EF Foto / Pandillas

La Campanera ya no es de los pandilleros

Carlos Barrera

Miércoles, 8 de marzo de 2023
Carlos Barrera

El reparto La Campanera es un complejo habitacional de El Salvador nacido en el municipio de Soyapango durante la postguerra. Desde principios de siglo, La Campanera ganó fama como una de las áreas más conflictivas del Área Metropolitana, debido a la presencia de pandilleros del Barrio 18. En La Campanera vivieron algunos de los líderes históricos de esa pandilla, como Ernesto Mojica Lechuga, 'El Viejo Lyn'. Era un bastión de ese grupo criminal. El director franco-español Christian Poveda filmó ahí su documental La Vida Loca, en el que se retrata la vida y muerte de miembros de esa pandilla. Poveda fue asesinado tras la publicación de su película, en 2009, por miembros de ese grupo criminal. Esa colonia de más de 10,000 habitantes, compuesta por una ancha calle de 600 metros de la que salen angostos pasajes flanqueados por más de 2,100 casitas, ha sido por años parte del decálogo nacional de zonas prohibidas para quienes no habiten ahí.  Tras la división de la pandilla Barrio 18, alrededor de 2005, por disputas de dinero y control entre los líderes, La Campanera quedó bajo el dominio del Barrio 18 Sureños, la pandilla que por décadas controló la mayor parte de Soyapango. 

Desde hace casi un año, tras el inicio del Estado de Excepción impuesto por el Gobierno de Bukele, y que ha encarcelado injustamente a miles de salvadoreños, los habitantes de La Campanera empezaron a notar cambios en su vida cotidiana. En medio de patrullajes constantes durante el inicio del régimen, alrededor de finales de marzo de 2022, los vecinos volvieron a la cancha a ciertas horas del día; pero no fue hasta el 3 de diciembre cuando, con la militarización de Soyapango, la comunidad volvió en pleno a una vida afuera de sus casas que por décadas estuvo restringida tras el ocultamiento del sol, e incluso antes si había crispación entre los pandilleros. 

Ahora, a casi tres meses de tener a militares y policías permanentemente en sus pasajes, los habitantes de La Campanera dicen que viven una nueva vida, han recuperado espacios, piden pizza a domicilio, juegan por las noches en la cancha. Ha habido detenciones de personas que no tenían relación criminal alguna con la pandilla, admiten muchos de los vecinos. “Un día la Policía se llevó a uno de los muchachos de la escuela de fútbol por suerte estaba estudiando en la universidad y pudo demostrar que no pertenecía a las pandillas, pasó como un mes detenido en el penal de Izalco”, dijo uno de los organizadores del torneo de fútbol de La Campanera. Pero aún así, por contradictorio que suene, el ambiente en esa colonia militarizada es ahora de tranquilidad. En esta extraña normalidad, conviven hechos que otrora era inimaginable unir: niños jugando en el parque de noche, militares cercando la colonia, muchachos jugando fútbol bajo la luna, una patrulla parqueada con los vidrios abiertos, nuevos negocios que abren, varios arrestos injustificados. 

 

 

La Campanera está ubicada en la zona norte del municipio de Soyapango, en el cantón El Limón. Está rodeada de comunidades pequeñas, dispersas entre la ruralidad del contorno. Tiene una sola calle principal de donde se despliegan pasajes angostos formados por centenares de viviendas, la mayoría de ellas habitadas, y un puñado que fueron abandonadas por vecinos amenazados o usurpadas por pandilleros. Durante años, algunas personas que viven en la colonia cambiaron la dirección de sus documentos de identidad por el de colonias controladas por la misma pandilla, pero con menos estigma que La Campanera, para poder conseguir un empleo.
La Campanera está ubicada en la zona norte del municipio de Soyapango, en el cantón El Limón. Está rodeada de comunidades pequeñas, dispersas entre la ruralidad del contorno. Tiene una sola calle principal de donde se despliegan pasajes angostos formados por centenares de viviendas, la mayoría de ellas habitadas, y un puñado que fueron abandonadas por vecinos amenazados o usurpadas por pandilleros. Durante años, algunas personas que viven en la colonia cambiaron la dirección de sus documentos de identidad por el de colonias controladas por la misma pandilla, pero con menos estigma que La Campanera, para poder conseguir un empleo.

