El pasado domingo terminó el plazo para que todo aquel que quiera competir bajo la bandera de Arena por un cargo público en marzo de 2015, se inscribiera en la nómina de precandidatos del principal partido opositor, que intentará recuperar en la próxima legislatura los escaños que había obtenido en 2012 y que perdió a los pocos meses con la fuga de cinco legisladores tránsfugas. Quedaron inscritos 265 precandidatos para dirigir 262 alcaldías, a quienes hay que sumar los 116 alcaldes areneros en funciones, que tienen la ventaja de que podrían ser declarados candidatos fijos si resultan bien evaluados internamente. Para disputar los 84 escaños legislativos se inscribieron 145 personas, que deben esperar también la evaluación que el partido haga de los 28 legisladores actuales para saber cuántas candidaturas en realidad estarán en disputa.
En 2015 los salvadoreños también elegirán una nueva bancada al Parlamento Centroamericano, que ofrece 20 plazas para cada Estado parte, y hay 24 personas inscritas en las listas de Arena.
Entre toda esta masa de participantes que buscan afianzar una candidatura hay nueve que son dirigentes del partido Arena, y entre ellos hay seis que además ya ostentan una diputación o una alcaldía. Son nueve miembros del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena) o de la Comisión Política (CP), o ambas, y, según confirmó este lunes el vicepresidente del partido, Ernesto Muyshondt, por ahora no se le ha exigido a ningún dirigente que busca candidatura que abandone su cargo mientras el partido define quiénes serán los contendientes oficiales que competirán por un cargo público en marzo de 2015.
La decisión de nueve dirigentes nacionales de competir en 2015 contrasta con los discursos de apertura y de traslado de poder a las bases areneras que surgieron tras la derrota en la presidencial de marzo. Arena montó un congreso para que este definiera los ajustes que el partido debería hacer para tratar de recomponerse tras su segunda derrota consecutiva en elecciones presidenciales, y tras su segunda experiencia consecutiva en que tras unas elecciones para diputados (marzo de 2012) obtiene la planilla más numerosa de la Asamblea solo para terminar perdiéndola víctima del transfuguismo.
Que los dirigentes nacionales sean candidatos los pone en la situación ventajosa de ser parte del grupo de areneros que han diseñado las reglas del juego y que toman y tomarán decisiones internas vinculadas a, entre otras cosas, las candidaturas de 2015.
Jorge Velado, el presidente de Arena, no aclaró si sus compañeros dirigentes del partido abandonarán sus cargos para someterse a un reglamento de competencia que el Coena y la CP aprobaron a principios del mes pasado. En un primer momento, admitió que la situación acarrea un conflicto de intereses para los conductores del partido que a la vez quieren una candidatura. “Todos los miembros del Coena han manifestado abiertamente su intención de salir, depositar su cargo mientras el proceso se está llevando a cabo para no tener un conflicto de intereses, específicamente en (las zonas geográficas) que le corresponde a cada uno”, dijo el presidente de Arena, en rueda de prensa.
El Faro pidió a Velado que explicara si eso significaba que los dirigentes que son también precandidatos abandonarían en algún momento su puesto de autoridad en el tiempo que dure el proceso de selección, pero Velado no respondió ni sí ni no, y se limitó a mencionar lo que tendrán prohibido estos dirigentes. 'Estas personas no van a participar del proceso en sí. Los miembros del Coena no pueden participar de la evaluación de las personas que quieran ser candidatos; un director departamental no va a poder participar en la evaluación de los candidatos de su departamento o de su municipio, y tampoco un director municipal. Se apartan hasta que quedan elegidos los candidatos y después ya pueden hacer su trabajo”, dijo Velado.
Pero el vicepresidente de ideología Ernesto Muyshondt sí dejó claro que no existe ninguna decisión de ese tipo. Muyshondt está inscrito para buscar una diputación por San Salvador y dijo que cada dirigente tomará la decisión con base en su criterio personal, porque el partido no ha establecido nada. En su caso, dijo que lo meditaría, pero hasta cuando sepa si resulta elegido o no. “Si tengo la dicha de que me seleccionen como candidato a diputado por San Salvador, en ese momento tomaré la decisión, con base a lo que más le beneficie al partido y a la candidatura. Es una decisión personal de cada quién, no ha quedado establecido por ahora”, dijo Muyshondt.
En resumen, ni ahora que el proceso de selección de candidatos está en marcha ni cuando queden elegidos, los dirigentes se verán obligados de abandonar su puesto privilegiado en la cúpula.
La diputada Margarita Escobar, y los diputados Orlando Cabrera Candray, Roberto d'Aubuisson, y Donato Vaquerano son legisladores propietarios de la Asamblea Legislativa pero también pertenecen a la máxima dirigencia de Arena, el Consejo Ejecutivo Nacional (Coena). En el caso de Escobar y Vaquerano, también forman parte de la CP que fue creada hace año y medio para hacer contrapeso al Coena. La diputada suplente Marta Evelyn Batres también es miembro de la CP. Todos ellos están inscritos como precandidatos a diputados e intentarán afianzar una curul en marzo de 2015 a excepción de D'Aubuisson, quien busca la alcaldía de Santa Tecla.
Otros dirigentes del Coena como Óscar Santamaría y Ernesto Muyshondt no ostentan ningún cargo público pero ya se inscribieron como precandidatos para el departamento de San Salvador. Asimismo, la alcaldesa de Antiguo Cuscatlán, Milagro Navas, es directora de asuntos municipales del Coena y presidenta de la Corporación de Municipalidades de El Salvador (Comures) y buscará la reelección en 2015.
