Dentro del penal de Mariona hay un personaje que aparece de forma recurrente en los testimonios de quienes estuvieron recluidos en esa prisión debido al régimen de excepción, uno al que todos recuerdan por su indicativo, Montaña, y a quien señalan como torturador y como jefe de los custodios que comenten torturas. Los exreos lo describen como un hombre corpulento y violento, con la prerrogativa de dar órdenes a los custodios y pasearse por los distintos sectores de la cárcel sin ninguna restricción.
El nombre de Montaña es William Ernesto Magaña Rodríguez, es originario de Turín, Ahuachapán y, según fuentes que conocen el manejo interno de Centros Penales, comenzó a laborar como empleado de seguridad en el penal de Izalco en 2006.
Durante los 18 meses que tiene en vigencia el régimen de excepción, las autoridades han reconocido la captura de más de 72,000 personas, de las cuales 7,000 han sido liberadas según el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, luego de que no se encontrara ninguna relación de estas personas con las pandillas.
Desde el inicio del régimen, las denuncias de maltratos al interior de las cárceles no han parado de crecer: torturas, tratos humillantes, suspensión de alimentos y medicinas, aislamiento e incluso asesinatos, han quedado documentadas por organizaciones civiles de derechos humanos y por la prensa independiente. La ONG Cristosal documentó, durante el primer año de vigencia del régimen de excepción, al menos 153 personas fallecidas al interior de las cárceles, de las cuales al menos 75 tenían señales que indicaban que sus muertes habían sido violentas. Sin embargo, nunca se ha individualizado la responsabilidad de alguien en estas acciones, en parte debido a que los custodios penitenciarios no usan identificativos en su uniforme y la mayoría lleva gorros pasamontañas que les cubren el rostro. Por eso el caso de Montaña es excepcional: su indicativo aparece mencionado en testimonios recogidos por las oenegés Cristosal y Socorro Jurídico Humanitario, así como en el trabajo investigativo de El Faro.
Dado que no existe un registro público de personas capturadas durante el régimen y las visitas a las cárceles de organismos independientes del gobierno no están permitidas, las únicas versiones oficiales son las publicaciones que hacen algunos funcionarios públicos en redes sociales o las ocasionales declaraciones que ofrecen a algunos medios de prensa, por ejemplo: el ministro de seguridad pública, Gustavo Villatoro, aseguró en una entrevista televisiva ofrecida en noviembre de 2022 que las muertes al interior de las cárceles eran una situación 'normal', argumentando que todas las muertes eran por causas naturales. Más adelante, en marzo de 2023, el jefe de la bancada oficialista, Christian Guevara, dijo que si bien las muertes al interior de las cárceles era asesinatos, estos eran producto de la violencia entre reos y aseguró que eso era prueba de los capturados no eran 'niños de kinder'.
Ingrid Escobar, directora del Socorro Jurídico Humanitario, asegura que Montaña ha aparecido con recurrencia en los casos a los que esa institución da seguimiento: “Nos lo describen como un hombre grande, corpulento al que todos le tienen miedo y que manda en Mariona”, aseguró. Al menos tres personas han mencionado su nombre entre los testimonios recopilados por esa organización y en los tres relatos aparece al frente de quienes cometen abusos en ese centro penal.
Montaña aparece también mencionado en el informe elaborado por la ONG Cristosal, titulado “Un año bajo el régimen de excepción: una medida permanente de represión y violaciones a los derechos humanos”, elaborado a partir de cientos de entrevistas a personas que fueron capturadas y que estuvieron recluidas entre marzo de 2022 y marzo de 2023.
Según el informe, Montaña amenazaba de muerte a los internos y participaba activamente en torturas contra los reos. Un joven de 20 años aseguró que un guarda al que llamaban Montaña les advertía constantemente: “Solo si tienen suerte saldrán con vida de aquí”. “Mientras estaban hincados les ponían descargas eléctricas”, dice el informe.
