-Entonces ahi me avisan cuándo quieren que la agende.
Cuando el presidente de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, Guillermo Ávila Qüehl, dijo estas palabras la reunión ya casi terminaba y la discusión ya empezaba a dar vueltas. Las cartas ya estaban sobre la mesa y el debate sobre la Ley de Acceso a la Información Pública quedó relegado para otro momento porque Gana, que ha tenido cinco semanas para estudiar las objeciones del presidente Mauricio Funes a la normativa, dijo que necesita al menos otras dos para fijar posición.
Al FMLN, que había venido pidiendo postergaciones para tomar su propia decisión, la incapacidad de Gana para posicionarse pareció caerle de maravilla y de inmediato apoyó esperar un par de semanas adicionales 'para consensuar'.
El 7 de enero llegaron a la Asamblea las observaciones que el presidente de la República hacía con respecto a la Ley aprobada en diciembre de 2010. Después de cinco semanas -incluidas dos prórrogas a la discusión pedidas por el FMLN y la sesión para escuchar al subsecretario de Transparencia en la comisión-, los diputados de Gana solicitaron de dos a tres semanas más para surgir con una propuesta propia.
Durante la reunión el diputado de Gana Erick Mira solicitó más tiempo para estudiar las observaciones sobre los reglamentos que tienen que realizarse después de la entrada en vigencia de la ley. El diputado Guillermo Gallegos fue quien más o menos dimensionó el tiempo requerido. “Nosotros trataríamos de tener una propuesta en dos o tres semanas”, dijo Gallegos a la prensa en los pasillos, mientras en la comisión seguía la discusión. Además de que Gana pidiera prórroga para estudiar las observaciones, el FMLN también dijo que necesita tiempo para consensuar con los demás partidos para que estos acepten su propuesta.
La petición de Gana fue aceptada por el FMLN y PCN, pero Arena expresó su descontento con otra postergación de la discusión y Ávila Qüehl criticó que el diputado Gallegos le había dicho al subsercretario de Transparencia que tenían los votos de su bancada para aprobar el año de prórroga.
Durante la reunión, el diputado Ávila Qüehl expresó que entre Arena y el FMLN ya habían acordado que la ley entrará en vigencia 30 días después de su publicación en el Diario Oficial, pero que su partido todavía difería con dos de los ocho plazos que observó el presidente.
El presidente propone que la información oficiosa se publique 365 días después de la entrada en vigencia de la ley, en vez de 180 días, como se aprobó en diciembre. Esta observación ya fue aceptada por el FMLN, pero Arena puso en la mesa otra opción: llegar a un intermedio con 210 días, mismo plazo que se daría para permitir la solicitud de información de ciudadanos. Sin embargo, la diputada efemelenista Margarita Velado expresó que la bancada de izquierda no está dispuesta a aceptar estos términos.
Después de la reunión, el diputado Mario Valiente comentó que el fin de retrasar la discusión es retrasar la aprobación de la ley. Arena dijo desde cuando el presidente hizo sus observaciones, que el propósito de Funes es que la ley no lo olvide a dar información durante su gobierno o si acaso solo en los últimos meses de su quinquenio.
La petición de Gana de que se le conceda dos o tres semanas para fijar posición significa que en cinco semanas no ha podido decidir qué piensa de las observaciones presidenciales. En este mismo lapso, el FMLN pasó de defender el decreto del 2 de diciembre pasado a aceptar las objeciones del mandatario.
Mientras Valiente hablaba con los periodistas, el diputado del FMLN Benito Lara pasó de largo, solo para regresar ante el llamado de Valiente quien en son de broma le dijo “Ya vi que Funes es quien manda en el partido”. Ante la broma, Lara solo soltó un par de carcajadas y retomó su camino.
