El Salvador / Impunidad

General Guillermo García es detenido por la masacre de los holandeses en 1982

Cuarenta años después de los asesinatos de los cuatro periodistas, una jueza de Chalatenango ordenó la detención del exministro de Defensa y de otros cuatro militares involucrados en el crimen. El coronel Francisco Morán, entonces director de la Policía de Hacienda, también fue detenido el viernes pasado. El juzgado ha solicitado información sobre el paradero de los otros tres militares requeridos.

Fred Ramos
Fred Ramos

Domingo, 16 de octubre de 2022
Gabriela Cáceres, María Luz Nóchez y Carlos Dada

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El general Guillermo García, quien fuera ministro de Defensa y hombre fuerte del Ejército salvadoreño a inicios de la década de los ochenta, ha sido detenido por su presunta responsabilidad en los asesinatos de cuatro periodistas holandeses, cometidos hace cuarenta años. Así lo confirmaron a este periódico fuentes judiciales salvadoreñas relacionadas con el caso y dos familiares de las víctimas. Por el mismo crimen también habría sido capturado el coronel Francisco Antonio Morán, exdirector de la disuelta Policía de Hacienda, un temible cuerpo de seguridad vinculado a masacres, desapariciones forzosas, torturas y actividades extrajudiciales atribuidas a escuadrones de la muerte.

Las detenciones fueron ordenadas por la jueza de Primera Instancia María Mercedes Argüello, de Dulce Nombre de María, Chalatenango, el pasado 13 de octubre, tras encontrar elementos suficientes para que los militares acusados enfrenten un proceso penal por el asesinato de Jacobus Andries Koster, Jan Cornelius Kuiper, Hans Ter Laag y Johannes Jan Willemsen. Los cuatro periodistas holandeses fueron emboscados y ejecutados por el Ejército salvadoreño el 17 de marzo de 1982 en una zona rural de Chalatenango.

El general García y el coronel Morán habrían sido detenidos en las primeras horas de la noche del pasado viernes 14 de octubre en sus respectivas residencias ubicadas en San Salvador. Serán presentados en el juzgado este lunes 17 de octubre.

Además de García y Morán, el juzgado requiere al coronel Mario Adalberto Reyes Mena, entonces comandante de la Cuarta Brigada de Infantería de El Paraíso; al coronel Rafael Flores Lima, exjefe del Estado Mayor Conjunto y al sargento Mario Canizales Espinoza, del Batallón Atonal. “Líbrense las correspondientes órdenes de captura contra los imputados antes mencionados, y una vez hecha efectiva la misma sean intimados del hecho que se les atribuye”, se lee en el acta judicial en poder de El Faro.

El documento detalla que la Fiscalía General de la República solicitó la detención de los militares por el delito de asesinato regulado en el Código Penal de 1973/74, derogado pero aplicable para este caso, como en el juicio por la masacre de El Mozote, reabierto en 2016 en el juzgado de San Francisco Gotera. La investigación preliminar sobre el asesinato de los periodistas holandeses arrojó que los coroneles Reyes Mena y Morán así como el sargento Canizales Espinoza son los autores inmediatos del crimen. El general García y el coronel Flores Lima son acusados de comisión por omisión.

El general García fue ministro de Defensa de El Salvador entre 1979 y 1983. Ha sido vinculado a otros crímenes ocurridos durante la guerra civil salvadoreña, como el de las religiosas Maryknoll, asesinadas por cuerpos de seguridad en diciembre de 1980; y la masacre de El Mozote, en la que unas mil personas, la mitad de ellas menores de edad, fueron asesinadas por tropas del ejército en diciembre de 1981. Durante esos años, el general García tuvo bajo su mando y responsabilidad a todas las tropas del ejército y de los cuerpos de seguridad.