 

 

Devuelvan lo robado, se lee en una casa abandonada al final de uno de los pasajes de La Campanera. El mensaje, uno de los lemas del oficialismo dedicados al FMLN y Arena, fue pintado por los habitantes del lugar después del cerco militar que inició el 3 de diciembre de 2022 y que continuó, según los lugareños, con la captura de los pandilleros que quedaban en libertad, así como la de algunos habitantes que no tenían relación con las pandillas.
Devuelvan lo robado, se lee en una casa abandonada al final de uno de los pasajes de La Campanera. El mensaje, uno de los lemas del oficialismo dedicados al FMLN y Arena, fue pintado por los habitantes del lugar después del cerco militar que inició el 3 de diciembre de 2022 y que continuó, según los lugareños, con la captura de los pandilleros que quedaban en libertad, así como la de algunos habitantes que no tenían relación con las pandillas.

 

 

Durante décadas hubo una regla de oro en La Campanera: Si alguien de una familia tenía algún problema con la pandilla debían irse del lugar o pagarlo con la vida. Cuando los vecinos huían, la pandilla se hacía con el control de la vivienda y la retaban o simplemente la desmantelaban para vender sus materiales. Algunas de esas casas ya están siendo recuperadas por sus antiguos dueños, y se ha podido constatar que ha llegado a vivir gente nueva que recién compró casa en la colonia.
Durante décadas hubo una regla de oro en La Campanera: Si alguien de una familia tenía algún problema con la pandilla debían irse del lugar o pagarlo con la vida. Cuando los vecinos huían, la pandilla se hacía con el control de la vivienda y la retaban o simplemente la desmantelaban para vender sus materiales. Algunas de esas casas ya están siendo recuperadas por sus antiguos dueños, y se ha podido constatar que ha llegado a vivir gente nueva que recién compró casa en la colonia.

 

 

Miembros de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada mantienen constantes rondas de patrullaje en la colonia. En un recorrido de rutina, los agentes de la PNC no salían del asombro de poder recorrer los pasajes y las veredas con total tranquilidad. Uno de ellos comentó:
Miembros de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada mantienen constantes rondas de patrullaje en la colonia. En un recorrido de rutina, los agentes de la PNC no salían del asombro de poder recorrer los pasajes y las veredas con total tranquilidad. Uno de ellos comentó: 'Aquí no se podía entrar antes'.

 

 

Aquí se grabó la última escena que aparece en la película La Vida Loca. En ella, un grupo de adolescentes, casi niños, golpean a otro durante el ritual de iniciación para ser parte de la pandilla. Espacios como este que se sitúan a la mitad de los pasajes eran utilizados para las reuniones de la pandilla, donde asignaban labores a la estructura criminal y castigaban a los miembros que habían fallado. El lugar sigue polvoriento, pero de sus paredes se borraron los graffitis, y se ha convertido en un espacio donde los niños juegan a toda hora, en especial aquellos a los que sus padres no les dejan ir hasta la cancha.
Aquí se grabó la última escena que aparece en la película La Vida Loca. En ella, un grupo de adolescentes, casi niños, golpean a otro durante el ritual de iniciación para ser parte de la pandilla. Espacios como este que se sitúan a la mitad de los pasajes eran utilizados para las reuniones de la pandilla, donde asignaban labores a la estructura criminal y castigaban a los miembros que habían fallado. El lugar sigue polvoriento, pero de sus paredes se borraron los graffitis, y se ha convertido en un espacio donde los niños juegan a toda hora, en especial aquellos a los que sus padres no les dejan ir hasta la cancha.

