Después de la segunda reunión de la Junta Directiva bajo la presidencia del FMLN, el diputado Sigfrido Reyes dio este miércoles una conferencia de prensa en la que aseguró que junto con los jefes de las diferentes bancadas legislativas decidieron que cada partido revisará el personal que tiene contratado para evaluar un posible recorte. Sin embargo, el presidente de la Asamblea explicó que cada partido establecerá los criterios para evaluar quién es indispensable y quién no.
La discusión sobre la cantidad de personal que tienen las bancadas de los partidos políticos surgió después de que la semana pasada el mismo Reyes revelara que cada diputado tiene a su disposición, como mínimo, 13 empleados. El acuerdo entre las bancadas consistió en que cada legislador tiene derecho a un monto de 12 mil dólares para emplear personal, aunque hay fuentes del parlamento que aseguran que ese monto en realidad se supera.
En medio de las revelaciones, también se destapó que un 68% de las plazas del Órgano Legislativo están distribuidas entre los diferentes partidos políticos, son personal reclutado por los partidos, lo que significa que anualmente se pagan más de 12 millones de dólares en salarios dirigidos a empleados contratados por elección de las fracciones.
Como respuesta al escándalo, el nuevo presidente de la Asamblea Legislativa dijo que pediría un informe sobre las plazas que tiene la institución y los salarios que devengan. Hasta este miércoles todavía no tenía ese informe, pero dijo que ya se había dado un gran avance en el de la racionalización del presupuesto: cada partido decidirá los criterios para establecer si quita a alguien o no.
A pesar de que los partidos son los que han contratado tanta gente y dan sueldos muy por encima de los promedios de país -como el de un motorista que gana más de mil 500 dólares-, Reyes dijo confiar en que los jefes de cada bancada que son los que han llenado de gente la Asamblea Legislativa, tendrán un criterio de austeridad a la hora de evaluar el personal que tienen que recortar. En la reunión, los diputados solo acordaron evaluar el personal que cada bancada tiene y no eliminar personal de la planilla, por lo que un partido podría decir que, bajo sus criterios, todo el personal que utilizan es indispensable para realizar sus labores y no disminuir sus gastos.
“Los jefes son responsables y serios y ellos van a hacer la readecuación en base a su mejor criterio que será un criterio de mucha responsabilidad y de mucha consecuencia con los intereses de la Asamblea y el país”, dijo Reyes, quien alegó que esta labor cae en las manos de cada partido porque ellos son los que conocen mejor al personal que tienen y por lo tanto pueden tomar una mejor decisión. “Ellos conocen su personal y podrán decidir quien es esencial para que su grupo funcione de manera eficaz”, dijo.
Días antes de su juramentación, Reyes le aseguró en una entrevista a El Faro que él se comprometía a que la Asamblea Legislativa no tuviera nada que ocultar y aseguró que otra de sus promesas sería poner el ejemplo de aplicación de la Ley de Acceso a la Información Pública. 'Uno de mis compromisos es que esa ley se aplique y qué mejor ejemplo que empezar aplicándola en casa', comentó.
Entre las interrogantes que surgieron la semana pasada sobre los sueldos del personal del órgano legislativo está la de los honorarios del jefe de protocolo, Eduardo Cálix, quien resultó ser el empleado mejor pagado en la Asamblea, superado solo por el presidente del parlamento. Según la Ley de Salarios, Cálix recibe, entre sueldo regular y un sobresueldo de 1 mil 706.75 dólares, un total de 5 mil 604.16 dólares mensuales.
A pesar de que estas cifras están detalladas en la Ley de Salarios, Cálix dijo que él no tiene asignado un sobresueldo y que solo recibe 3 mil 897.41 dólares mensuales. Ante estas declaraciones, algunos directicvos le dijeron a El Faro que Cálix sí recibe este sobresueldo y que considerarían eliminárselo.
Esta tarde, el presidente de la Asamblea dijo que el jefe de protocolo también le había dicho que nunca había recibido el sobresueldo que aparece en la Ley y dijo que su compromiso era eliminar sobresueldos que no tengan razón de ser. Cuando se le preguntó si eran los directivos o Cálix quien mentía, evitó responder diciendo que todavía hay que investigar si ese dinero fue depositado en la cuenta del funcionario o no. En la misma conferencia, Reyes dijo que el tema del sobresueldo del jefe de protocolo ya se había discutido en Junta Directiva y que esta lo autorizó a tomar una decisión al respecto.
Entre los más de mil 600 empleados de la Asamblea, un poco más de 500 son personal contratado por la institución. Dado que Reyes reconoció la semana pasada que hay un exceso de personal, la cúpula legislativa discute la posibilidad de emitir un decreto que mediante el anzuelo de recibir miles de dólares en compensación, persuada a algunos empleados de renunciar a sus puestos.
Este proyecto de decreto de retiro voluntario pasará a estudio de una subcomisión que estará integrada por algunos jefes de bancada con el fin de que estudie el texto y haga una propuesta definitiva. Reyes anunció que espera que este decreto, el cual permitiría el retiro voluntario de entre 75 y 100 empleados, sea aprobado en el pleno la próxima semana.