La población refugiada en más de 560 albergues debido a las lluvias de los últimos 10 días equivale ya a casi un tercio de todos los habitantes del departamento de San Vicente, según los últimos datos de las consecuencias del temporal revelados este miércoles por Protección Civil.
Hay 48,723 personas distribuidas en 566 albergues después de que la noche del martes las autoridades evacuaran a centenares de pobladores del municipio de Comasagua, en La Libertad, por la amenaza de que deslizamientos de tierra sepultaran sus casas y ante la formación de grandes corrientes de agua superficiales en varios caseríos rurales. Otras 3,873 también habían dejado sus lugares de habitación pero habían acudido a casas de parientes o amigos o simplemente aún no obtenían refugio.
A los perjuicios directos sobre las personas se sumaban los daños a la infraestructura y al sector agropecuario. La carretera que lleva de San Salvador hacia el occidente del país estaba cerrada por el riesgo de derrumbes en la zona de Los Chorros, y la que conduce de la capital hacia Soyapango conocida como 'Agua Caliente', también estaba cerrada preventivamente, dijo el secretario presidencial para asuntos de vulnerabilidad, Jorge Meléndez.
Aunque las perspectivas del tiempo apuntan a una gradual mejoría gracias a que esta noche llegará un frente frío con provisión de aire seco, el Servicio Nacional de Estudios Territoriales prevé un miércoles muy copioso antes de que la humedad comience a disiparse.
'No hay que confiarse, este será un día muy complicado', advirtió el ministro del Ambiente, Herman Rosa Chávez.
Aunque las lluvias fueron mínimas el martes, desde la madrugada de este miércoles las precipitaciones se incrementaron, con intensidad mayor en Ahuachapán, donde el río Paz volvió a desbordarse. Por la tarde y en camino hacia la noche, las lluvias serían más intensas en la zona costera y en la zona oriental, dijo el ministro.
Ante el riesgo de deslizamientos de tierra en las laderas montañosas, las autoridades han evacuado colonias enteras, como Pinares de Suiza, en Santa Tecla, o Montebello, en Mejicanos.
Para atender la emergencia, el gobierno, ya con las manos sueltas gracias a un decreto ejecutivo de declaratoria de emergencia y a uno legislativo que nominó al país entero en estado de calamidad pública, acordó un fondo de 5 millones de dólares en el que la mayor tajada la tendrá la Secretaría de Inclusión Social, a la que se ha encargado la atención de las necesidades básicas de los refugios.
Hasta el martes, la población refugiada era de 32,000 personas, es decir, una cantidad equivalente a la población del municipio de Antiguo Cuscatlán. Los 16,000 adicionales que se cuentan este miércoles aproximaron la cifra a la población total del municipio de San Martín.
Gracias al fondo de emergencia, el Ministerio de Obras Públicas tendrá dinero extra para poder abrir vías bloqueadas por derrumbes y crear vados en ríos donde los puentes colapsaron. Hasta este miércoles Protección Civil cuenta cinco puentes destruidos por las correntadas en todo el país y otros 15 dañados.
El fondo de emergencia también permitirá proveer recursos al Ministerio de Defensa para que ejecute las operaciones de rescate y de transporte de ayuda.
Las autoridades informaron que las clases se mantienen suspendidas en todo El Salvador. Muchos de los 566 albergues están ubicados en instalaciones de centros escolares públicos.
Algunos medios de comunicación han reportado la muerte de 38 personas desde el lunes de la semana pasada debido a las lluvias, pero Jorge Meléndez dijo que Protección Civil sigue considerando que son 32 los fallecimientos.
El mismo fenómeno climatológico que ha golpeado a El Salvador causó daños en Guatemala y Honduras. En Guatemala causó al menos 38 muertos y en Honduras 14, según las cifras oficiales en ambas naciones.
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