 

 

Dos vendedoras de una compañía telefónica caminan en a las veredas ubicadas al final de los pasajes, hacen una ruta nueva, conocen un lugar nuevo, aún tienen desconfianza y solo cruzan algunas frases.
Dos vendedoras de una compañía telefónica caminan en a las veredas ubicadas al final de los pasajes, hacen una ruta nueva, conocen un lugar nuevo, aún tienen desconfianza y solo cruzan algunas frases. 'Ahora sí podemos entrar, podemos vender, siempre con cuidado', dice una. Muchas personas hicieron durante años instalaciones piratas de internet, agua y electricidad, debido a que los técnicos de algunas de las compañías e instituciones que proveen esos servicios no entraban a La Campanera. 

 

 

Según comentan los vecinos de La Campanera, hasta las iglesias han recuperado espacios. La pandilla les permitía hacer cultos solo en la calle principal y en ciertas horas, nunca en los pasajes o espacios abiertos entre ellos. 
Según comentan los vecinos de La Campanera, hasta las iglesias han recuperado espacios. La pandilla les permitía hacer cultos solo en la calle principal y en ciertas horas, nunca en los pasajes o espacios abiertos entre ellos. 

 

 

Un grupo de vecinos ven un partido de fútbol al lado de una patrulla policial. Una imagen inverosímil cuando las pandillas controlaban. El Régimen de Excepción también es sinónimo de capturas arbitrarias en La Campanera. Casi todos los vecinos conocen a alguien que fue capturado sin pertenecer a la pandilla y sin tener antecedentes. Algunos de los capturados han recuperado la libertad tras pasar al menos un mes en un penal. La mayoría de los habitantes coinciden en que es una lástima que inocentes estén detenidos, pero anteponen la paz que ahora viven. De cara a las elecciones presidenciales de 2024, Bukele ha conseguido ya un logro en colonias como esta: mucha gente relaciona la permanencia del presidente con la sostenibilidad de la situación actual. Un busero de la ruta 49 dijo:
Un grupo de vecinos ven un partido de fútbol al lado de una patrulla policial. Una imagen inverosímil cuando las pandillas controlaban. El Régimen de Excepción también es sinónimo de capturas arbitrarias en La Campanera. Casi todos los vecinos conocen a alguien que fue capturado sin pertenecer a la pandilla y sin tener antecedentes. Algunos de los capturados han recuperado la libertad tras pasar al menos un mes en un penal. La mayoría de los habitantes coinciden en que es una lástima que inocentes estén detenidos, pero anteponen la paz que ahora viven. De cara a las elecciones presidenciales de 2024, Bukele ha conseguido ya un logro en colonias como esta: mucha gente relaciona la permanencia del presidente con la sostenibilidad de la situación actual. Un busero de la ruta 49 dijo: 'Imagínese, si el presidente se va, esto se acaba y nosotros volveremos a las mismas de antes'.

 

 

La Campanera está rodeada de dos quebradas y terrenos irregulares que sirven para que los agricultores de la comunidad puedan sembrar granos básicos. En algunas ocasiones, se perdían cosechas o no se sembraba nada debido a que los terrenos son atravesados por veredas y están en zonas altas desde donde se tiene una vista de casi toda la colonia, lo que lo convertía la zona en una vía de escape para los pandilleros determinaban cuándo y dónde se podía cultivar.
La Campanera está rodeada de dos quebradas y terrenos irregulares que sirven para que los agricultores de la comunidad puedan sembrar granos básicos. En algunas ocasiones, se perdían cosechas o no se sembraba nada debido a que los terrenos son atravesados por veredas y están en zonas altas desde donde se tiene una vista de casi toda la colonia, lo que lo convertía la zona en una vía de escape para los pandilleros determinaban cuándo y dónde se podía cultivar.

 

 

El 20 de febrero de 2023 hubo cine ambulante en La Campanera, la comunidad se organizó y, en conjunto con la Dirección de Reconstrucción de Tejido Social, proyectaron una película para niños. De un lado hubo sillas que fueron llenadas por niños que eran acompañados de sus padres; del otro lado, los niños se colgaron de los viejos columpios para poder ver la película en la calle principal de la colonia.
El 20 de febrero de 2023 hubo cine ambulante en La Campanera, la comunidad se organizó y, en conjunto con la Dirección de Reconstrucción de Tejido Social, proyectaron una película para niños. De un lado hubo sillas que fueron llenadas por niños que eran acompañados de sus padres; del otro lado, los niños se colgaron de los viejos columpios para poder ver la película en la calle principal de la colonia.

