Faltan menos de cuatro meses para la elección presidencial de 2014 y la campaña no tiene la tensión y el ritmo de anteriores contiendas. No solo parece imposible que se produzca el ansiado debate entre candidatos, sino que Salvador Sánchez Cerén, Norman Quijano y Antonio Saca parecen decididos a confrontar únicamente a traves de sus spots y prácticamente han eliminado de sus discursos públicos las críticas a la gestión o las propuestas de sus oponentes. Por el lado positivo, hasta hoy hay pocas zancadillas y la tradicional campaña sucia no satura la televisión y la radio. Por el triste, la discusión sobre los principales asuntos nacionales —seguridad, economía, salud, cultura, medioambiente...— se ha encasillado en promesas vacías. Tal vez porque los tres candidatos temen airear sus errores pasados —o los de sus partidos— en esta campaña faltan propuestas y cruce de opiniones sobre esas propuestas.
Creemos que los ciudadanos debemos exigir una campaña con más contenido e impulsar el debate entre posturas y sectores. Y para lanzar la primera piedra, periodistas de nuestra redacción responden a algunas preguntas esenciales para comprender un momento político sin precedentes en la historia política del país. Les ofrecemos las opiniones y el análisis de Carlos Martínez, Sergio Arauz, José Luis Sanz, Gabriel Labrador, Élmer Menjívar, Mauro Arias, Efren Lemus y también de nuestro director, Carlos Dada.
Por primera vez, en las encuestas aparecen con posibilidades de victoria no dos sino tres contendientes. La candidatura de Antonio Saca, presidente entre 2004 y 2009 por el partido Arena, y ahora inscrito en el histórico PCN —remanente de los gobiernos militares de los años 70— para competir por una coalición bajo el nombre de Unidad, ha alterado de forma sustancial el pulso bipartidista que definió las últimas dos décadas. ¿Qué ha permitido la irrupción de un tercer actor en una mesa para dos que parecía inalterable? ¿Se ha roto para siempre el duopolio de Arena y el FMLN? ¿O la candidatura del expresidente es flor de un día?
Además, por primera vez los tres candidatos a la presidencia tienen experiencia previa en cargos públicos y compiten en nombre de partidos que ya han ocupado el Ejecutivo. Ninguna de las candidaturas puede decir que no tuvo antes oportunidad de hacer cambios. Nadie puede prometer milagros sin responder antes por lo que su partido o él mismo hicieron o no cumplieron desde el Ejecutivo. ¿Quién encarna entonces el cambio y la mejora que la población siempre desea? ¿Quién ganará? ¿Y cómo cambiará o no el resultado el mapa político partidario del país?
Les invitamos a leernos y también a cuestionarnos. Y a cuestionarse a sí mismos. En esta entrega también salimos a las calles a grabar las opiniones de algunos de ustedes, ciudadanos, opinadores, votantes. Les proponemos escuchar. Y hablar.
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