratado a una empresa de cerámica estadounidense para proveer insumos médicos chinos, es doblemente extraño que Lasca haya sido recomendada por una empresa china dedicada a la fabricación de máquinas expendedoras de juguetes que incumplió un primer contrato con la institución.

El 27 de marzo, en su último día como ministra de Salud, Ana Orellana Bendeck contrató por $990,000 a la empresa Shanghai Beyond Import and Export Co, Ltd. para proveer 3 millones de “3ply Medical Mask”, a $0.33 cada una. Según la Dirección Nacional de Hospitales, la “Necesidad y Justificación de Compra” era contar con 3 millones de mascarillas quirúrgicas para “abastecer a 30 hospitales, 752 unidades de salud y los centros de contención”, reseñó Karla Marina Díaz de Naves, coordinadora nacional de hospitales, en un documento firmado el 23 de marzo. 

Fundada en 2002, Shanghai Beyond ofrece en su catálogo la exportación de máquinas dispensadoras -de grúas metálicas- de alimentos enlatados, de condones y de juguetes, entre otros, según el portal Export Hub. En su historial no hay rastros de experiencia con insumos médicos. En Estados Unidos, según el portal Import Genius, ha hecho importaciones y exportaciones de plástico para vivienda, “plastic housing” y “valve housing”.

Lasca Design se convirtió en proveedor de mascarillas del Ministerio de Salud por recomendación de Shanghai Beyond Import and Export Co. La empresa china se dedica a la manufacturación de máquinas dispensadoras de juguetes y también fue contratada por Salud para proveer mascarillas, pero incumplió su contrato. 
Lasca Design se convirtió en proveedor de mascarillas del Ministerio de Salud por recomendación de Shanghai Beyond Import and Export Co. La empresa china se dedica a la manufacturación de máquinas dispensadoras de juguetes y también fue contratada por Salud para proveer mascarillas, pero incumplió su contrato. 

El 13 de abril, dos semanas después de la firma de la orden de compra, la empresa china escribió una carta en la que adujeron que el cierre de aeropuertos y la falta de acceso a una “carga privada” les impedía enviar la mitad del pedido. Salud respondió dos días después, el 15 de abril, con una modificación de contrato en la que aceptó que Shanghai Beyond solo entregara 1.5 millones de mascarillas. Salud también aceptó que la empresa china cediera el contrato para proveer la otra mitad a una empresa estadounidense. “Tenemos una compañía estadounidense Lasca Design Llc que puede terminar la producción por nosotros. Esa empresa tiene carga privada. Pueden mantener el precio de $0.33 por unidad”, se lee en la carta enviada por la empresa china.

El 15 de abril, dos días después de recibida la nota, Salud formalizó la contratación de la importadora y distribuidora de cerámica y porcelana. “Por lo que siendo un caso de fuerza mayor se deja sin efecto la ejecución del otro 50% cerrándose el negocio jurídico únicamente con la adquisición de 1 millón ½ de mascarillas a un precio unitario de $0.33”, dice la resolución 112/2020 firmada por el nuevo ministro Francisco Alabí. 

En el expediente de contratación no aparecen registros de que Salud haya realizado un sondeo de mercado con Lasca ni hay constancia de cotización ni de presentación de los certificados de la FDA de las mascarillas quirúrgicas. Tampoco hay información de la empresa que las iba a manufacturar.

Salud no solo terminó la relación comercial con Shanghai Beyond Import sino que aceptó la sugerencia de un proveedor que incumplió un contrato. El numeral II del artículo 158 de la Lacap establece castigos para los proveedores que incumplen sus obligaciones: pueden ser inhabilitado por dos años para participar en procesos de contratación en caso de “no suministrar o suministrar un bien, servicio u obra que no cumplan con las especificaciones técnicas o términos de referencia pactadas en el contrato u orden de compra”. 

Sin embargo, el proceso de contratación no fue normado por la Lacap, sino por el decreto 606 que flexibilizó los procesos de contratación durante la pandemia, y que habilitó al Ministerio de Hacienda a reescribir las reglas de contratación. Salud usó el Lineamiento Específico para Compras de la Pandemia, en el que se estipula que basta con una resolución para terminar una obligación contractual de mutuo acuerdo. “Las partes contratantes podrán acordar la extinción de las obligaciones en cualquier momento siempre y cuando no concurra otra causa de terminación imputable al contratista y que por razones de interés público hagan innecesario o inconveniente la vigencia de la orden de compra (...) lo cual se hará constar en una resolución', dice el numeral 10 del Lineamiento.

