La crisis migratoria que se discute en Washington se vive en Roma cada noche. Con una población de apenas unos 10,000 habitantes, Roma es una pequeña ciudad de Texas, justo frente al río Bravo, en la frontera con la municipalidad de Miguel Alemán, en Tamaulipas, México. Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza ha detenido en el último mes a unos 500 menores no acompañados cada día. Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden y sus funcionarios enfrentan su primera crisis migratoria, y repiten un mensaje dirigido a los migrantes: la frontera está cerrada. Sin embargo, basta asomarse una noche a Roma para constatar que el mensaje no ha calado aún entre los centroamericanos. En solo cuatro horas, este 26 de marzo de 2021, alrededor de 300 personas cruzaron el Bravo y caminaron por las calles polvosas de Roma, hasta ser detenidas por la Patrulla Fronteriza. Los patrulleros confirman que esta ha sido la escena constante del último mes. La gran mayoría eran hondureños, guatemaltecos y mexicanos y algunos salvadoreños. Muchas familias viajaban con sus hijos, y 20 menores dijeron haber cruzado México solos. Para muchos, la nueva oleada de migración se explica debido a la salida del expresidente Donald Trump. Con una retórica de odio hacia los migrantes y la suspensión del procesamiento de solicitudes de asilo, entre otras medidas, Trump consiguió reducir las cifras de intentos de cruce en la frontera. Con la llegada de Biden se han empezado a abrir algunas puertas para los solicitantes de refugio y esto podría ser la razón para que cientos de centroamericanos interpreten que es el momento de intentarlo. Aunque sin duda, y tal como lo mencionan los migrantes, la crisis económica provocada por la pandemia, los huracanes que afectaron principalmente a Honduras y la constante situación de violencia son los motores fundamentales de este éxodo. En la última semana, Biden designó a la vicepresidenta, Kamala Harris, para atender el asunto y buscar soluciones junto a los países centroamericanos. Mientras tanto, cada noche, los más desesperados de Centroamérica siguen cruzando el río y caminando por los montes de Roma, en un intento por mejorar sus vidas.
(Este trabajo fue realizado con el apoyo de International Women's Media Foundation (IWMF))
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