El FMLN celebró su Convención Nacional este domingo, en la que revivió un mecanismo para elegir autoridades, pues tal posibilidad había sido suprimida desde 2006. Con la reforma a 6 artículos y la inserción de otros 5 a los estatutos del partido, la dirección efemelenista consiguió, sin ninguna voz disidente, que la próxima dirigencia dure cinco años en sus cargos, con lo que se abre la posibilidad de que el próximo año se produzca escasa renovación.
El partido de izquierdas tiene previsto renovar cúpula en 2010, y algunos de sus dirigentes más poderosos, como José Luis Merino, ya han dicho que les complace el desempeño del coordinador general, Medardo González, como para pensar en que vuelva a ser propuesto para el cargo.
Entre los convencionistas, que levantaban la mano como autómatas para aprobar todas las propuestas, destacaba el alcalde de Santa Tecla, Óscar Ortiz, quien ni se opuso ni apoyó. Cuando llegó el momento de dar el visto bueno a las reformas estatutarias, todas las manos parecían levantadas en medio de caras sonrientes, excepto los brazos de Ortiz, amarrados entre sí, coronados por una cara larga. Antes de que la Convención terminara, Ortiz había desaparecido de su asiento.
La reforma estatutaria también dejará la atribución de elegir autoridades solo entre una parte de los miembros del partido, pues aquellos que solo tengan carácter de afiliados, no podrán expresar con voto su opinión. Solo la militancia, a la que se le exige cierto nivel de participación regular en los asuntos del partido, podrá incorporarse al proceso.
Estas reformas implican que cuando el partido deba de buscar a su candidato presidencial para los comicios de 2014, serán las autoridades elegidas en 2010 las que conduzcan ese proceso. Esto cobra gran relevancia porque el coordinador general ya dijo en una entrevista con El Faro que su interés es que esa persona sea un militante efemelenista, a diferencia del candidato que llevaron este año, Mauricio Funes.
Durante la reunión, los convencionistas quisieron que todo fuera expedito. Norma Guevara, miembro de la Comisión Política del partido, los a prueba: “Vamos a ir leyendo uno a uno los artículos, para ver...”, decía, cuando fue interrumpida por la multitud, congregada en el Centro de Ferias y Convenciones, en San Salvador. Ella esperaba que la reforma se avalara leyendo una a una cada parte modificada, pero los convencionistas estaban impacientes. '¡Nooooo! ¡Noooooooo! ¡De un solo!', dijeron en coro. “¡No es necesario, estamos unidos!”
Con sonrisas en sus caras, los dirigentes que estaban en la tarima principal aprobaron saltarse el trámite y sometieron a votación a mano alzada de los convencionistas la aprobación del nuevo mecanismo de elecciones internas que restringe las votaciones a solo militantes y alarga el mandato a cinco años, en lugar de los dos que existían antes. Este período sería válido tanto para autoridades nacionales como para dirigentes locales.
La reforma establece la votación secreta, pero selectiva. Es decir, un sistema que funciona por delegación. Por ejemplo, desde el sector más ambio del partido, los cómites de base, integrados por militantes activos, elegirán delegados para una Convención Municipal. De esta Convención Municipal saldrán una directiva municipal y delegados para formar la Convención Departamental y delegados nacionales. La Convención Departamental tendrá delegados nacionales y departamentales que podrán votar para elegir Convención Nacional, que tendría cerca de 800 militantes. Estos serían los que al final podrían votar para elegir a la máxima autoridad del partido después de la Convención Nacional, que es el Consejo Nacional.
El Consejo Nacional, que entre otras funciones tiene la potestad de aprobar propuestas de reforma a los estatutos que se someten a consideración de los convencionistas, estará formada por 80 dirigentes. Otra función crucial del Consejo es de entre sus miembros elegir al coordinador general del partido, al coordinador adjunto, y al máximo organismo de dirección permante, que es la Comisión Política. La Comisión Política estará formada por 18 personas, aparte de los coordinadores nacionales.
La importancia de la Comisión Política radica en que tiene la iniciativa de presentar propuestas de reformas estatutarias al Consejo Nacional y que conduce la línea del partido.
Dentro de ese mecanismo nuevo de elección de autoridades está incluido el otro cambio relevante, que es el que elimina la posibilidad de que todos los miembros del FMLN puedan decidir quiénes los dirigen. “La diferencia de esta reforma y de estas elecciones que pretendemos aprobar, con respecto a los ejercicios eleccionarios anteriores, es que serían los militantes del partido los que participarían y no, en general, los afiliados”, dijo al periódico CoLatino un día antes el coordinador general del FMLN, Medardo González.
Cuando el partido cambie autoridades en 2010, el proceso electoral estará a cargo de un organismo que deberá ser nombrado por el actual Consejo Nacional, que es un grupo dominado por el sector que durante 12 años de pugnas logró, finalmente, purgar a los que en su momento fueron conocidos como renovadores y reformistas.
Con las reformas aprobadas y con 530 convencionistas que parecían convencidos de que las autoridades han llevado por buen rumbo el partido, la congregación coreó y gritó consignas en memoria del fallecido Schafik Hándal, hurras para Cuba y Fidel Castro y calló ante el anuncio del coordinador general de que el presidente Mauricio Funes había enviado una nota para excusarse de llegar.
Para rescatar la ausencia de Funes, González saludó y subrayó la presencia de los miembros del gabinete de gobierno que asistieron: Manuel Melgar, ministro de Seguridad; María Isabel Rodríguez, de Salud; Hugo Martínez, de Relaciones Exteriores; Humberto Centeno, de Gobernación, y Gerson Martínez, de Obras Públicas.
