Las principales pandillas de El Salvador emitieron un nuevo comunicado conjunto en el que mencionan por primera vez la tregua como un proceso de negociación con el “Ejecutivo”. El comunicado está fechado el sábado 28 de mayo y es firmado por la Mara Salvatrucha y las facciones Sureños y Revolucionarios del Barrio 18.
A lo largo del texto –de dos páginas- las pandillas vuelven a responsabilizar al gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén de permitir que los cuerpos de seguridad realicen masacres y violaciones de derechos humanos y finalmente advierten a policías y soldados que el gobierno les traicionará como las traicionó a ellas al terminar la tregua.
“No piensen que los crímenes de lesa humanidad no los pagarán (…) ustedes son pobres al igual que nosotros, por eso cuando toque pagar por todo eso, ustedes lo pagarán, no sus jefes o ministros o todos aquellos que están detrás de todas las órdenes, si no nos creen pregúntenle a los 21 que están detenidos por la tregua. El Ejecutivo negoció y los pobres están pagando en la cárcel…”, dicen, en la primera ocasión en que admiten públicamente que tuvieron negociaciones con el gobierno del presidente Mauricio Funes (2009-2014).
Tanto el gobierno de Funes como los mediadores del proceso y las mismas pandillas han sostenido en repetidas ocasiones que la tregua no consistió en un proceso de negociación con el gobierno, sino que este simplemente ofreció “facilidades” para que las pandillas negociaran entre ellas. Del documento también se deduce otra información: las tres pandillas, que mantienen una rivalidad mortal, han conseguido sostener desde que dio inicio la tregua –hace 5 años- espacios de comunicación y coordinación entre sus cúpulas.
El Faro corroboró con voceros de las tres organizaciones la autenticidad del texto, en el que las pandillas insisten en disputarle al gobierno el mérito de haber conseguido una reducción de asesinatos del 50 % desde el inicio de año.