Salud emitió una resolución para respaldar su decisión. 'La empresa Shanghai Beyond Import and Export Co. Ltd, propone sea suministrado el otro cincuenta por ciento de dichas mascarillas, por parte de la empresa estadounidense Lasca Design Llc, la cual mantiene el mismo precio unitario y el producto es de la misma calidad (...) por lo que representa un gran beneficio para los intereses del Ministerio de Salud dicha adquisición por razones de interés público, pues asegura la misma calidad del producto y teniendo la disponibilidad presupuestaria por economía procesal es procedente adquirirlo en este mismo proceso', dice la resolución 112/2020 de 15 de abril, suscrita por el ministro Alabí.

En el expediente de compra a favor de Shangai Beyond, actualizado hasta la primera semana de julio, tampoco había constancia de las “actas de recepción” por las 1.5 millones de mascarillas que debía entregar. El Faro buscó la versión de la empresa china a través de preguntas en la plataforma de Export Hub, mensajes de Whatsapp y correos, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.

El fabricante de KN95: un vendedor de tapetes para bebés

El teléfono en China de la empresa que Lasca Design reportó como el fabricante de mascarillas KN95 corresponde al teléfono de una empresa que se dedica a la fabricación de alfombras para bebé. 
El teléfono en China de la empresa que Lasca Design reportó como el fabricante de mascarillas KN95 corresponde al teléfono de una empresa que se dedica a la fabricación de alfombras para bebé. 

El 18 de abril, tres días después de haber recibido de Salud la mitad del contrato que incumplió la empresa Shanghai Beyond, Lasca Design envió una oferta para competir por otro contrato de $3 millones para abastecer al sistema con mascarillas KN95.

Iniciado el 10 de abril, este otro proceso de Salud ya tenía dos ofertas: una de Javi Performance Parts SL, un taller automotriz de España que en otros contratos con Salud salió favorecido hasta por $11 millones. Javi ofertó a $2,2 cada mascarilla y ofreció entregarlas en 30 días hábiles. También compitió Express Cargo Logistic-Imporalia con un precio de $3.4 por mascarilla y una entrega de 7 a 9 días hábiles. El 18 de abril, un día después del plazo estipulado para recibir ofertas, Lasca Design Llc envió por correo su oferta: $2 cada mascarilla, con un plazo de entrega de 7 días hábiles. 

Salud declaró ganadora a Lasca Design ese mismo 18 de abril. La UACI determinó que las primeras dos empresas no cumplían con los requisitos y seleccionó a la empresa de cerámica y porcelana. “El proveedor cuenta con la cantidad solicitada en un precio acorde al mercado”, dice el dictamen del 10 de abril de la Dirección Nacional de Hospitales.

En la descripción de su oferta, Lasca anexó un flyer de las mascarillas KN95. Fechado el 13 de abril de 2020, el documento es un certificado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para la empresa china Dongguan Beilemei Muyingyongpin Co., Ltd. Según el documento, la empresa está domiciliada en “NO.19TH SHAFU ROAD,SHAB DONGGUAN, Guangdong”. 

En la página web de la FDA, el certificado remite a un nombre: Jerry Zhu, corresponsal oficial de la compañía, cuyo número de teléfono es 86-186-80357695. El Faro habló a ese número para preguntar si esa compañía había fabricado las 1.5 millones de mascarillas KN95 para Lasca Design Llc. Un hombre que rechazó identificarse respondió de manera amable que le costaba expresarse en inglés y que prefería recibir las preguntas en un formulario habilitado en el sitio web  de su empresa. Antes de colgar, dijo: “Creo que se ha equivocado. No creo poderlo ayudar. Mi empresa no fabrica mascarillas. Hace alfombras de espuma para bebés”. 

Al consultar el sitio en internet de la compañía, facilitado por la persona que respondió la llamada, aparece el nombre comercial  “China Play Mat” y el nombre jurídico de  otra empresa “Shenzhen S2 Foam Products Co.,LTD”. El sitio web reporta en el “Contact Us” el mismo domicilio de la empresa registrada en la página de la FDA. En ese sitio web también aparece el mismo teléfono consignado en la FDA y el mismo nombre del representante de la empresa: Jerry Zhu. 

El Faro hizo llegar preguntas a Jerry Zhu a través del formulario de la página web y también envió un correo para indagar sobre la supuesta relación comercial de su empresa con Lasca Design para fabricar mascarillas KN95, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta. 

10 días después de la asignación de este contrato, Lasca envió la primera de tres argumentaciones para explicar el retraso en la entrega de las mascarillas KN95. 'Las fábricas proveedoras de insumos y productos suministrados a nuestra compañía sufrieron una demanda que excede toda posibilidad de producción (...)”.

 

Este reportaje forma parte de una investigación regional, liderada por la red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (Red PALTA), que integran La Diaria de Uruguay, OjoPúblico de Perú, Datasketch de Colombia, La Nación de Argentina, PODER de México, OjoConMiPisto de Guatemala y El Faro de El Salvador, apoyada en parte por Hivos y Open Contracting. Para leer sobre el sistema de compras y contrataciones de América Latina también puedes ingresar al sitio de la Red Palta.
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