Tucson declara guerra a la ley antiinmigrante de Arizona
AP
Tucson, junio 2. La ciudad de Tucson se ha unido a una demanda interpuesta por uno de sus agentes de policía para bloquear una nueva y estricta ley de inmigración en Arizona, su propio estado.
La decisión de las autoridades de la ciudad acuerpan la demanda que fue presentada a finales de abril en la corte distrital en Tucson por el agente de policía de la ciudad Martín Escobar.
El policía asegura en los documentos que la nueva ley viola varios derechos constitucionales, podría perjudicar investigaciones policiales e infringe la ley federal porque la policía de Tucson y la ciudad no tienen autoridad para realizar asuntos relacionados con inmigración.
El canal de televisión KGUN-TV reportó que la demanda pide a la corte federal que intervenga para frenar la implementación de la ley el día 29 de julio.
La nueva legislación requiere que la Policía verifique el estado migratorio de las personas si los agentes encuentran "sospechas razonables" de que esa gente puede estar indocumentada en Estados Unidos.
El condado de Los Ángeles también aprobó el martes boicotear al estado de Arizona en protesta por la ley de inmigración.
La entidad votó 3-2 en favor de prohibir negociar con empresas con sedes en el estado vecino y revisar contratos similares que podrían ser cancelados. El condado tiene en su haber este año más de 26 millones de dólares en contratos con compañías de Arizona.
"Como supervisora del condado de Los Angeles, he jurado hacer cumplir la Constitución. Todo lo que puedo decir es que creo que la ley de Arizona es anticonstitucional", dijo la supervisora Gloria Molina.
Ya antes, la ciudad de Los Ángeles había decidido promover un boicot contra Arizona, y Arizona estudia la posibilidad de responder en términos similares a la ciudad angelina.
La normativa, firmada en abril por la gobernadora Jan Brewer, ha encontrado innumerables detractores, incluido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuyo gobierno está estudiando la posibilidad de objetarla formalmente.
Brewer, del Partido Republicano, va a elecciones este año en busca de la reelección, pero esta semana se encontró con un escándalo político después de que en una entrevista publicada el martes dijo que su padre había muerto combatiendo al régimen nazi de Alemania.
Políticos del Partido Demócrata aprovecharon la ocasión para hacer ver que en tres entrevistas previas, Brewer había explicado que su padre murió en 1950, cinco años después del régimen de Hitler, y que murió en Estados Unidos, trabajando en unas instalaciones de las fuerzas armadas.
Los demócratas dicen que con esas declaraciones Brewer intentó construirse una imagen amable ante los potenciales electores, dado que en la coyuntura de la ley antiinmigrantes ha sido acusada de racista y de ser neonazi.