El general García, un estrecho aliado en la lucha contrainsurgente de la administración estadounidense del presidente Ronald Reagan, había vivido en Estados Unidos desde 1990, cuando le fue concedido el asilo en ese país. Pero fue deportado en 2016 luego de que un juez de Florida determinara que García había “directamente participado o asistido” en al menos once crímenes registrados durante sus años como hombre fuerte, incluyendo los casos mencionados. Esta es la primera vez que el general García es detenido por crímenes de guerra en El Salvador, pues en el caso de El Mozote tiene medidas alternas a la detención mientras se desarrolla el juicio.

La jueza Argüello también ha solicitado a la Dirección General de Migración y Extranjería un reporte de los movimientos migratorios de los demás acusados “a fin de establecer la residencia del país actual para solicitar la respectiva extradición en caso de ser necesario”, dice el documento.

En 2018, periodistas holandeses del programa de investigación Zembla localizaron a Reyes Mena viviendo en Estados Unidos. El equipo de investigación reveló documentos secretos de la Organización de Naciones Unidas, en los cuales aparece que Reyes Mena compartió información del operativo con otros mandos militares y con un asesor del ejército de Estados Unidos, Bruce Hazelwood. Los periodistas buscaron al entonces coronel en su vivienda en Estados Unidos para entrevistarlo y su respuesta fue: 'El caso fue investigado por el presidente (salvadoreño, Napoleón) Duarte (1984-1989). El embajador de Holanda habló con personal de la Brigada. El gobierno de Estados Unidos investigó y no encontró nada contra mí'.

Los familiares de los periodistas holandeses, sin embargo, esperan que Estados Unidos extradite al coronel Reyes Mena. “Me sorprendió mucho sobre todo la noticia de ayer (sábado) que me informaron ya la detención de García y de Morán. Son buenas noticias. Ahora le toca a Estados Unidos colaborar en la captura y extradición de Reyes Mena. La idea es que lo envíen a El Salvador”, dijo a El Faro vía telefónica, desde Holanda, Gert Kuiper, hermano de Jan Cornelius Kuiper, uno de los periodistas asesinados. “(Los militares acusados) podrán maniobrar la justicia aún para no ser condenados; pero este paso es una señal también a la sociedad salvadoreña en el sentido de que, aunque fue un asunto de hace cuarenta años, aún es posible llevar a los responsables a la justicia. Esto es importante no solo para nosotros los familiares sino también para la sociedad salvadoreña: la verdad siempre llega.”

Cuatro años en la Fiscalía
La Fundación Comunicándonos y la Asociación Salvadoreña para los Derechos Humanos (Asdehu), en representación de familiares de las víctimas, interpusieron una denuncia en la Fiscalía en marzo de 2018, tras la derogación de la llamada Ley de Amnistía. Pedro Cruz, uno de los acusadores particulares del caso, dijo que tras no ver una posición activa de la FGR, realizaron diferentes diligencias de investigación para construir su propia hipótesis del caso con la cual concluyeron que el coronel Reyes Mena es uno de los responsables de los cuatro asesinatos. “Hace cuatro años interpusimos la denuncia de investigación y no hubo una participación activa por parte de la Fiscalía. Entonces comenzamos a hacer nuestras propias diligencias bastantes limitadas porque no tenemos acceso a todo como la Fiscalía”, dijo Cruz a El Faro.

El 22 de septiembre de 2022, los abogados solicitaron al juzgado que ordenara la detención del coronel Reyes Mena, pero no obtuvieron respuesta. Dos semanas después, la Fiscalía hizo la misma petición incluyendo a los otros cuatro acusados. El abogado Pedro Cruz dijo que desconocen las razones por las cuales la Fiscalía solicitó la detención “cuando no mostraron interés por el caso durante cuatro años. No sé si lo hicieron para no quedarse atrás cuando nosotros presentamos la petición de la orden de detención, pero la FGR había tenido un papel bastante pasivo”, dijo el abogado.


