La elección del ultraliberal, Javier Milei, como presidente argentino ha alborotado el entorno Bitcoin del mandatario salvadoreño, Nayib Bukele. Tras la elección de Milei el 19 de febrero de 2023, los bitcoiners transformados en burócratas de Bukele se abalanzaron para erigir a Milei como el nuevo rey anarcocapitalista. El primero en acercarse al presidente electo de Argentina fue el cabildero de Bukele y de la firma cripto Tether, Damian Merlo. Merlo con su firma DMM Consulting se unió al esfuerzo de Tether para influir en el debate de las criptomonedas en el congreso de Estados Unidos, tal como lo revelan documentos del Senado de ese país. Pero la gran oportunidad para Merlo fue convertirse representante de Milei en Estados Unidos en septiembre pasado en una alianza con el consultor Fernando Cerimedo, quien fuera asesor de Milei y del ex presidente ultraderechista de Brasil Jair Bolsonaro.
Esos vasos comunicantes entre Milei y Bukele despertaron esperanzas entre los cripto evangelistas de Bitfinex- empresa adscrita a Tether- que rodean al presidente. La fe era tan intensa que pasaron por alto que no hay nadie que ame a la moneda de Estados Unidos más que Milei, quien tiene poca vergüenza en desfilar con un dólar gigante con su cara impresa y que viaja a la nación norteamericana en un “viaje espiritual”.
El asesor de Bukele, Max Keiser, pidió permiso a Bukele para que el “equipo” Bitcoin de El Salvador invitara a Milei a San Salvador e intermediar en una reunión con Milei. Keiser ponía a Milei y Bukele al mismo nivel al retuitear una imagen de Milei manejando una bicicleta con Bukele a su espalda Al mismo tiempo, Bitfinex anunciaba el 21 de noviembre que abriría nuevas franquicias en Argentina, Colombia y Venezuela.
En noviembre de 24 de 2023, los bitcoiners en X (antes twitter) empezaron a percatarse de que su sueño en Argentina se estaba rompiendo. Milei desdeñó a las criptomonedas y aclaró que su prioridad es el dólar. Dos días después, Keiser canceló su viaje a Buenos Aires al asegurar que era mejor concentrarse en El Salvador. Después que el presidente electo de Argentina se reuniera con el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el 28 de noviembre, la esposa de Keiser, Stacy Herbert -también cripto evangelista de Bitfinex y asesora de Bukele- explotaba diciendo que Milei no era igual al mandatario salvadoreño, y que Bukele solo había uno.
La fractura en el corazón cripto de Bukele refleja las propias limitantes y deficiencias del modelo cripto salvadoreño basado en el marketing político y en el control del Estado. El “ecosistema cripto” enfrenta dos amenazas para su sobrevivencia. La primera son las limitantes de un país pobre como El Salvador, con pocos recursos naturales, cuyo máxima fuente de ingresos son las remesas y con una deuda que esta por alcanzar el 100% de su Producto Interno Bruto que es alrededor de $ 28,000 millones. Bukele ya extrajo todo lo que podía del Estado en una apuesta fallida que costó alrededor $400 millones de una economía que crece poquísimo.
La segunda es la amenaza de que las autoridades de Estados Unidos investiguen a Tether por lavado de dinero, de la misma forma con la que el Departamento de Justicia intervino la compañía de intercambio de criptomoneda más grande del mundo, Binance. Varias agencias estadounidenses multaron a Binance con $4 mil millones y acusaron a su CEO, Changpeng Zhao, de lavado de dinero. Esto ha disparado las alarmas en el mundo Tether. Tether, a través de su CEO Paolo Ardoino, ha reconocido colaborar con el Servicio Secreto de Estados Unidos y pronto prometió hacerlo con el Buró Federal de Investigación (FBI). Durante el anuncio de la intervención de Binance, la fiscal adjunta de los Estados Unidos, Lisa Monaco advirtió que los mercados internacionales operan en la intersección de la geopolítica y los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
Para cuidar sus espaldas, Bukele ha decido iniciar un diálogo con Washington y abrir a negociación su estrategia digital. El mandatario salvadoreño aspira a que el Fondo Monetario Internacional le dé un préstamos de $1.3 mil millones para mejorar su derruidas finanzas. A cambio, Washington le promete convertir al país en un hub tecnológico regional. En esta luna de miel entre la administración Biden y Bukele, está por verse si Bukele sacrificará a Keiser, Herbert y Bitfinex por Biden. Bukele sabe poco de lealtades.
Por esas dos amenazas, Milei representó una esperanza fugaz para los aliados de Bukele quienes tienen ambiciones geopolíticas. Merlo-quien gana $65 mil al mes por asesorar a Bukele – tomó ese riesgo tras trabajar para el gobierno de El Salvador y a Haiti. Keiser y Herbert se quedaron con las ganas de llevar su circo a Argentina. En comparación al salvadoreño, el mercado argentino es un océano. Argentina tiene una economía 17 veces más grande que El Salvador, posee la cuartas reservas de petróleo en el mundo y es una potencias en exportación de productos agrícolas. Los 45 millones de argentinas tiene un ingreso per cápita de $10 mil dólares, más del doble que el de los más de 5 millones de salvadoreños.
Conversé con Rodolfo Andragnes- presidente la Asociación Bitcoin Argentina y organizador de la Conferencia Latinoaméricana del Bitcoin y Blockchain (LABITCONF) que se celebró en San Salvador en 2021- quien tiene una visión más realista de Milei. Andragnes me dijo que no había certezas con Milei pero que esperaba que el presidente electo de Argentina podía aspirar a una libre competencia de monedas, pero que no creía implantaría exenciones fiscales como en El Salvador.
Para ser sinceros, Milei nunca prometió legalizar las criptomonedas, todo lo contrario, su apuesta era: dolarizar. Tampoco el argentino prometió acercarse a Bukele, ni creo que le haga falta. El centro de su política exterior será Estados Unidos. El director de asuntos electorales de ARENA, Cesar Reyes me dijo que su partido ha tenido acercamientos con líderes de La Libertad Avanza, la coalición política de Milei y que Bukele es un heredero del comunismo. El mandatario se ha colocado como el hijo ilegítimo de la derecha regional por su nacimiento en la izquierda salvadoreña.
El sueño de Bukele de construir una “Suiza cripto en el corazón de Centroamérica”- como los describen Ben Mckenzie and Jacob Silverman en Easy Money- parece haberse transformado en una perfecta metáfora del limbo en el que vive el mundo de las criptomonedas, entre legalidad e ilegalidad, entre realidad y ficción, entre religión y economía.
El periodista de Bloomberg, Zeke Faux, asegura la adopción de Bitcoin en El Salvador como una “historia inventada.” Para Faux el Bitcoin en El Salvador nunca existió, porque, pese a ser legal, solo los creyentes del culto cripto la utilizan. El resto de la gente le huye a la moneda apócrifa. Faux narra cuando quiso pagar con Bitcoin una botella de agua en El Zonte -conocido por Bukele como Bitcoin Beach- el dueño de la tienda le quitó la botella pare responderle “basura.” El Salvador como la capital cripto es una fabricación que se cae a pedazos. Ahora que el espectro de Milei raja el entorno de Bukele, los religiosos del Bitcoin buscarán un nuevo espejismo a donde saltar. Bukele sigue siendo su Mesías, pero no sabemos por cuánto tiempo.
*Ricardo J. Valencia es profesor asistente de comunicación de la Universidad Estatal de California, Fullerton. Twitter: @ricardovalp.