“Lo describen como un hombre moreno y ancho. Aparece ordenando torturas y amenazando con torturas. Hay un caso en el informe en el que claramente se destaca que él les dice a los internos que se van a morir. Y (personas que dieron su testimonio) vieron cuando él ordenó que golpearan a los demás” dice Zaira Navas, jefa jurídica de Cristosal y lo resume así: “Nos aparece perfilado como el que ordena y el que manda”.
El Faro también ha recopilado testimonios de personas que permanecieron meses al interior de prisiones en el marco del régimen de excepción y entre ellos el nombre de Montaña también es recurrente.
“El hombre al que le dicen Montaña es un hombre grande. Un hombre alto. Le digo que cada golpe que les pegaba era golpe de muerte que les pegaba, por eso es que se murió mucha gente… le decía a los muchachos: ‘aquí huele a rata y a mí me gusta matar a las ratas’. Desde la celda de nosotros sacaban a penquiarlos (golpearlos) y cuando llegaban a la celda llegaban de arrastradas, que no podían ni caminar y los cuidábamos hasta dos días para que se pudiera levantar”, relata un campesino de 50 años, del oriente del país, que pasó 13 meses recluido.
Otra persona dijo haber tenido su propia experiencia con Montaña: “Nos sacaron a una entrevista en el sector 5, ahí hay un custodio que le dicen Montaña, que él como que hace pesas, porque como que es gorila de cholo, fuerte, tamaños brazos y él anda una camisa negra manga larga alicrada que dice Montaña en letras blancas, grandes. El Montaña me recuerdo que llegó, se paró enfrente de mí y me dice: ¿de dónde sos? Y no le gustó quizá la respuesta que le di, pero era cierto lo que yo le estaba diciendo. Me agarró y me pegó siete pechadas y luego después de eso yo me levanté. El compañero no puede ayudarte porque si se mete a él también le cae. Me levanté, me paré de nuevo y se fue. Recuerdo que a otro compañero le preguntó de qué trabajaba y le dijo que era mecánico, estaba bien chamaco. Y le dijo: ¿Cómo se calibran las válvulas…? Y (el muchacho) no le contestó. Le pegó una pechada a ese, que era bien pechito, que lo mandó como cuatro metros. Él se encarga como de intimidarlo a uno”, recordó este hombre que pasó 11 meses detenido.
El comunicador Víctor Barahona, que estuvo detenido cerca de un año, se encontró con Montaña en Mariona: “Montaña es un chacal, es el jefe de los custodios. Le tenían miedo los compañeros, porque decían que él te mataba a leñazos y a él nadie le decía nada ahí. Todos los presos le tienen miedo a ese Montaña. Era un corpulento, como un físico culturista. Imagínate: un custodio delgado te pega y duele, imagínate ese”, recuerda.
Un jornalero de Ahuachapán, que fue capturado junto con su padre y su abuelo, recuerda a “un gordo, bien musculoso, que es el verdugo de ahí, que todos le dicen el Montaña. Es un custodio enojado a morir, él no está en ningún sector, anda diferente, anda como suéter negro y pantalón negro. Anda los chimbos de gas (lacrimógeno) grandes. Él pasa de un sector a otro. Siento que no es custodio, porque ellos se distinguen por el uniforme, pero él anda de negro todo. Ese era el más enojado de todos”. Este hombre atestiguó abusos sexuales cometidos por reos con condenas firmes contra personas capturadas en el marco del régimen de excepción. Asegura que los custodios de Mariona estaban al tanto de que ocurrían violaciones al interior de la cárcel y que no las detuvieron.
El miércoles 27 de septiembre, El Faro se comunicó con Montaña a través de su celular y este dijo que estaba dispuesto a ofrecer una entrevista a este periódico, pero que debía consultar con sus jefes.
-Hola don William. Hemos estado haciendo una cobertura sobre el régimen de excepción y en varios testimonios aparece mencionado usted bajo su indicativo penitenciario: Montaña… me gustaría saber si podemos platicar…
-¿Qué quisiera tratar con mi persona?
-Muchas personas que han pasado por centros penales recordaban el nombre de un custodio muy fornido al que apodaban Montaña. Dicen que usted ha sido agresivo con personas que estuvieron al interior de Mariona o que ha sido coordinador de custodios de los que se quejan de haber recibido vejámenes. Hemos escuchado bastantes testimonios en los que aparece su nombre, pero no publicamos nada sin ofrecer a la persona que vamos a mencionar la posibilidad de ofrecer su versión sobre las cosas.