Amalia Espinal, directora de uno de los ocho sectores de Arena -el de salvadoreños en el exterior- es también dirigente en la CP y también se inscribió como precandidata a diputada por San Salvador.
Quizás previendo un panorama en el que los dirigentes del partido serían contendientes al mismo tiempo, hace un mes, el Coena y la CP nombraron un árbitro interno, la Comisión Electoral Nacional (CEN), para que definiera quiénes ocuparán las 84 candidaturas para diputados en la Asamblea Legislativa, los 20 espacios en el Parlacen y las 262 alcaldías del país. La CEN parece ser la coartada perfecta para que cualquier dirigente se exima de responsabilidad sobre el proceso de selección de los candidatos. No obstante, la integración de la CEN es un elemento que objeta su imparcialidad, pues quedó integrada por más dirigentes, entre ellos el propio Velado; también está el director de asuntos electorales y jurídicos, Juan José Guerrero; y la directora de afiliación y estadística, Leonie Bicard de Valdez.
Arena, según el reglamento aprobado por el Coena y la CP, debe tener elegidos a todos sus contendientes al finalizar julio. Los que ya ostentan un cargo público pasarán por una evaluación de desempeño y, de aprobarla, obtendrían el aval para buscar la reelección. Velado enfatizó que un elemento primordial que tomarán en cuenta es el resultado de un sondeo de opinión que encargarán a una universidad, y también mencionó que buscarán la manera de detectar que el contendiente no tenga problemas económicos. Hace un mes, Donato Vaquerano, jefe de los diputados de Arena, miembro del Coena y de la CP, mencionó que ese debía ser un factor importante a tomar en cuenta en la selección de nuevos aspirantes a la legislatura 2015-2018.
Lo de los problemas económicos es un punto que Arena cree importante debido a que tanto en la legislatura 2009-2012 como en la 2012-2015, un puñado de sus legisladores dejaron el partido y la versión oficial en la dirección nacional arenera es que el móvil esencial de los tránsfugas fue el dinero. Según los areneros, sus diputados fueron sobornados. Esta vez, en Arena cada candidato firmará un documento notarial en el que juran lealtad al partido, según explicó Velado, el lunes.
Si alguno de los alcaldes o diputados alcaldes no pasa esta evaluación, la selección del contendiente se hará mediante votación secreta entre algunos de los representantes del partido en el sector geográfico correspondiente. Según las palabras de Velado, los dirigentes que estén compitiendo en ese mismo territorio no podrán votar en secreto tampoco.
Al permitir que los dirigentes actuales sean a la vez contendientes, el partido parece burlar lo ordenado el 3 de mayo por un multitudinario congreso de militantes de Arena que exigieron a viva voz que el partido evitara la dualidad de cargos, es decir, que se evitara que un dirigente ostentara al mismo tiempo otros cargos en la vida interna del partido. Además, el Código de Ética de Arena establece en uno de los artículos que cuando un miembro del partido tenga conflicto de interés en una instancia dirigencial, este deberá apartarse para no entorpecer esa toma de decisión.
Con la dualidad de cargos, se abre la posiblidad de que los dirigentes se aprovechen de su cargo para hacer campaña interna a favor de su propia precandidatura. Esa fue una de las razones por las cuales en la precampaña de 2012, el entonces dirigente del Coena Edwin Zamora (ahora diputado por San Salvador) renunció a la cúpula porque manifestó su interés en competir para diputado de la Asamblea. Zamora dijo que no quería participar de ninguna decisión en la que él tendría conflicto de interés así que renunció a su cargo en el Coena.
El Faro preguntó a Velado si estaba consciente de que, por ejemplo, un precandidato-dirigente tendría ventaja sobre un precandidato que no pertenezca a ninguna estructura dirigencial. “Obviamente, una persona que tiene una exposición mediática tiene una ventaja pero igual pasa con los actuales diputados y alcaldes que tienen una gran exposición mediática”, respondió Velado, y luego repitió que cada dirigente se separará del proceso para elegir candidatos cuando haya posibilidad de que incurra en un conflicto de interés.
En los municipios donde Arena no está gobernando, el CEN debe primero buscar un consenso entre los integrantes del municipio alrededor de la persona que deseen como candidato. De no lograrlo, el reglamento establece que habrá una votación secreta por parte de algunos de los integrantes de la estructura territorial en ese lugar. En todo este proceso, según explica Velado, ningún dirigente actual debería participar.
Igual ocurrirá en el caso de las planillas de diputados por departamento. En San Salvador, hay 24 espacios disponibles y si la estructura departamental del partido no se pone de acuerdo para llenar toda la lista, como lo pide el reglamento, la CEN impulsará votaciones internas secretas. Ni Muyshondt ni Santamaría ni Batres ni Espinal podrán participar en ninguna de las etapas del proceso, según se interpreta de las palabras de Velado.
La dualidad de cargos ha sido un tema espinoso para Arena desde principios de los años 2000. Por entonces, un grupo de fundadores reclamó que algunos diputados fueran dirigentes del partido al mismo tiempo, y señalaron que eso le reclamaba independencia al partido de la estructura de gobierno. Años después, durante la administración del presidente Antonio Saca (2004 - 2009), la vieja queja volvió a surgir y en 2009, cuando Arena perdió la presidencia por primera vez en 20 años, hubo varios militantes que señalaron como factores de la derrota la poca independencia que el partido había tenido del gobierno. Saca, de hecho, había nombrado en puestos claves del partido y del gobierno a sus más cercanos colaboradores.