 

 

Pedir comida a domicilio es una actividad común en zonas pudientes y de clase media en El Salvador. Sin embargo, en colonias como La Campanera, hacer pedidos de comida rápida era algo impensable: las empresas no enviaban a sus motoristas a esa colonia. A mediados de enero, los repartidores de una empresa de comida rápida entraron por la calle principal de la colonia con globos en sus motocicletas y con megáfonos anunciaron que a partir de ese momento podían hacer pedidos e iban a ser entregados hasta la puerta de casa.
Pedir comida a domicilio es una actividad común en zonas pudientes y de clase media en El Salvador. Sin embargo, en colonias como La Campanera, hacer pedidos de comida rápida era algo impensable: las empresas no enviaban a sus motoristas a esa colonia. A mediados de enero, los repartidores de una empresa de comida rápida entraron por la calle principal de la colonia con globos en sus motocicletas y con megáfonos anunciaron que a partir de ese momento podían hacer pedidos e iban a ser entregados hasta la puerta de casa.

 

  

En La Campanera, nadie abría un negocio sin la estricta supervisión de la pandilla y el respectivo pago de extorsión. Aún al inicio del Régimen de Excepción la presencia de algunos miembros del Barrio 18 Sureños continuaba en el lugar, como confirmó un vecino. Ahora es vox populi que ya no hay pandilleros ni extorsión, por lo que han nacido nuevos negocios de ropa y pequeñas tiendas.
En La Campanera, nadie abría un negocio sin la estricta supervisión de la pandilla y el respectivo pago de extorsión. Aún al inicio del Régimen de Excepción la presencia de algunos miembros del Barrio 18 Sureños continuaba en el lugar, como confirmó un vecino. Ahora es vox populi que ya no hay pandilleros ni extorsión, por lo que han nacido nuevos negocios de ropa y pequeñas tiendas.

 

  

Donde acaba la colonia y empiezan los cerros y quebradas, hay un parque junto a la cancha. Por mucho tiempo, los juegos pasaron sin ser usados y nadie se atrevía a bajar durante las noches. Hay personas que nunca habían visitado el parque, padres que nunca habían llevado a sus hijos a jugar porque era de uso exclusivo de la pandilla.
Donde acaba la colonia y empiezan los cerros y quebradas, hay un parque junto a la cancha. Por mucho tiempo, los juegos pasaron sin ser usados y nadie se atrevía a bajar durante las noches. Hay personas que nunca habían visitado el parque, padres que nunca habían llevado a sus hijos a jugar porque era de uso exclusivo de la pandilla.

 

 

Familias completas de La Campanera asistieron a la cancha para ver la final de fútbol que se celebró el 19 de febrero. Aún con temor, muchos preguntaban para qué eran las fotografías o actuaban con algún recelo.
Familias completas de La Campanera asistieron a la cancha para ver la final de fútbol que se celebró el 19 de febrero. Aún con temor, muchos preguntaban para qué eran las fotografías o actuaban con algún recelo.

 

  

El día de la final de fútbol, 19 de febrero del 2023, los vecinos de La Campanera regresaron de noche a sus casas, subieron desde el fondo de la comunidad y caminaron por la calle principal en un territorio que desde hace tres mese parece más suyo que nunca. Cuando unos hablaron de miedo, otros también mencionaron que si llegan a ver algo raro lo primero que van a hacer es denunciar a la policía, para algunos en Las Campas el miedo con el que vivieron por años se diluye.
El día de la final de fútbol, 19 de febrero del 2023, los vecinos de La Campanera regresaron de noche a sus casas, subieron desde el fondo de la comunidad y caminaron por la calle principal en un territorio que desde hace tres mese parece más suyo que nunca. Cuando unos hablaron de miedo, otros también mencionaron que si llegan a ver algo raro lo primero que van a hacer es denunciar a la policía, para algunos en Las Campas el miedo con el que vivieron por años se diluye.

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