Imágenes de delincuencia-asentamientos
Ricardo Valencia
Cuéntenos una anécdota que le haya impactado sobre el tema de seguridad en los asentamientos precarios urbanos.
Aída Santos, presidenta del Consejo de Seguridad Pública
A mí me impresionaron cinco rescates donde las madres habían ido a lanzar a sus hijos a fosas sépticas. Soy una persona asquerosa, pero cuando oí el llanto de los niños en el fondo de la fosa séptica no me importó lo que podía encontrar y empezamos a picar para encontrar a los niños. Eso fue cuando trabajé en la institución protectora de la infancia. Cada vez que pasaba eso le quitaba la cobija a mis hijos porque esas cobijas servían para que los niños, después de bañados, los pudiéramos vestir. Eso me marcó en mi vida profesional.
Adilio Carrillo, director Regional de la Coalición Centroamericana para la Prevención de la Violencia Juvenil (CCPVJ)
He conocido casos en los asentamientos precarios de jóvenes que son sorprendidos en delitos de robo que fueron llevados al lugar de internamiento. El punto es que estos jóvenes se traumatizan porque al regresar a las escuelas son estigmatizados y puestos en vergüenza. Para evitar eso, muchos de estos menores ya no regresan a la escuela. A veces no hay forma de reintegrar a los niños a su aula, y el asunto se vuelve contraproducente.
Hay algo que me impactó mucho: en las comunidades uno sabe que en su zona no le pasa nada. Una vez, un muchacho de la comunidad se subió a robar con una punta a un bus. Una persona le dijo al ladrón que por favor no le robara porque era pobre. Entonces todos los hombres se pararon y le quitaron el arma al muchacho y se lo llevaron a la policía. Me sorprendió la reacción de la gente. Una señora le decía al ladrón que en mal lugar se subió al bus. La población está cambiando y en vez de tenerle miedo a la delincuencia, se le enfrenta sin armas.