-Recuerde que la mayoría que ha salido del régimen la mayoría son… Estos temas son bien complicados y con respecto de lo que usted menciona pueden ser privados de libertad dolidos por el régimen o el sistema. Yo tengo varios años de trabajar en penales, pero lo que le dicen a usted sí está complicado, igual no sé quién le está dando la información, no sé si es pandillero el que le está dando la información. Igual yo no podría darle esa información. Igual cuestiones legales, esos muchachos ¿por qué no proceden a poner demanda?…
-Esta es gente que ha sido liberada por el régimen tras comprobar que no tenían vínculos con pandillas. Igual es lo que nos ha dicho el ministro, que toda la gente que liberan es gente inocente.
-¿Y esto no es mejor hablarlo en persona?
- Por supuesto. Yo me muevo a donde me diga y puedo abundar en detalles de lo que han dicho estas personas. Creo lo mismo: es mejor hablar en persona.
-Lo que digan esas personas a mí no me interesa. Cualquiera que sea el privado de libertad… o sea, no me interesa lo que ellos digan de mí, hay miles de privados de libertad, de hecho ese es mi trabajo en centros penales. Yo los he defendido del acoso o las extorsiones que hacen los pandilleros al interior de centros penales… pero sí, me interesa conocerlo en persona a usted.
-Dígame qué día.
- Déjeme valorar la situación porque yo no me mando solo, tengo jefaturas y tengo que consultar si doy testimonio. Déjeme consultar con mi jefe. Yo soy libre de expresión según la ley, pero como son temas complicados y delicados y como ustedes son de El Faro… está complicado… Tengo mi propia perspectiva, no dependo de un comentario de un privado de libertad que está incómodo por cómo viven o no sé si se comportó mal en la prisión. No me afecta… Sé de leyes e igual estoy grabando la llamada. De mi parte con mucho gusto le doy la entrevista, para toda pregunta hay una respuesta, pues sí, sin tirarle hate (odio) al gobierno, como dicen, yo soy neutral yo sigo la justicia y la rectitud.
-Hay quienes dicen que los ha golpeado o que otros custodios lo hicieron bajo la autorización suya.
-Comprendo. Yo no puedo responder esas preguntas si no es con el conducto regular. Si mi jefe me dice 'dale', igual, pero quiero que comprenda que yo estoy bajo autoridad y que no me puedo disparar.
Luego de esa conversación se comprometió a dar una respuesta a la solicitud de entrevista dos días después. Sin embargo, el viernes 29, El Faro llamó a su celular y las llamadas eran cortadas luego de los primero timbres. También se le escribió a su Whatsapp, pero no se obtuvo respuesta.
Este periódico también se comunicó con Alejo Carbajal, jefe de comunicaciones de la DGCP, para pedir una reacción oficial, pero tampoco hubo respuesta.
El gobierno salvadoreño mantiene una narrativa triunfalista alrededor de los efectos del régimen de excepción, promocionando incluso el 'modelo Bukele' que consiguió desarticular a las pandillas y desestimando las múltiples acusaciones de torturas y de asesinatos al interior de las prisiones. En mayo de 2023, el presidente juramentó a Andrés Guzmán, un abogado colombiano experto en seguridad digital, como comisionado presidencial para los derechos humanos y libertad de expresión. Guzmán ha negado categóricamente que en las cárceles salvadoreñas se cometan abusos. El Faro entrevistó al comisionado en agosto de 2023 y durante la entrevista volvió a repetir que en El Salvador no hay torturas en las cárceles y respaldó sus afirmaciones diciendo que no existen denuncias formales ante la fiscalía controlada por el oficialismo. Sin embargo, en esa ocasión también admitió que no había entrevistado a ninguna persona que hubiera sido capturada durante el régimen de excepción.
Fe de errata: en la versión original de este artículo se atribuía, equivocadamente, las declaraciones del comunicador Víctor Barahona al profesor Alexander Eduvay.