El crimen

Seis días antes de que los periodistas holandeses fueran asesinados por miembros de la Fuerza Armada salvadoreña habían atendido a un interrogatorio a la Dirección General de la Policía de Hacienda. Los cuatro trabajaban para la agencia de televisión holandesa IKON, para un reportaje en video sobre las zonas de influencia de la guerrilla en San Salvador y otros puntos del territorio. El citatorio estaba dirigido solo a Jacobus Andries Koster, el reportero en jefe, por que las fuerzas armadas sospechaban que tuviera relaciones con la guerrilla. Su nombre y número de contacto habían sido encontrados en el bolsillo de Jorge Luis Méndez, un guerrillero asesinado en Usulután.

Jan Cornelius Kuiper, Hans Ter Laag y Johannes Jan Willemsen acompañaron a Koster al interrogatorio. El coronel Francisco Antonio Morán, director general de la PH y principal interrogador, cuestionó a Koster sobre sus vínculos con “terroristas”. Según el relato de la Fundación Comunicándonos, “Morán habría advertido a los periodistas que estaba ‘en contra de los informadores que simpatizan con la subversión’”.

El 12 de marzo de 1982, El Diario de Hoy publicó una nota titulada:
El 12 de marzo de 1982, El Diario de Hoy publicó una nota titulada: 'Periodista extranjero Contacto de Subversivos'. La noticia registra la visita de Koster a la Policía de Hacienda. El periodista fue llamado declarar sobre su relación con un detenido vinculado a la guerrilla. Dicha visita ocurrió seis días antes de la emboscada.  Foto: Fundación Comunicándonos

Según fuentes citadas por la Comisión de la Verdad y representantes de la embajada de los Países Bajos, los periodistas recibieron advertencias, posterior al interrogatorio, de que dejaran el país por un período, por encontrarse en peligro inminente. Los periodistas siguieron su plan de cobertura y fueron asesinados el 17 de marzo de 1982 en Santa Marta, una pequeña localidad en Chalatenango, a dos kilómetros del cuartel de infantería de El Paraíso.

Un día antes de ser asesinados en lo que la querella ha llamado una “emboscada” en Chalatenango, un escuadrón de la muerte autodenominado Maximiliano Hernández Martínez había publicado una lista con el nombre de 35 periodistas a los que amenazaban de muerte. Ninguno de ellos estaba en esa lista. Al menos 40 periodistas murieron durante los 12 años de guerra civil.

“Esto pasó hace cuarenta años, pero no ha pasado para la familia el dolor. Yo sigo extrañando a mi hermano” dice vía telefónica, también desde Holanda, Sonja Ter Laag, hermana de Hans Ter Laag.

En marzo pasado, para el cuadragésimo aniversario del asesinato, ella viajó por primera vez a El Salvador. “Declaré como parte ofendida ante la jueza Argüello. Le dije que cuando vi la foto de mi hermano muerto me impresionó para siempre. A la jueza también le impresionó cuando se la mostré. De inmediato me pidió las fotos que tuviera y se las envié. Estoy muy contenta, pero muy sorprendida por estas detenciones. No creía que esto fuera a suceder”.

Sonja Ter Laag cuenta que durante su visita pidió que la llevaran al lugar donde fue asesinado su hermano junto con los otros cuatro periodistas. “Venían con nosotros muchos militares y policías. Pregunté qué hacían allí y me dijeron que la embajada los pidió para nuestra protección. Yo me pregunté cómo íbamos a ser protegidos por la misma gente que mató a mi hermano”.

Sonja Ter Laag, hermana del periodista honaldés asesinado Hans Ter Laag, durante una visita en marzo del 2022 al lugar que fue asesinado, en una zona rural de Chalatenango. Foto de El Faro/Cortesía: Sonja Ter Laag
Sonja Ter Laag, hermana del periodista honaldés asesinado Hans Ter Laag, durante una visita en marzo del 2022 al lugar que fue asesinado, en una zona rural de Chalatenango. Foto de El Faro/Cortesía: Sonja Ter Laag

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