María Elsa Rauda busca a su hijo desde hace 41 días. Se llama Óscar Arévalo y desapareció el 7 de enero del 2022 en las inmediaciones de Cumbres de San Bartolo, una populosa colonia a 20 kilómetros de la capital, San Salvador.
La mamá de Óscar Arévalo forma parte del Bloque de Búsqueda de personas desaparecidas en El Salvador, una organización que nació y se formó en su mayoría por madres de desaparecidos. Este grupo de madres se congregó este día en la entrada de Medicina Legal para exigir a las autoridades más eficiencia y que se agilice la búsqueda de sus familiares.
Una de las principales denuncias de esta organización es que la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General de la República están siendo negligentes en la búsqueda de sus familiares. “La policía nunca nos da respuestas, lo único que recibimos de ellos son malos tratos y una anda con el simple deseo de por lo menos encontrar los cuerpos de nuestros hijos’’, se queja María Elsa, la madre de Óscar Arévalo.
Otras personas que forman parte del Bloque se sumaron a la denuncia de María Elsa. El Gobierno de Nayib Bukele está siendo demasiado hermético con las fosas clandestinas, dice María Elsa, en referencia a la fosa descubierta en la finca Suiza de Nuevo Cuscatlán, un municipio en crecimiento de residenciales de clase media y alta. Según versiones oficiales, en la fosa de Nuevo Cuscatlán se encontraron 26 cuerpos en la primera semana de febrero.
El hallazgo de este tipo de fosa moviliza a los familiares que buscan a sus desaparecidos. Este Bloque, por ejemplo, exige que el Estado sea más ágil y proporcione los nombres de las personas encontradas en las fosas. El grupo de familiares se movilizó hasta Medicina Legal en un autobús que fue bautizado como, ‘’El bus de los milagros’’, el cual adornaron con globos y retratos de las personas desaparecidas que en su mayoría pertenecen a cinco municipios del área metropolitana: San Martín, Soyapango, San Salvador, Apopa y Tonacatepeque.
